EL POETA NO CREA: SINTONIZA LA CREACIÓN PERPETUA
SOBRE LA POESÍA DE RILKE
(poemas de
“El libro de horas” traducidos)
por Alejandro Martínez Gallardo
(pijamaSURF
/ 9-2-2018)
El libro de horas es el libro en
el que Rilke encontró su voz poética. Aunque escribió cosas antes, este libro
bien puede considerarse su libro inaugural, y por lo tanto significa un
acontecimiento mayúsculo en la historia de la poesía. Heidegger dijo de
Hölderlin que "era el poeta del poeta", el hombre que era la más pura
encarnación de la poesía. Rilke, quien aprendió de Hölderlin, es el poeta de la
poesía, el poeta puro, último avatar de esta tradición de la luz que mantiene
la antorcha del fuego-palabra, que regresa la poesía a su espíritu original:
sintonizar la perpetuidad de la creación divina y alabarla en la palabra.
Rilke dedicó el libro a Lou
Andreas-Salomé, quien fue su amante (y quien también fue amada por Nietzsche,
aunque sin reciprocidad). Fue con ella que conoció Rusia y sus vastos cielos
azules, y la hermosa fe religiosa de los campesinos. Después de este viaje
escribió este libro (abajo he traducido una selección). En su diario, Rilke
anotó sus impresiones. Podemos asistir exactamente en este recuerdo al amanecer
del ars poetica que defiendo aquí con el poeta checo:
Lo que había visto hasta ahora no era más que una imagen de la tierra y
el río y el mundo. Aquí, sin embargo, todo es su propio ser. Siento como
si hubiera sido testigo de la creación; unas pocas palabras por todas las existencias, las cosas en la medida
de Dios, el Padre.
(1900)
El énfasis es mío. Siento como
si hubiera sido testigo de la creación. Este es el estado que
define al verdadero poeta. El punto de partida -eje y omphalos- de
la poesía. Recordemos que la palabra poiesis significa
"creación". Pero el poeta no crea; es quien percibe la creación. Es
quien desarrolla la percepción, el ritmo para sintonizar la creación. Descubre
-como los místicos- que la creación no ocurrió en un ayer remoto, sino que es
presencia perpetua. Cada instante resume la eternidad; como escribió
Simone Weil, siguiendo a su maestro Platón: "el grano de mostaza, el
instante, la imagen de la eternidad". Pero más aún, que la creación es
instaurada a través de la palabra (que es la luz), por lo cual la palabra
poética es una re-creación. Esta es la idea que me interesa desarrollar y la cual
creo que es, simplemente, lo que constituye la más pura realidad poética: que
es más una mirada, una transparencia a la continuidad del acto creativo, una
porosidad de lo inmanente a lo trascendente, y no una innovación o una
gestación individual.
*
En El libro de horas presenciamos,
somos los invitados al proceso mismo del nacimiento de la percepción poética,
lo que Blake describió como la apertura de las puertas de la percepción -la
admisión a la realidad y su infinitud-. Presenciamos en Rilke el tormentoso
nacimiento de la percepción poética, en la cual ya está la voz, como lo está en
Dios su verbo, eternamente diciéndose. Rilke siente la dicha de participar en
la obra divina, de ser la parte culminante, pues la obra necesita ser percibida
para cobrar sentido. En el primer poema del libro habla de un momento en
el que la luz se posa sobre él y lo envuelve como un anillo. Todo vibra y
ocurre una transformación: puede sentir que participa en la vida y que el mundo
es maleable, elástico, traslúcido. Como Adán en el Edén, las cosas vienen a él
y se revelan, la naturaleza se vuelve responsiva como una novia que se acerca
infinitamente; se celebra una especie de hieros gamos entre el
poeta y el mundo.
*
La creación no está completa hasta que
no es vista con los ojos del poeta. Es decir, con los ojos mismos del creador.
Como escribió Meister Eckhart: "los ojos con los que veo a Dios son los
ojos con los que Dios me ve a mí". Este es el secreto de todo verdadero
poeta, el secreta secretorum, el sine qua non de
la poesía. Lo descubre Rilke en su hora, cuando el cielo se inclina hacia él:
son los ojos del primer día, los ojos adánicos. El poeta es su mirada, su
percepción depurada. Al permitir que la percepción poética se arraigue, el
poeta descubre que la creación está ocurriendo en su interior, que el dios
oscuro, de las raíces sedientas, está surgiendo y revelándose. Hay temor y
silencio, "belleza y terror", una veneración natural en la que
participa, pero no obstante lo que suceda, "ningún sentimiento es un error".
Es el poder de un auténtico poeta, que nos hace descubrir en sus palabras
nuestros sentimientos más profundos y reconciliarnos con ellos a través de la
belleza. La palabra como resonancia curativa.
.
..El parto de la luz en la oscuridad de
la tierra. La divinidad se revela a través de lo que podemos sentir, en su más
profunda acepción. En un poema, Rilke recuerda las palabras dichas por Dios a
sus criaturas durante la creación, motivándolas a experimentar el más variado
espectro, ir hasta el límite de los sentidos, bebiendo de la fuente inagotable
que es la vida misma; un maná, siempre presente. Ninguna sensación o
sentimiento es final, nada que podamos sentir es concluyente, pero cada
sentimiento contiene la totalidad, cada uno bebe de esta fuente infinita. Y
cuando confiamos en esto, entonces Dios camina con nosotros, nos toma de la
mano, como se dice que caminó en el Paraíso con el hombre, en el fresco de la
mañana, recorriendo su vasta creación y nombrándola.
*
El poeta es quien siente, es el que aguza
los sentidos, el que socava el instante como si contuviera, en su sensación,
una perla de gran precio. ¿Pero qué es lo que es tan extraordinario de sentir?
Todos sentimos, es cierto. Pero el poeta tiene el aliciente y, más aún, la
responsabilidad de sentir no sólo lo que aparece sino la luz en la que las
cosas aparecen, el fondo que sostiene toda percepción -donde "un fuego
crece cuya sombra cubre el mundo"-. Al sentir, el poeta descubre que
lo que siente no tiene límites, que es capaz de absorber y abarcar el mundo.
Que la abundancia no deja de ser abundante cuando se bebe abundantemente de
ella. Podríamos especular que esto implica que la sensación es el
porqué del mundo: Dios quiere ser sentido en nosotros, como dice un poema
posterior de Rilke. Es sentido en nosotros: nosotros sentimos el mundo y eso
que sentimos es Dios, pero Dios es también nuestro sentido: nuestros sentidos y
nuestro sendero, un camino hacia sí mismo. Esto lo refleja perfectamente el
sánscrito, donde el dios Indra y los sentidos (indriya) tienen la misma
raíz. En una de las Upanishad se dice que los sentidos son
"los sementales de Indra", los que llevan el carro del Supremo. A
través de los sentidos, la divinidad pasea por el mundo y goza de su propia
obra. Una obra que no escatima, y su gloria es tanto la belleza como el terror,
la luz y la sombra.
Como todos los grandes poetas después
del Cantar de los Cantares, Rilke en su último poema nota que el
amor promete, en la intensidad de su deleite, la posibilidad de la existencia
más allá de la muerte, una especie de fuego que el agua no apaga, un existir
ilimitado que es el fruto del acto esencial de la libertad, que es el amor. Al
leer la frase "concede la muerte que viene de esa vida en la que
conocimos el amor", me viene a la mente San Juan de la Cruz: "En
el atardecer de la vida, seremos examinados en el amor".
Libro de las horas (1905)
En este momento la hora se inclina y me
toca
con su lúcido anillo metálico
mis sentidos vibran. Se forma el
sentimiento:
Yo puedo- y palpo el día
elástico.
Nada estaba completo antes de ser visto
por mí,
todo ir y venir ahora yace quieto.
Mis ojos están maduros y todo lo que
desean
se acerca como una novia.
Nada es demasiado pequeño: contra un
fondo de oro
lo pinto grande y amoroso
y lo sostengo en alto, nunca sabré
de quién es el alma que puede liberar.
*
Estoy en el extremo del siglo,
Uno puede sentir el viento de una gran
página-
que Dios y tú y yo hemos llenado de
escritura-
girando por lo alto en manos extrañas
ahora.
Uno puede sentir el resplandor de esta
hoja nueva,
en la que todo puede inscribirse aún.
Las fuerzas silentes ponen a prueba su
rango
y se miran entre sí oscuramente.
*
Tu primera palabra fue Luz:
y el tiempo comenzó.
Tu segunda palabra fue el Hombre y el
miedo se esparció
(todavía nos ensombrecemos ante su
sonido)
antes de que tu rostro retomara su
creación.
Y por ello temo tu tercera.
Seguido rezo en la noche: sé el
mudo,
el que crece firme en gestos
y es movido por el espíritu en los
sueños
a inscribir la onerosa suma del
silencio
en lo alto de las montañas y en las
frentes humanas.
Sé el refugio de la ira
que expulsó lo inefable.
La noche cayó en el Paraíso:
sé el pastor cuyo cuerno suena una
sola vez-
pero sólo como cuentan nuestras
antiguas historias.
*
Si hubiera crecido en otra tierra,
una con días más ligeros y horas más
sutiles,
habría hecho para ti una fiesta
singular
y mis manos no te habrían sostenido
con temor y tensión,
como suelen hacerlo.
Habría sido valiente y te habría
consentido,
a ti Ahora ilimitado.
Te habría lanzado como una bola
hacia todo deleite ondulatorio,
para que alguien te pudiera atrapar y
saltara
con las manos en alto para contener tu
caída,
tú cosa de todas las cosas.
Te habría hecho brillar y surcar por el
aire
como un sable.
Habría hecho que tu fuego se renovara
en un gran anillo dorado.
y habría hecho que se sostuviera
en la más blanca mano.
Te habría pintado: no en la pared
sino en el cielo, de extremo a extremo,
y te habría esculpido, de la forma en
que un gigante
te esculpiría: el pico de una montaña,
un fuego radiante,
un simún irrumpiendo en la arena del
desierto-
o
en verdad tal vez te encontré
una vez...
Mis amigos de la infancia están
lejos;
apenas puedo seguir escuchando sus
risas
y tú: te has caído del nido
eres una joven ave y tienes garras
amarillas
y ojos grandes y atraviesas mi corazón.
(Mis manos deben parecer gigantes.)
Y la punta de mi dedo eleva una gota
del pozo
y escucho, escucho, algún sonido de tu
sed
escucho tu corazón y el mío
palpitando de temor.
*
Vivo mi vida en círculos crecientes
que se esparcen por todo lo que me
rodea.
Quizá no logré el verdadero final
pero eso será mi meta.
Circulo a Dios, rodeando la antigua
torre,
llevo dando vueltas un eón,
y todavía no lo sé: ¿soy un águila, una
tormenta
o una soberana canción?
*
Tengo muchos hermanos que usan sotanas
ligeras
en el sur, donde hay laureles en los
claustros.
Sé cuan humanas hacen sus madonnas,
y sueño seguido con jóvenes Tizianos
entre los cuales Dios se mueve
como una flama pura.
Pero aquí, donde los instintos se
vuelcan hacia dentro:
Mi dios es oscuro y como una red
de raíces intrincadas todas bebiendo en
silencio.
Que de este sediento calor yo emerjo
es lo único que sé: pues mis ramas
mantienen la calma perfectamente
y sólo se mecen en el viento.
*
Yo soy, tú el ansioso. ¿No me escuchas
volcándome sobre ti con todos mis
sentidos?
Mis sentimientos, que han hallado alas,
dan vueltas
como aves blancas alrededor de tu
rostro.
Y mi alma -¿no puedes verla ahí
erigida frente a ti en una túnica de
silencio?
¿Acaso mi plegaria de primavera
no madura en tus ojos como en un árbol?
Si tú eres el soñador, yo soy tu sueño.
Pero si eliges estar despierto, yo soy
tu voluntad
y me convierto en el maestro de toda la
majestad
y redondeo la perfecta quietud como una
estrella
que brilla encima de la remota ciudad
del tiempo.
*
Dios nos habla a cada uno de nosotros
al crearnos,
y luego camina con nosotros en silencio
fuera de la noche.
Pero las palabras, que nos fueron
dichas antes de empezar,
esas palabras son las siguientes:
Impulsado hacia delante por tus
sentidos,
ve hasta el límite de tu deseo;
invísteme.
En el fondo de las cosas crece un
fuego,
para que sus sombras, alargadas,
me cubran por siempre, completamente.
Deja que todo te ocurra a ti: belleza y
terror.
Sólo sigue adelante: ningún sentimiento
es un error.
No dejes que te corten de mi fuente.
Cerca está el país
llamado Vida.
Lo reconocerás
por su gravedad.
Dame tu mano.
Oh Señor, danos a cada uno nuestra
propia muerte. Concede
la muerte que viene de esa vida en la
que conocimos el amor,
cuando encontramos sentido, y sentimos
necesidad.
Traducido por
Alejandro Martínez Gallardo (@alepholo), con base en la
versión inglesa de Edward Snow. Este artículo primero fue publicado
en Cadena Áurea.
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