PAULO
FREIRE
CAPÍTULO 1 (8)
PEDAGOGÍA
DEL OPRIMIDO
DECIMOSEXTA ENTREGA
La
pedagogía del oprimido, que busca la restauración de la intersubjetividad,
aparece como la pedagogía del hombre. Sólo ella, animada por una auténtica
generosidad, humanista y no “humanitarista”, puede alcanzar este objetivo. Por
el contrario, la pedagogía que, partiendo de los intereses egoístas de los
opresores, egoísmo camuflado de falsa generosidad, hace de los oprimidos objeto
de humanitarismo, mantiene y encarna la propia opresión. Es el instrumento de
la deshumanización.
Esta
es la razón por la cual, como ya afirmamos con anterioridad, esta pedagogía no
puede ser elaborada ni practicada por los opresores.
Sería
una contradicción si los opresores no sólo defendiesen sino practicasen una
educación liberadora.
Sin
embargo, si la práctica de esta educación implica el poder político y si los
oprimidos no lo tienen, ¿cómo realizar, entonces, la pedagogía del oprimido
antes de la revolución?
Esta
es, sin duda, una indagación altamente importante, cuya respuesta parece
encontrarse relativamente clara en el último capítulo de este ensayo.
Aunque
no queremos anticiparnos a él, podemos afirmar que un primer aspecto de esta
indagación radica en la distinción que debe hacerse entre la educación sistemática, que sólo puede
transformarse con el poder, y los trabajos
educativos que deben ser realizados con los oprimidos, en el proceso de su organización.
La
pedagogía del oprimido, como pedagogía humanista y liberadora, tendrá, pues,
dos momentos distintos aunque interrelacionados. El primero, en el cual los
oprimidos van descubriendo el mundo de la opresión y se van comprometiendo, en
la praxis, con su transformación y, el segundo, en que una vez transformada la
realidad opresora, esta pedagogía deja de ser del oprimido y pasa a ser la
pedagogía de los hombres en proceso de permanente liberación.
En
cualquiera de estos momentos, será siempre la acción profunda a través de la
cual se enfrentará, culturalmente, la cultura de la dominación. (14) En el
primer momento. Mediante el cambio de percepción del mundo opresor por parte de
los oprimidos y, en el segundo, por la expulsión de los mitos creados y
desarrollados en la estructura opresora, que se mantienen como aspectos
míticos, en la nueva estructura que surge de la transformación revolucionaria.
Notas
(14)
Nos parece que este es el aspecto fundamental de la “revolución cultural”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario