HUGO GIOVANETTI VIOLA
EL
EVANGELIO SEGÚN EL TRAIDOR
(LA
MALDITA COMEDIA)
primera edición WEB
primera edición 2007: Caracol al Galope /
elMontevideano Laboratorio de Artes
VIGESIMOPRIMERA ENTREGA
21
Isabelino
Pena arrancó un jazmín del fondo y lo fue masticando pétalo por pétalo mientras
saltaba los terraplenes llenos de cabras y hortalizas que se desbarrancaban
hacia la piscina antigua. Ahora el vaho del mantón y el maquillaje se imponen
sobre el hedor del saq y el brazo
apenas me duele y las uñas barnizadas rielan más que las ampollas de la caída.
-Pero ay ay ay / tu belleza empieza a abrirse
paso nene / en esta vieja cultura frita -iba jadeando el viejo con
carrasposidad rockera cada vez que le tiraba una patada a algún cuzco.
Después
cruzo la muralla tratado de no mirar la pudrición solar de la Gehena y vuelvo a
entrar por la Puerta de la Fuente que ya está mucho menos transitada que el
domingo, aunque los mendigos me manosean los tules como si fuera la reina de
Saba y no tengo más remedio que repartir tacazos a lo Fred Astaire.
-¿Qué
pasó acá? -improvisó una voz de vieja el detective al llegar al claro-plaza de
Siloé donde los chiquilines estaban muy callados.
-La
Hija del Hombre quiso hacernos jugar a la resurrección y los fariseos la
denunciaron al Sanedrin -me explica otro botija rapado de perfil egipcio.
-¿Y
la agarraron?
-No.
Se escapó montada en el lobo.
-¿Y
para dónde habrá ido? Soy la abuelita de Tarso y preciso encontrarla rápido.
-Ella
siempre se esconde en el Getsemani.
SARA
11: El mismo domingo que Jesús entró a la ciudad asesina cabalgando en el
burrito anunciado por Zacarías y bajo el humildísimo palio de los ramajes populares
y el vapor primaveral de la mirra de los mantos que acolchonaban los
baches-socavones del camino a Betania y los improvisados y reverberantes magnificat infantiles después de haber
llorado en lo alto de los Olivos entreviendo la inminente catástrofe de la Casa
de su Padre el Iscariote y el Valiente te visitaron para recaudar las finanzas
misioneras y brindaron por la coronación del Mesías aunque al rato se
empantanaron en otra rabieta etílica: Esteban parecía mucho menos eufórico que Judas
y lo acusó de no entender que el maestro no servía para dirigir ejércitos y que
en Betania permitió que Marta gastara los 300 denarios de ungüento
glorificándolo en un convite que al final se volvió un pan de duelo porque ya
se sentía un cadáver y que para un profeta eso importaba más que liberarse de
Roma y agregó que el amor siempre era un buen negocio sobre todo si nos
ahorraba el sacrificio de pelear de verdad: y el Iscariote aulló Yo fui el primero que le reproché a Marta
que gastara el salario anual de un obrero y además siempre robé lo que pude de
la caja y Esteban sacó el sicar y
lo chairó con la grasa del rulerío advirtiendo Al enemigo no se lo echa con los golletes rotos de los frascos que usan
las putas cuando se defienden en las hospederías y el día que el imperio se
decida a barrernos de Palestina vamos a organizarnos en serio y nos va a
alcanzar tener un campo de sangre para que los caranchos les coman el culo a
los legionarios y eso no cuesta más de 30 siclos.
Isabelino
observó el humo quieto que se doraba como un obelisco y cruzó una isla de
Olivos para golpear en la cabaña-taller de Juan Marcos. El muchacho no puede
tener más de doce años y me hace una reverencia asombrada pero dulce:
-¿De
Tarso?
-Soy
la madre de Amós -se sentó en un almohadón el detective, imantado por el
mosaico del Rabuní que rebrillaba entre la marea polvorienta de la media tarde.
-¿Y
Almá?
-Desapareció.
Y
le cuento le persecución y el reparto de la búsqueda que organizamos con Sara y
el futuro evangelista no se asusta demasiado:
-Lo
más posible es que esté en Betania con Rufo de Cirene. Hacía tiempo que quería
escaparse.
-Me
lo comentó ayer. Pero tenemos mucho miedo, Marcos.
-Jesús
está con nosotros -sirvió pan el adolescente de pelo color zanahoria y mirada
violeta. -¿Toma leche?
-Preferiría
conmemorar al maestro con un poco de vino. Muy poco.
Y
después de retener el buche-inyección ataco:
-¿Los
discípulos lo vieron resucitado, verdad?
-Ya
lo vio mucha gente.
-Yo
quisiera rezar un momento en el lugar donde lo prendieron.
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