9/5/21

FRANCISCO BRINES

 

FRANCISCO BRINES / PREMIO CERVANTES 2020

 

“HE SIDO LO QUE HE QUERIDO SER, POETA” por Joan arles

 

por Joan Carles Martí

 

(FARO DE VIGO / 24-4-2021)


Detrás de la pantalla del ordenador está animado y lúcido. Junto a Brines, Àngels Gregori, la poeta, amiga, confidente e impulsora de la fundación que lleva su nombre. Gregori ha encontrado poemas inéditos. A Brines no le gusta hablar de él, pero le encanta dialogar sobre poesía.

La ceremonia de entrega del Premio Cervantes, el máximo galardón de las letras hispánicas, prevista para el 23 de abril, se anuló días después de esta conversación. La salud del poeta es más importante que el protocolo. Sigue enamorado de la poesía y de sus amigos.

“Con deficiencias, pero sin perder el sentido, ni el buen humor”, responde nada más preguntarle cómo está y con un gesto de amabilidad me indica que está preparado para las preguntas.

Las muestras de gratitud por el Cervantes han sido enormes y cariñosas.

Eso me ha dado mucha gratitud, porque creo que la gente tiene una buena impresión sobre mí y me quiere. Enterarte de eso es una cosa positiva, porque la vida por ahí ha ido estupendamente. Y a todos nos gusta agradar, no ser rechazados, porque eso sí que es una cosa antipática e injusta. La persona puede ser amigable y dar la sensación de lo contrario, y entonces engaña a la gente sin querer.

Se ha encontrado el primer libro que escribió antes de Las brasas, Dios hecho viento.

Dios hecho viento lo escribí pero quedó completamente inútil.

Pero tiene el valor del primer poemario escrito cuando tenía 16 años.

Había una mirada, que me ha acompañado, un poco trágica, pero ahí ya estaba yo. Una mirada con la valentía aparentemente expresada por la pérdida de una fe heredada. Recuerdo bien el desgarramiento interior que me produjeron aquellos años.

Àngels Gregori también ha encontrado un poema en valenciano sobre recetas de cocina.

Tenía amistad con un poeta valenciano muy bueno, Vicent Andrés Estellés [Àngels apunta que le dedicó un poema], pero por respeto al valenciano y Ausiàs March no quiero publicarlo, es anecdótico.

¿Leía entonces la poesía en valenciano de Xavier Casp y Joan Fuster?

Tenía mucha amistad con Joan Fuster. En poesía catalana lo he leído todo, a Espriu, Carles Riba... En los años setenta adapté la traducción al castellano de Antígona de Espriu para el teatro de Mérida, que se representó con dirección de Joan Ollé. De poetas valencianos, también conocí a Marc Granell. Estaba cerca de ellos en aquella época, pero fueron desapareciendo... (sonríe).

Y usted se fue a Madrid. [Gregori cuenta que entre su correspondencia se ha encontrado bastantes cartas con Matilde Llòria i Pere Maria Orts, y que en los años 60 se escribe con Cernuda].

Escribía muchas cartas tanto en Madrid como en Oliva. También tuve mucha relación con Juan Gil-Albert y alguna carta nos escribimos, pero hablábamos mucho por teléfono.

En una de esas cartas sale como Vicente Aleixandre le ayudó a ordenar su primer libro Las brasas.

Frecuenté la casa de Aleixandre en la calle Velintonia de Madrid con mis amigos José Hierro, Carlos Bousoño, Claudio Rodríguez y Fernando Delgado.

Aleixandre estuvo de lector de español en Cambridge cuando usted daba clases en Oxford.

En Oxford conocí a Neruda, cuando recibió el honoris causa. Le regalé un ejemplar de Las brasas y creo que le gustó.

Aunque ya de vuelta a Madrid, venía mucho a Oliva. ¿Reunía a sus amigos en Elca?

Cuando mis amigos José Olivio Jiménez, Bousoño o Gil de Biedma venían a verme a Elca se quedaban en un hotel de Oliva o Gandía. No era corriente que se instalarán en Elca.

¿Cuál ha sido su mejor amigo?

 Mi mejor amigo poeta ha sido Bousoño porque nos veíamos mucho en Madrid.

¿Qué poeta vivo le gusta?

El mejor poeta para mí ha sido Cernuda, sigo a los jóvenes poetas, pero no sabría decir un nombre. Me gusta mucho también un poeta de mi generación, Gil de Biedma, que como persona era... (acerca la mano a la pantalla y la mueve a derecha e izquierda, el gesto típico de regular).

[Gregori interviene para explicar que ha encontrado una carta que escribe Brines a Gil de Biedma, uno de los poetas de la Escuela de Barcelona con los que se relacionó poco. Corría un bulo por Barcelona según el cuál el poema publicado de Brines ‘Poeta póstumo’ se lo había escrito a Gil de Biedma. Gregori dice que Brines en la carta escribe: “Me he enterado qué por Barcelona van diciendo esto, pero no es verdad”].

Brines muy atento aclara: Lo que interesa de un poeta es que sea poeta verdadero y Gil de Biedma era un gran poeta. También Claudio Rodríguez era un gran poeta.

¿Es verdad que cuándo ganó el Adonáis por Las brasas, Antonio Gala quedó finalista?

Sí, pero no tuve mucha relación con él. Un día me lo encontré en el centro de Valencia y unos chiquillos que pasaban por allí lo señalaron y dijeron “mira, el de la televisión”. Pero como poeta....

La primera edición del Premio Francisco Brines ha recibido mil originales. ¿Satisfecho?

Siempre tuve claro que habría un premio en valenciano y otro en castellano. Quiero a la gente de Oliva y de La Safor. Para mí lo importante es el sustantivo, poesía. Lo otro es adjetivo, española, valenciana, andaluza...

¿Cuándo publicará su último libro Donde muere la muerte?

No lo sé, porque me gustaría que hubiera algunos poemas más y más cortos.

¿Está escribiendo?

No... Ahora leo. He sido lo que he querido ser, poeta.

¿Por qué nada más ganar el Cervantes lo primero que pensó fue en su madre?

Porque las madres siempre cobijan las excentricidades de los hijos. Porque cuando ven que eso les hace felices a ellos y no molestan a los demás, ellas también son felices.

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