AUTÓGRAFOS OLVIDADOS DE CÉSAR VALLEJO
TÁMESIS
/ PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL PERÚ / 2003
EDICIÓN FACSIMILAR DE 52 MANUSCRITOS AL CUIDADO DE
JUAN FLÓ Y STEPHEN M. HART CON ESTUDIO PRELIMINAR DE JUAN FLÓ Y NOTAS DE
STEPHEN M. HART
CUADRAGESIMOCTAVA ENTREGA
STEPHEN M. HART / ALGUNOS APUNTES
SOBRE LOS AUTÓGRAFOS DE POEMAS HUMANOS Y
ESPAÑA, APARTA DE MÍ ESTE CÁLIZ (2)
España, aparta de mí este cáliz (3)
(‘Badajoz’)
(sin fecha) (39)
Este
manuscrito no tiene fecha pero es muy probable que se escribiera el 8 de
octubre de 1937, dados los enlaces íntimos que comparte con el poema discutido
arriba. Como el poema anterior, ‘Badajoz’ fue inspirado por la batalla de
Badajoz que ocurrió el 14 de agosto de
1936, es decir, unos catorce meses antes de la composición del poema. Es
probable que Vallejo aluda a esta batalla en particular porque rápidamente se
convirtió en un ejemplo de la barbaridad de las fuerzas nacionales; el
episodio, en que casi dos mil milicianos republicanos murieron, fue conocido
como ‘la masacre de Badajoz’. (134) La primera parte de este poema, en efecto,
parece ser una versión más limpia del primer segento de ‘Badajoz…’. Así que
este autógrafo es otro segmento de la secuencia ‘Batallas de España I’, que
posteriormente se convertiría en ‘Batallas II’. Es de notar que este texto
constituye una versión más alargada del primer borrador. Lo que consistía en
nada más que 13 versos en ‘Badajoz…’ (V1, vv. 1-13) es básicamente una refundición
de la primera sección de ‘Badajoz…’, mientras que la segunda parte (vv. 14-26)
es completamente nueva, empezando con el verso ‘pelear por todos y pelear (…)’
hasta la conclusión del poema. Vallejo a veces caía en la tentación de alargar
el texto. Aun teniendo un borrador anterior, es fascinante ver la manera en que
Vallejo sigue creando un palimsesto de alternativas poéticas, añadiendo,
tachando, transformando. El primer borrador del comienzo del poema decía:
‘Badajoz, conoces la sucesión en…’ (V1, v. 1) que se convirtió luego en:
‘Estremeño, conoces / el secreto en dos voces (…)’ (V1 rev. vv 1-2). Este
estremeño, que conoce ‘el secreto en dos voces’, se convierte rápidamente para
Vallejo en el prototipo del héroe republicano; para el poeta peruano, los
extremeños son, como bien anota Ricardo González Vigil, ‘los pioneros en el
logro del Nuevo Mundo’. (135) En este primer segmento el verso que le causó a
Vallejo más trabajo, fue el quinto. En un principio empezó así: ‘a escuchar,
martillo superior, sólo salva’ (V1, 5). Se corrigió el verso varias veces, con
referencias a ‘la escopeta’ (V1, rev., v. 5, tachado) antes de convertirse en:
‘a escuchar el morir de los morires’ (V1, rev., v.5). Este verso se transfirió
intacto al primer borrador de la versión dactilográfica del poema (V2, v. 24;
Silva-Santisteban, IV, 34), pero luego se tarjó (V3; Silva-Santisteban, IV,
35). Un verso del autógrafo no se transfirió a la versión dactilográfica: ‘sér
que sea seguro’ (V1, v. 10). El primer segmento demuestra la predilección que
el poeta peruano tenía por el futuro del subjuntivo, forma gramatical muy poco
usada en español. (Véase arriba la discusión de ‘Viniere el malo, con un trono
al hombro…’, 136-38.) En el borrador original se leía: ‘Estremeño, y sin haber
tierra que tenga’ (V1, v. 7); ‘tenga’ fue sustituido por ‘ya haya’ que a su vez
fue reemplazado por ‘hubiere’ (V2, v. 27; Silva-Santisteban, IV, 36; V3, v. 27;
Siva-Santisteban, IV, 37).
Algunos
de los cambios evidentes en el autógrafo revelan la existencia de una
simbología personal en la poesía vallejiana: ‘el oro de tus póstumos ganados’
(V1, rev., v. 11) y sugiere que, para Vallejo, el oro se asociaba con la gloria
póstuma. En efecto este poema se centra en la creación de un tesoro póstumo. El
título original del poema -‘El martirio de Badajoz’- prueba que Vallejo
originalmente tenía la intención de enfatizar el aspecto martirológico de la
muerte del soldado extremeño. El motivo del martirio sigue siendo visible en la
primera versión tipográfica de la conclusión del poema: ‘¡Por eso, hombre
estremeño, caíste, / te limpiaste / y te quedaste muerto de esperanza’ (V2, vv.
44-46; Silva-Santisteban, IV, 36). Sin embargo, conviene señalarse que, a
medida que revisaba el poema, Vallejo enfatizaba cada vez más en el aspecto
humano del sacrificio del soldado. La versión definitiva de la conclusión del
poema ahora subraya el motivo de la humanización del universo:
pero que los señores sean hombres
para que todo el mundo sea un
hombre, y para
que hasta los animales sean hombres,
el caballo, un hombre,
el reptil, un hombre,
el buitre, un hombre honesto,
la mosca, un hombre, y el olivo, un
hombre
y hasta el ribazo, un hombre
y el mismo cielo, todo un
hombrecito!
(V3,
vv. 35-43; Silva-Santisteban, IV, 37)
Aquí
Vallejo expresa poéticamente esa fe en la victoria futura del pueblo a la cual
se refirió en una carta escrita unos nueve meses antes: ‘De España traje una
gran afirmación de fe y esperanza en el triunfo del pueblo. Una fuerza
formidable hay en los hombres y en la atmósfera’. (136) Según una consulta del
autógrafo demuestra, ‘Badajoz’ pasó por una etapa en la que la muerte del
soldado extremeño en el campo de batalla se proyectaba en términos
martirológicos antes de llegar a una visión profundamente humanizadora del
universo: ‘para que todo el mundo sea un hombre’ (V3, v. 36).
Notas
(134) Thomas, The
Spanish Civil War, 374-75.
(135)
César Vallejo, 117.
(136)
La carta a Juan Larrea tiene fecha de 22 de enero de 1937; véase Epistolario general: César Vallejo, 263.
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