17/5/21

SAN JUAN DE LA CRUZ (150)

 

 

SAN JUAN DE LA CRUZ

 

LLAMA DE AMOR VIVA

 

OCTOGESIMOCTAVA ENTREGA

 

CANCIÓN TERCERA (10)

 

¡Oh lámparas de fuego,

en cuyos resplandores

las profundas cavernas del sentido

que estaba oscuro y ciego,

con extraños primores

calor y luz dan junto a su Querido!

 

DECLARACIÓN

 

74 / Por lo cual, los que no son tan espirituales que estén purgados de los apetitos y gustos, sino que todavía estñan algo animales en ellos, crean que las cosas que son más viles y bajas al espíritu, que son las que más se llegan al sentido, según el cual todavía ellos viven, las tendrán por gran cosa; y las que son más preciadas y más altas para el espíritu, que son las que más se apartan del sentido, las tendrán en poco y no las estimarán, y aun a veces las tendrán por locura como lo da bien a entender San Pablo, diciendo: El hombre animal no percibe las cosas de Dios; son para él locura, y le son muy dificultosas de entender (I Cor. 2,14). Por hombre animal entiende aquí aquel que todavía vive con apetitos y gustos naturales; porque, aunque algunos gustos nacen del espíritu en el sentido, si el hombre se quiere asir a ellos con su natural apetito, ya son apetitos no más que naturales; que poco hace al caso que el objeto o motivo sea sobrenatural, si el apetito sale del mismo natural, para que deje de ser apetito natural, pues que tiene la misma sustancia y naturaleza que si fuera acerca de motivo y materia natural.

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