LECCIONES
DE VIDA
ELISABETH KÜBLER-ROSS Y DAVID KESSLER
QUINCUAGESIMOSÉPTIMA ENTREGA
7
/ LA LECCIÓN DEL TIEMPO (5)
EKR (2)
Jack
tenía la capacidad de vivir siempre en el momento presente. Había participado
en varias maratones y siempre estaba en lo que hacía con todos sus sentidos.
Cuando entraba en una habitación, miraba a su alrededor como si fuera
totalmente nueva, aunque hubiera estado allí miles de veces. Cuando saludaba a
alguien y le preguntaba cómo estaba, siempre prestaba atención a la respuesta.
Cuando hablaba con alguien, escuchaba de verdad y no pensaba en lo que iba a
comer más tarde, la cita de aquella noche o cuánta memoria iba a añadir a su
ordenador. Jack estaba siempre ahí, en el presente, de forma palpable; con y
para la persona que lo acompañaba.
Lamentablemente,
Jack padecía un tipo de linfoma especialmente cruel ya que le afectó a las
piernas: se le hincharon y fue la primera parte de su cuerpo que dejó de
funcionar. Sin embargo conforme avanzaba su enfermedad su capacidad para vivir
el momento presente se acrecentó aun más. Cuando alguien lo visitaba y le preguntaba
qué tal le iba, casi se percibía cómo había examinado su cuerpo y su mente para
averiguar su estado. De la misma manera, cuando preguntaba a alguien cómo
estaba, su forma de vivir el presente hacía que esa persona se sintiese
conectada por completo con Jack mientras éste escuchaba su relato. Jack era un
elocuente ejemplo de alguien que vive totalmente en el presente. No sólo no
estaba atado a su pasado lejano, sino que cuando hablaba a la otra persona ya
no pensaba en lo que acababa de contar de sí mismo. Sabía cómo vivir el momento
e invitaba a los demás a hacer lo mismo. No se le podían dar respuestas
automáticas a preguntas como: “¿Cómo estás?” o “¿Qué me cuentas?”. Conseguía
que uno realmente se detuviera a pensar en sí mismo y respondiera con sinceridad.
Jack no quería perderse ningún momento; no quería perderse nada. Si era otoño,
no vivía rememorando las experiencias del verano. Si era invierno, no vivía
esperando la llegada de la primavera. Estuvo totalmente presente en todas las
etapas de su vida.
Después
de conocer a alguien como Jack, uno empieza a comprender el modo en que el
pasado y el futuro pueden robarnos el momento actual. Si en este instante nos
olvidáramos del pasado y nos centráramos en el ahora para experimentarlo con
plenitud y vivir la vida de verdad, nos sorprendería cómo mejora la experiencia
del momento. Mientras hablamos con nuestra pareja, debemos volcarnos en la
conversación en lugar de pensar en la clase que vamos a impartir; más tarde
podremos prepararla, y de este modo tendremos una mujer experiencia con nuestra
pareja y haremos una mejor presentación en clase. Vivamos los momentos de uno
en uno.
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