AUTÓGRAFOS OLVIDADOS DE CÉSAR VALLEJO
TÁMESIS
/ PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL PERÚ / 2003
EDICIÓN FACSIMILAR DE 52 MANUSCRITOS AL CUIDADO DE
JUAN FLÓ Y STEPHEN M. HART CON ESTUDIO PRELIMINAR DE JUAN FLÓ Y NOTAS DE STEPHEN
M. HART
CUADRAGESIMOSÉPTIMA ENTREGA
STEPHEN M. HART / ALGUNOS APUNTES
SOBRE LOS AUTÓGRAFOS DE POEMAS HUMANOS Y
ESPAÑA, APARTA DE MÍ ESTE CÁLIZ (2)
España, aparta de mí este cáliz (3)
(‘Badajoz’)
(8 de octubre, 1937) (38)
Este
autógrafo no tiene título y e integraría un día en el primer segmento de
‘Batallas de España’ en España, aparta de
mí este cáliz. Es el autógrafo que posee la cantidad más grande de
diferencias con respecto a la etapa siguiente, es decir, la versión
dactilográfica. El manuscrito parece ser un poema completo y así se puede
considerar. Pero, después de escrito, Vallejo decidió dividirlo en dos partes
y, además, invertir su orden al redactar la versión dactilográfica. La primera
versión del autógrafo (Badajoz...’ hasta ‘el seguir de…’; V1, v. 1-13 se
convirtió en un segmento de ‘Batallas de España’ (V2, vv. 20-30;
Silva-Santisteban, IV, 34, 36), mientras que el segundo segmento (‘Oigo bajo tu
pie el humo del lobo humano…’ hasta el final; V1, vv. 14-32) se transformó en
el comienzo de la misma sección de ‘Batallas de España’ (V2, vv. 1-19;
Silva-Santisteban, IV, 34). No hay ninguna indicación en el autógrafo que esta
inversión de los segmentos iba a ocurrir, y por eso es lícito concluir que la
decisión de hacerlo la tomó Vallejo durante la trascripción misma. La primera
sección del manuscrito en un principio invocaba la ciudad de Badajoz (V1, v.
1). Al transcribir el poema, Vallejo quiso dirigirse no a la ciudad sino al
habitante, y ahora invoca al extremeño: ‘Extremeño, conoces / el secreto en dos
voces, popular y táctil, / del cereal:’ (‘Batallas de España 1’, V2, vv.
20-22). Puesto que hay tantas tachaduras en este la primera sección del poema,
es difícil aceptar la hipótesis de que Vallejo hubiera llegado a la versión
dactilográfica sin tener etapa intermedia. En efecto existe otro autógrafo
titulado, ‘Badajoz’, y es lícito conjeturar que este sea la segunda versión
autógrafa del poema. (Véase la discusión de este autógrafo más abajo.) La
inversión de las dos partes poema también podría llevar a la misma hipótesis.
El segmento siguiente del autógrafo, sin embargo, se transfirió bastante
fielmente a la versión dactilográfica. Así la parte que que decía: ‘el peso de
tu arado, no (sic) más mundo / del (sic) color de tu rato entre dos épocas’
(V1, vv. 6-8), se convirtió en ‘el peso de tu arado, ni más mundo / que el
color de tu yugo entre dos épocas’ (‘Batallas de España 1’, V2, vv. 28-29). Es
significativo que el manuscrito original tuviera algunas alusiones al
sufrimiento personal de Vallejo, las cuales luego fueron eliminadas. La sección
que originalmente decía, ‘Badajoz, me hizo (?) dejarlo, con mi atroz
desesperación, viéndote (lejos) desde un lobo, (solitario) / considerarte en
España, seguir (…)’ (V1, vv. 9-11), sufrió un cambio radical: ‘¡Estremeño,
dejásteme / verte desde mi lobo, padecer (…)’ (‘Batallas de España 1’, V2, vv.
31-32). Aquí el ‘lobo’ se entiende en el sentido de ‘humanidad terrible’; la
segunda versión de estos versos, por lo tanto, es menos personal y más apta dado
el contexto histórico. (133)
El
segundo segmento del autógrafo también sufrió
algunos cambios al transferirse a la versión dactilográfica pero no son
tan radicales como fue el caso con el primer segmento. Este trozo se centra en
dos imágenes, el humo y la sangre; se inicia con la imagen del ‘humo’ y, poco a
poco, el foco de interés se traslada a la ‘sangre’. Vallejo recurre a estas dos
imágenes no solamente para referirse a la destrucción de la guerra (en efecto
el humo provocado por los incendios) sino también a los efectos de la historia;
hay alusiones que podríamos llamar arqueológicas tales como ‘el humo del lobo
humano’ (V1, v. 14) y ‘el humo de la evolución de las especies (V1, v. 15).
Vallejo juega aquí evidentemente con el concepto dela espacialidad del pasado.
Antes de llegar a la versión definitiva de ‘Oigo bajo tu pie el humo de lobo’
(‘Batallas II, V3, v. 2; Silva-Santisteban, IV, 35, escribió ‘Oigo encima…’
(V1, rev., v. 14.) Algunas correcciones nacen del deseo de evitar lo cotidiano;
‘pesetas sangre’ se tachó (VI, 21), mientras que ‘Onzas de sangre’ (V1, v. 21)
se conservó. El segmento que Vallejo revisó más cuidadosamente fue el último
del poema. En esta parte vemos cómo Vallejo decidió sustitir a Badajoz por
‘Estremeño’ (V1, v. 29). Vallejo quiere aquí minimizar su propio rol. El
manuscrito original tenía una alusión a ‘ante tu trigo pesándome’ V1, v. 30)
-una comparación muy directa entre el sufrimiento del miliciano extremeño y el
del poeta peruano -pero se tarjó después. En la versión definitiva del
manuscrito tipográfico Vallejo alude imaginativamente a la relación entre el
miliciano y el sujeto lírico: ‘quedarse tan solo a verte así desde este lobo /
cómo sigues arando con tu cruz en nuestros pechos’ (‘Batallas de España 1’, V2,
vv. 18-19). Pero antes de poner ‘cruz’, Vallejo había escrito ‘hueso’ (‘arando
con tu hueso en nuestros pechos’; V1, v. 32), y, en una etapa transicional,
quiso en un momento dado introducir la expresión ‘ante el freno de tu clavo’,
pero finalmente optó por tacharla (V1, rev., v. 32). Demuestra que Vallejo
pensó en varias expresiones -todas las relacionadas con la Pasión de Cristo
(‘clavo’, ‘cruz’, ‘hueso’) -antes de llegar a la versión definitiva. Según el
autógrafo de ‘Badajoz…’ demuestra, Vallejo solía revisar muy cuidadosamente sus
poemas, y a veces invertía el orden en que debían aparecer en la versión
definitiva. En efecto, el proceso de refundición no se interrumpió ni siquiera
en aquel momento; el poema que originalmente se llamaba ‘Batallas de España 1’
se convertiría posteriormente en un nuevo poema con un nuevo título: ‘Batallas
II’ (Silva-Santsteban, IV, 35; 97).
Notas
(133)
En una carta a Juan Larrea escrita el 17 de febrero de1937 Vallejo describe a
la sociedad en que vive como llena de ‘lobos’, es decir, animales que devoran a
otros, pero se refiere a sí mismo como un ‘pobre hombre’: La humanidad de
terrible. Ya hablaremos de esto, si vienes por aquí. Lo cierto es que, en la
sociedad en que vivimos, hay que andar como lobo entre lobos, o si no, te
devoran. Sólo que hay quienes, como yo, no pasan de pobres hombres’; Epistolario general: César Vallejo, 265.
Es interesante notar que el borrador de ‘…Retrocede…’ contiene una imagen
similar. El verso, ‘con mi atroz desesperación, viéndote (lejos) desde un lobo,
(solitario)’ (‘Badajoz…’, VI, v. 10), por ejemplo, parece un eco de la imagen
del ‘lobo personal’ en ‘Retrocede…’ (V1, v. 9; véase 94-96)).
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