MARLO
MORGAN
LAS
VOCES DEL DESIERTO
CUADRAGÉSIMA ENTREGA
28.
BAUTISMO
(2)
Reanudamos la marcha del día evitando acampar cerca
del estanque. El segundo cocodrilo con el que tropezamos era mucho más pequeño,
y por la manera en que apareció pensé que se convertiría en nuestra cena. Los
Auténticos no suelen comer carne de cocodrilo. Consideran que el comportamiento
de este reptil es agresivo y taimado. La vibración de la carne comida puede
mezclarse con las vibraciones personales, haciendo que a la persona le resulte
más difícil seguir siendo pacífica. Antes habíamos cocinado unos huevos de
cocodrilo, que tenían un sabor horrible. Sin embargo, cuando le pides al universo
que te proporcione el alimento, no rechazas lo que te envía. Sencillamente,
sabes que en el gran escenario del mundo
todo está en orden, así que sigues la corriente, tragas de golpe.
Mientras caminamos a lo largo de la corriente hallamos
numerosas culebras de agua. Las mantuvieron con vida para disponer de alimentos
frescos a la hora de cenar. Cuando acampamos observé que algunos sujetaban las
serpientes con fuerza y se llevaban la siseante cabeza a la boca. Después las
agarraron firmemente con los dientes y las retorcieron con un fuerte y súbito
movimiento que les produjo la muerte instantánea e indolora en honor al
propósito de la existencia de estas criaturas. Yo sabía que ellos creían
firmemente en que la Divina Unidad no planeaba sufrimiento alguno para ninguna criatura
viviente, excepto lo que la criatura aceptaba por sí misma, creencia que se
aplica tanto a la humanidad como a los animales. Mientras se ahumaban las
serpientes, me senté sonriente pensando en un viejo amigo, el doctor Carl
Cleveland, y en los años que se había pasado insistiendo en la precisión de movimientos
cuando enseñaba a los alumnos a reducir luxaciones. Algún día, me dije,
compartiría la actividad de ese momento con él.
“No debería existir sufrimiento para criatura alguna
excepto el que ella acepte por sí misma.” Era una idea a considerar. Mujer
Espíritu me explicó que cada alma individual en el más alto nivel de nuestra
existencia puede elegir, y en ocasiones lo hace, un cuerpo imperfecto para
nacer; a menudo llegan para influir en las vidas con las que entra en contacto.
Mujer Espíritu dijo que los miembros de la tribu que habían sido asesinados en
el pasado habían elegido vivir plenamente antes del nacimiento, pero en algún
momento de su vida también habían elegido ser parte de una prueba esclarecedora
para otra alma. Si los mataban era porque así lo habían aceptado a un nivel
eterno, e indicaba tan sólo hasta qué punto comprendían lo que era “eternamente”.
Esa muerte significaba que el asesino había fracasado y que volvía a ser puesto
a prueba en algún momento del futuro. Todas las enfermedades y los trastornos,
creen ellos, tienen alguna relación espiritual, y serían como las piedras por
las que se cruza un río si los Mutantes quisieran abrirse y escuchar a sus
cuerpos para enterarse de lo que está ocurriendo.
Esa noche, en el desierto negro y uniforme, oí al
mundo que cobraba vida y me di cuenta de que por fin había superado mi miedo.
Tal vez hubiera comenzado siendo una reticente alumna de ciudad, pero al cabo
de mi viaje me parecía bueno haber tenido mi experiencia en el Outback, donde
sólo existe la tierra, el cielo y la vida antigua, donde están presentes las
escamas, los colmillos y las garras prehistóricas, dominados sin embargo por
gentes intrépidas.
Sentí que por fin estaba preparada para enfrentarme
con la vida que al parecer había elegido heredar.
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