Por las avenidas de tu recuerdo.

En estas dos últimas semanas, prácticamente no he parado de tener fiestas de fin de año.
Como bicho carnicero que soy… mi instinto y mis entrañas me palpitan. Y es curioso porque uno mantiene como un presente continuo…desde que recuerdo que tuve recuerdos. Y como que mi conciencia navega conjugando presentes que destilan un desgaste de células y materia que se transforma y da una aproximación de tiempo que pasa y sin embargo, por otro lado, pareciera que no.

Inclusive, con el respeto que me merece la psicología, por favor, me atrevo a decir que nada es una Ley inobjetable salvo pocas cosas y no se sino me sobran dedos de una mano para decirlas como que nacemos, morimos y que por ejemplo, siempre que llovió paro…pero muy poquitas cosas mas alcanzan para poder determinar entonces, verdades absolutas, por si de algo le importace al Universo.
La ciencia, proclamó rebeldemente el poeta, no es mas que la estrecha necesidad de ejemplificar nuestro miedo al porveir…

Quisiera retener los últimos vestigios del perfume que voy recordando de “M” y sin embargo siento que se diluye y solo quedo con sensaciones que magnifica su ausencia.
Su recuerdo, su textura, su pasión, el color de sus ojos, sus besos, su alegría, y hasta esa poesía que escribía tirados sobre la alfombra ya extaciados y no entendía pero me emosionaba.
Pero…el instante de magia que trasciende a los hologramas se compara a la densidad que proclama el perfume de su piel, tan presente como mi conciencia.
Sus sabores estrellándose en mi lengua o mi boca cuando devoraba su apetito para nada austero. O su lengua quizás, jugaba a asfixiarme llenandome de Vida y tanto Amor.
Hoy sin ir mas lejos, entre vasos de whisky, "merca" y otras "yerbas"…rodeado de gente alocada…fagocitantes del olvido, las apariencias y egoísmos excéntricos me invadió repentinamente el perfume de “M”, y su recuerdo embriagó mi aparente lucides.
Giro sobre mi, como una fiera agasapada que presiente a su presa (o su depredador) intentando atrapar el "nodo" que me convoca su recuerdo, pasa una "moza" con una bandeja con trozos de mollejas, chotos y riñones. Esperé que la bandeja humeante me dejase el paso libre para seguir ese rastro, como cuando en las películas muestran a los automóviles que se detienen rumbo a su destino mientras pasa el tren…cuando pasó, la moza, la bandeja y las achuras, salí a la caza de este apetito que me asaltó por el recuerdo.
Como una necesidad de tenerte, de enterrarte en mi, o de rellenar este vacío espacial que me dejaste.

Miradas…sonrisas, tragos repentinos, murmullos que escapan de bocas vacías que no dicen nada y tu perfume casi al borde de la piscina en un cuerpo ajeno, distinto.. La música tronaba mas que a Emiliano (NTVG), me sonaba como a "Tor" el Dios de la guerra Vikinga. Este apetito me inclinaba a la necesidad morderte succionarte la yugular y todos los poros que ocupan el hueco de mi boca en tu piel, hasta dejarte marcada toda y me digas, o mejor dicho decías después…”zen, me dejaste toda chuponeada” y te reías como quien lleva las marcas sagradas de la pasión y los instintos a flor de piel, haciendo un alarde juguetón como de loba satisfecha, mientras caía rendido por tus abrazos y tus besos.

Nada me impediría, pensaba, encontrarte hoy, sabía que estabas y te estaba mirando en otro cuerpo diferente que me mira y se ríe…me invita acercarme con sus ojos verde planeta…y me dice cosas que no entiendo…y hago que la miro pero es para aspirar su perfume, de poros de sal y arena. Ya no estoy aqui, es decir, allí. Son los recuerdos que me suceden una y otra vez y juego a la posibilidad de los que hubiese sido si... o los quizás sin oportunidad de retorno.
Extiende su mano este cuerpo ajeno y toca mi boca y siento, y siento que me dice si estoy acá y le digo que si, le miro las tetas y nos reímos mientras me habla y me pierdo en el reflejo del sol sobre el agua de la pileta que me da calma para pensarte ahora que estoy embriagado por tu perfume.
Me invade como una angustia, pero son las cicatrices de sus mordeduras en mi espíritu, es la lava que dejó en mis entrañas, y me sofoca, y me voy en la textura de su recuerdo.
No se, no huí, me fui como un espectro, como lo que somos, materializando penas y alegrías y me vine, aquí, a pensarte, a respetar el culto a tu recuerdo, y te dibuje así, como en la foto de arriba… que no es mas que la estela de tu blanca desnudes que me acapara imaginandote.

Nice Day