ANTONIN
ARTAUD
EL
TEATRO Y SU DOBLE
Traducción de Enrique Alonso y Francisco Abelenda
SEXTA ENTREGA
1
EL
TEATRO Y LA PESTE (2)
La peste que había
llevado elGrand-Saint-Antoine era la
peste de Oriente, el virus original, y con la llegada de este virus y su
difusión por la ciudad se inicia la fase particularmente atroz y generalizada
de la epidemia.
Esto inspira algunas
reflexiones.
Esta peste, que parece
reactivar un virus, era capaz por sí sola de ejercer estragos de igual
virulencia: de toda la tripulación sólo el capitán no atrapó la peste, y por
otra parte no parece que los nuevos apestados hubiesen estado alguna vez en
contacto con los otros, que vivían en barrios cerrados. El Grand-Saint-Antoine, que pasó muy cerca de Cagliari, en Cerdeña, no
dejó allí la peste; pero el virrey recogió en sueños algunas emanaciones, pues
no puede negarse que entre la peste y él se haya establecido una comunicación
ponderable, aunque sutil, y es demasiado fácil atribuir la propagación de
semejante enfermedad al contagio por simple contacto.
Pero tales relaciones
entre Saint-Rémys y la peste, bastante fuertes como para liberarse en imágenes
de sueño, no alcanzaron sin embargo a infectarlo con la enfermedad.
De cualquier modo, la
ciudad de Cagliari, sal saber poco tiempo después que el navío alejado de sus
costas por la voluntad despótica del príncipe, príncipe milagrosamente
iluminado, había provocado la gran epidemia de Marsella, registró el hecho en
sus archivos, donde cualquiera puede encontrarlo hoy.
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