21/9/18



CONDE DE LAUTRÉAMONT

POESÍAS

DECIMONOVENA ENTREGA

Reemplazo la melancolía por el valor, la duda por la certidumbre, la desesperación por la esperanza, la perversidad por el bien, las quejas por el deber, el escepticismo por la fe, los sofismas por la frialdad de la calma, y el orgullo por la modestia.


II (10)


Para estudiar el orden no es necesario estudiar el desorden. Las experiencias científicas, así como las tragedias, las estrofas a mi hermana, el galimatías de los infortunios, no tienen nada que hacer aquí abajo.


No todas las leyes son aptas para ser comunicadas.


Estudiar el mal para que surja el bien, no equivale a estudiar el bien en sí mismo. Dado un fenómeno bueno, investigaré su causa.


Hasta el presente, se ha descrito el infortunio para inspirar terror, para inspirar piedad. Yo describiré la felicidad para inspirar los opuestos.


Una lógica existe para la poesía. No es la misma que la de la filosofía. Los filósofos no son iguales a los poetas. Los poetas tienen derecho a considerarse por encima de los filósofos.


No tengo necesidad de ocuparme en lo que haré más adelante. Yo debía hacer lo que hago. No tengo necesidad de descubrir qué cosas descubriré más tarde. En la nueva ciencia, cada cosa llega a su turno; en eso reside su excelencia.


Hay materia de poeta en los moralistas, los filósofos. Los poetas contienen al pensador. Cada casta sospecha de la otra, desarrolla sus cualidades en detrimento de las que la acercan a la otra casta. Los de los primeros no quieren confesar que los poetas son más fuertes que ellos. El orgullo de los últimos se declara incompetente para hacer justicia a sesos más tiernos. Cualquiera que sea la inteligencia de un hombre, el mecanismo de pensar debe ser igual para todos.


Una vez comprobada la existencia de los tics, no ha de extrañar el ver que las mismas palabras retornan con mayor frecuencia de la debida: en Lamartine, las lágrimas que caen de la nariz de su caballo, el color de los cabellos de su madre; en Hugo, la sombra y el desequilibrado forman parte de la encuadernación.


La ciencia que emprendo es una ciencia distinta de la poesía. No canto a esta última. Me esfuerzo por descubrir su fuente. Mediante el timón que orienta todo pensamiento poético, los profesores de billar distinguirán el desarrollo de las tesis sentimentales.


El teorema es bromista por naturaleza. No es indecente. El teorema no pretende servir de aplicación. La aplicación que se efectúa bajo el teorema, se vuelve indecente. Denominad aplicación a la lucha contra la materia, contras las devastaciones del espíritu.


Luchar contra el mal es hacerle demasiado honor. Si permito que los hombres lo desprecien, que no dejen de aclarar que eso es todo lo que puedo hacer por ellos.


El hombre está seguro de no engañarse.


No estamos satisfechos con la vida que tenemos. Queremos vivir en la mente de los otros una vida imaginaria. Nos esforzamos por parecer lo que somos. Trabajamos por conservar ese ser imaginario que no es más que el verdadero. Si poseemos generosidad y fidelidad, nos afanamos por que no se sepa, a fin de ligar tales virtudes a ese ser. No las separamos de nosotros para unirlas a él. Somos valientes para no adquirir la reputación de cobardes. Signo de la capacidad de nuestro ser de no estar satisfecho de lo uno sin lo otro, de no renunciar ni a lo uno ni a lo otro. El hombre que no viviera para conservar su virtud sería infame.


¡Pese al espectáculo de nuestra grandeza que nos agarra por el pescuezo, tenemos un instinto que nos corrige, que no podemos reprimir, que nos eleva!


La naturaleza posee perfecciones para mostrar que es la imagen de Elohim; defectos para mostrar que es tan sólo la imagen.

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