M. M. BAJTIN
ESTÉTICA DE LA CREACIÓN VERBAL
(siglo XXI editores / 1982)
Traducción de Tatiana Bubnova
CIENTOTRIGESIMOTERCERA ENTREGA
TIEMPO Y ESPACIO EN LAS
NOVELAS DE GOETHE (16)
El siglo XVIII que se
considera como el más abstracto y ahistórico, en realidad fue época de
concretización y visualización del nuevo mundo real y de su historia. El mundo
se convirtió, de una concepción del sabio y del científico, en un mundo de la
conciencia cotidiana laboral del hombre avanzado.
La lucha filosófica y
publicística de los iluministas contra todo aquello que se fundaba en el más
allá y en la autoridad, que había impregnado las opiniones, el arte, la vida
cotidiana, las estructuras sociales, etc., tuvo un papel de gran importancia en
el proceso de la densificación y purificación de la realidad. A primera vista,
después de tal crítica el mundo parecía cualitativamente más pobre, en él había
menos cantidad de cosas verdaderamente reales en comparación con lo que se
había pensado antes, la masa absoluta de lo real, del ser verdadero, de repente
pareció disminuida y encogida; el mundo se hizo más pobre y más seco. Pero la
crítica abstracta y negativa de los iluministas, al disipar los residuos de las
junturas del más allá que consolidaban la unidad mítica, contribuyó a que la realidad
se concentrara en la unidad visible de un mundo nuevo. En la realidad
concentrada aparecían nuevos aspectos y perspectivas infinitas. Esta carácter
productivo y positivo de la Ilustración alcanza una de sus cumbres en la obra
de Goethe.
El proceso de la concreción
y totalización del mundo real puede ser apreciado en la biografía del Goethe
creador. Este no es el lugar para analizar este proceso de una manera más o
menos detallada. Un buen mapa del relieve de Europa aun era para Goethe un
acontecimiento. El porcentaje de los libros de viajes, de geografía (ya desde
la biblioteca del padre de Goethe), de arqueología e historia (sobre todo
historia del arte) en la biblioteca de trabajo de Goethe fue sumamente
alto.
Reiteramos que el proceso
de concretización, visualización y totalización en aquel entonces apenas se
estaba llevando a cabo. De este hecho proviene la increíble espontaneidad y el
carácter palpable de todo aquello en Goethe. Los “radios históricos” que salían
de Roma y Sicilia eran algo muy novedoso, así como la misma sensación de la
plenitud de la historia universal (Herder).
Por primera vez en las
novelas de Goethe (Años de aprendizaje y Años de peregrinación),
la totalidad del mundo y de la vida dentro del corte de una época está
relacionada con el mundo nuevo, real, concreto, visible y total. Detrás de la
totalidad de la novela está la gran totalidad del mundo y de la historia.
Cualquier novela grande, en todas las épocas del desarrollo del género, ha sido
enciclopédica. Un carácter enciclopédico poseen Gargantúa y Pantagruel, Don
Quijote, así como las grandes novelas de la época barroca (sin hablar del Amadís
y de los Palmerines). Pero en las novelas de la época del
Renacimiento, en los tardíos libros de caballería (Amadís) y en las novelas
barrocas se trata precisamente de lo enciclopédico con un carácter abstracto y
libresco, detrás del cual no había un modelo de la totalidad del
universo.
Por eso la selección de
lo esencial y su introducción en la totalidad de la novela tenían antes de
mediados del XVIII (antes de Fielding, Sterne, Goethe) un carácter distinto.
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