LOS DIENTES CIMARRONES
Hugo Giovanetti
Viola
En 1816, después de las derrotas en las batallas de
Carumbé e India Muerta, el invasor Lecor (que representaba al imperio portugués
en alianza estratégica con el imperio inglés) intimó a Artigas a rendirse y el
Protector le respondió: Cuando me falten
hombres para combatir a sus secuaces, los he de combatir con perros cimarrones.
Y este es el primer ejemplo de un oriental que concibió
defenderse literalmente con los dientes, como le pasó a Luis Suárez cuando
perdió el control en pleno complot organizado por la Liga Inglesa para aplastar
a aquel perro de Dios que era capaz de
hacer y hasta atajar goles con una inconcebible gracia de invencibilidad a la
que consideraban peligrosamente
indecente. (Porque los patadones que te desarman el esqueleto son aceptados
como recursos de un gentleman en el
circo de la FIFA.)
Silvio Rodríguez dixit en Jerusalén Año Cero: tanta enseñanza hizo ruido / en el poder de los templos / y
en la madera lo clavaron recio.
El propio Jesús tuvo que latiguear a los mercaderes que
enchastraban la pureza sagrada. Y después supo entregarnos una PAX-LUX más alta
que toda la falsedad y la maldad que puedan acumularse en este infierno
terrestre y encima perdonarlas.
El 19 de junio de 2014 Luis Suárez protagonizó una de las
hazañas más grandes de la historia de nuestro fútbol y provocó el derrumbe de la
chance imperial sin necesitad de utilizar una mano tramposa como la de Maradona
en México: lo que hizo (en un estado total de acalambramiento) se debió al puro vuelo corajudo y estético que
necesita un hombre para emblematizar a la grandeza de su comunidad.
En el Mundial de 2006 Zinedine Zidane tuvo que hacer callar
a Materazzi (que no paraba de insultar a su madre, a su esposa y a la raza
argelina) con un cabezazo que le costó la expulsión. (Y conste que al vomitador
de mierda le fue perdonada magnánimamente
la vida, porque esos golpes pueden ser mortales.)
A los pocos días Zidane explicó por televisión el
incidente y les pidió perdón a los niños del mundo.
Pero ese mundial va a ser recordado por la magia que nos
regaló el pied-noir, a quien no tuvieron
más remedio que concederle el Balón de Oro. Y que ladren los que ladran.
Suárez ya había tenido problemas con Chiellini en la Copa
de las Confederaciones y esta vez el marica
lorquiano (insuperable definición usado por Federico para definir a los asesinos de palomas, en todos los
terrenos de la vida) volvió a descontrolarlo.
¿Qué le diría a
los jugadores que van a un Mundial? le
preguntó Franklin Morales al Negro Jefe en una célebre entrevista que
publicamos en nuestro blog. Y la respuesta del Capitán de Maracaná fue: ¿Usted cree también que es una “fiesta
deportiva”? Entonces es un lírico. Un Mundial es la guerra, donde vale todo. Si
puede sacar a un individuo de una patada en el pecho, que lo saque.
Y en otra nota de 1986 agregó: Hoy el fútbol es una máquina que nadie puede cambiar.
FESTEJEN, SIERVOS DE LAS TRANSNACIONALES QUE FINANCIAN A
LA FIFA!!!! PERO CUANDO SE ACUERDEN QUE SUÁREZ FUE EL MEJOR LLOREN EN EL
CUARTITO!!!!
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