ANDREA ESTEVAN
“LO ERÓTICO ES PURA COSMÉTICA”
Andrea
Estevan (Uruguay, 1974) es Escribana
Pública, Doctora en Derecho y egresada del Centro de Estudios Judiciales del
Uruguay.
En 2007 empieza a escribir
intercambiando textos con el poeta, narrador y artista visual Fernando Foglino.
En 2008 obtiene una mención en el concurso de narrativa organizado por la Casa de Escritores del Uruguay e
integra la publicación 7 Jóvenes
Narradores 7. Ha sido traducida al inglés por Laura Chalar y publicada en la revista Legal Studies Forum (USA).
Participó en talleres de guión a
cargo de Rafael Courtoisie y Enrique Fernández, y de actuación para cine y televisión a
cargo de Beatriz Flores Silva.
En 2011 aparece su poemario Madrelengua (Ediciones de la Crítica).
A partir de 2010 coordina, junto
a Alicia Preza, el ciclo de tertulias
literarias “La Pluma Azul” y el
viernes 15 de junio participará como invitada, junto a Eduardo Nogareda y Horacio
Cavallo, en el segundo recital del ciclo “Rumor de hipnótico concierto” que
organizan Vitanova Producciones y Pocitos Libros.
La solapa curricular de tu primer
poemario, Madrelengua, permite
calcular que empezaste a escribir a los 33 años. ¿Cómo fue tu relación previa
con la poesía?
Mis padres aman la poesía, soy un producto de ellos, sin lugar a dudas.
Era muy chiquita cuando recitaba poemas de Federico García Lorca, Antonio
Machado, Miguel Hernández. Crecí con canciones de Serrat, Paco Ibáñez, y Silvio
Rodríguez. Las circunstancias estaban dadas, pero los poemas escritos llegaron
más tarde. Tal vez cuando logré entender qué era lo que quería descifrar.
De acuerdo a una óptica
junguiana, uno tiene la sensación de que el erotismo compulsivo de tu discurso
oculta hetimasíacamente la adoración a un deus
absconditus, un absoluto que está
mucho más allá o más acá de la sensualidad. ¿Estás de acuerdo?
Ayer escribí este poema:
Siempre estarás más allá más acá
(lo que de ella se pueda decir)
Ya no es el modo es al mismo
tiempo
el giro del dolor la ambigüedad
de la cosa
ella me pinta la casa de verde
me habla en el lenguaje de las
plantas
la mirada atraviesa abstracta la
hoja
la acaricio -su angustia o su
alegría-
la pinto a mi modo se revela a sí
misma
moldeo su forma parte a parte
es un inmenso cuerpo espiral
lúcido
reclama humana universal mi
infinito.
Coincido con tu apreciación, ese absoluto al que te refieres está mucho
más allá y más acá de la sensualidad, por eso hago referencia a este poema
escrito ayer. La sensualidad es un medio, lo erótico es pura cosmética, es la
forma de decir, y de decirme, porque no solamente es un mensaje para los otros
sino también para mí misma. Me gusta ese desdoblamiento, concibo el hecho
poético como juego en el sentido utilizado por Ronald Laing en Knots:
Están jugando un juego.
Están a que no juegan un juego.
Si les demuestro que veo que
están jugando, quebraré las reglas
y me castigarán.
Debo jugarles el juego de no ver
que veo el juego.
Ese absoluto, esa omnipresencia nace a partir de lo que escribo, ese un Dios creado y no creído, al decir de Unamuno.
Ya hace años que junto a Alicia
Preza producís el ciclo literario "La
Pluma Azul", y la cosa funciona. ¿En cuál “ambientún” de los que transitás
hay que tener más paciencia con el mal ego y el snobismo para que fructifique
el tesoro de los puros? ¿En el
jurídico o en el literario?
Desde octubre de 2010 coordino junto a la poeta Alicia Preza el ciclo de
tertulias literarias “La pluma Azul”. Es un ciclo creado por Alicia en el 2005
en el que mensualmente poetas, escritores, artistas plásticos y músicos,
tertuliamos como en los viejos tiempos.
Yo parto de la base que todos los que nos dedicamos a algo, sea lo que
sea, lo hacemos fundamentalmente porque nos gusta. Trato
de poner la mejor energía y dar lo mejor de mí en todo lo que hago. Espero de
los demás lo mismo, y los trato como si así fuera. Los resultados son
positivos. En todos los lugares uno se encuentra con personas no satisfechas,
pero por suerte son las menos. Hay que crear confianza, uno tiende a
compartimentar, pero en definitiva somos todos tan parecidos. Paciencia hay que
tener siempre, entender al otro, ser empático, no quedarse en la limitada
cosmovisión de las cosas que uno solo pueda tener. Más paciencia hay que tener
en lo jurídico.
¿Cómo valorás la poesía hecha
para ser cantada? Yo llegué a discutir rabiosamente con un muy buen poeta
cubano, por ejemplo, porque me decía que Silvio Rodríguez era un excelente letrista, pero que no confundiera los planos.
¿Pensás que existe una diferencia tan categórica entre la lírica de libro y la lírica
trovada?
Desde mi punto de vista no existen diferencias entre la lírica del libro
y la lírica trovada. No tengo formación musical, y creo que te lo puedo decir
desde mi visión de poeta. Sí tengo entendido que la visión del músico es
diferente. Conversando hace poco con Alberto Wolf, yo le decía que sus
canciones son poemas, pero él no lo entendía tan así. Creo que hay una visión
de la Poesía que lleva a malos entendidos.
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