BEATRIZ CORBELLA
LOS EXTRAMUROS HEROICOS
El próximo 7 de abril a las 19 hs. será presentada en el Ateneo de
Montevideo Las Voces de Extramuros,
texto teatral de Beatriz Corbella
editado por AEDI (Asociación de Escritores del Interior). Los disertantes serán
el dramaturgo y crítico de cine Andrés
Caro Berta, la escritora y recitadora Myrthe
Myriam Sorondo y la propia autora. En la portada del libro figura una
fotografía de Ana Figueroa especialmente
elegida para esta edición.
¿Cuál fue el paisaje histórico que te inspiró la escritura de Las Voces de Extramuros?
El paisaje histórico que me inspiró
fue la situación que se vivía fuera de la Muralla de Montevideo, la angustia de
toda esa gente que tenía que abandonar todas sus pertenencias, su pago, dejar
todos sus bienes y prefería hacer eso, antes que quedar bajo el yugo español.
En sí, la única opción era seguir a quien veían cono su jefe “nato", por
eso en la obra está simbólicamente expresado el tema de la Libertad, de la
Muralla y otros.
La Pulpería también me inspiró,
como bien lo dice la Profesora Myrtha Bonilla Monegal, como chasque de noticias
en sí mismo, no fue solamente detallar lo que ocurría
desde el punto de vista práctico, de venta de cosas, de artículos de almacén y
de comercio de alimentos, cigarros y bebidas.
¿Cómo se fueron entramando los cortes temporales y las tonalidades
dramáticas de la obra?
La trama podemos decir se organizó en
mi cabeza en dos instancias pero en las dos me efectué la pregunta: ¿qué pasaba
acá, en el lugar de partida del Éxodo? En cierta forma me figuré que
allí, en el lugar de partida había un centro de poder. ¿Cómo lo hice? Primero
leí mucho, siempre me atrajo esa parte de la historia y el viejo tema de dónde
se detentaba el poder en esa complejísima etapa colonial del Río de la Plata. Y
lo otro que tengo que aclarar, la otra instancia de que hablaba es que esta
obra tiene como antecedente otra de mi autoría que titulé Utopía Criolla, que fue premio del Concurso organizado por el
Shopping Tres Cruces y la IMM, hace unos años, donde en las bases se pedía un monólogo.
Ese comienzo también aparece en esta obra, un chasque ubicado en la zona de
Tres Cruces, en una pulpería, avisando que se venían los portugueses y que los
paisanos se iban al Éxodo. Ahora intervienen otros personajes, pero se repiten
algunos escenarios que se van formando con telones de fondo, con obras de
autores nacionales, porque también me gustan mucho las Artes Plásticas.
Las tonalidades dramáticas se fueron
armando a través de la música, Cielitos de Bartolomé Hidalgo, el Pericón, las
poesías de Zeballos y de Juan José Portugau dedicadas al Éxodo, que abordan la
situación y la disconformidad. Se va formando con los diálogos entre paisanos y
chinas y lo que me figuro que podían expresar a través de su lenguaje preciso y
directo. La trama se sigue hilando con poemas a Vaimaca
Pirú y a Artigas, ya en el mismo Éxodo.
En la representación se bailó el
Pericón y se formaron ruedas de fogón donde sucedían amoríos, de todo. También
introduje telones de fondo que van armando el texto y marcan las escenas. Un
poema de Juan Cunha señala el nacimiento de la Patria o la Patria naciente y
también sirve para mostrar el pasaje del tiempo, los meses que duró el Éxodo y
lo que demoró en llegar al Ayuí, todo lo que ocurría, que no solamente eran
penas y pesares. También introduje secretamente en el marco de la obra algún pintor
y alguna música que no son nacionales, lo que se descubrirá durante la lectura
del texto.
¿Considerás que la foto de una quema de basura playera elegida para la
portada de tu libro emblematiza la subyacencia arquetípica del relato?
Creo que la fotografía que se emplea
como portada encaja perfectamente con el tema. Su autora ya ha hecho varias
exposiciones con materiales que encuentra en la playa y un día le pregunté si
le gustaría participar en el libro y me envió esa que ves ahí, en forma muy
generosa.
Yo no soy
historiadora pero cuento una historia basada en hechos documentados,
como la existencia del "Chatre" o "Chantre", los curas
rebeldes expulsados de Montevideo, Matide o Matilda Borda y la situación
histórica por demás conocida de las Asambleas. El arquetipo del relato,
volviendo a la foto, está subyacente en los colores y la pasión por la causa
que encuentro representadas en esa arena. Son elementos naturales y escasos que
reflejan en forma “minimalista” simplemente la playa, simplemente lo nuestro.
Tanto en Salto como en Montevideo existe un establishment oficial que
relega a muchos creadores a trabajar en la intemperie de los que podríamos
llamar extramuros culturales. ¿Te
sentís perteneciente a esa zona desnuda donde
cualquier realización nos exige el despliegue de una heroicidad generalmente
ignorada por el aplausómetro del exitismo inocuo?
Creo que el creativo no tiene que
hacerse esos planteos. Quien más, quien menos, en estos temas tiene que pelearla
al mejor estilo gauchesco: tenemos que partir desde donde podemos, con
humildad, no somos los únicos en nada y siempre va a surgir alguien mejor y a
haber otro peor en cualquier disciplina, todo el tiempo. Del “ninguneo” recién comienzo
a darme cuenta ahora que voy por el tercer libro, estaba demasiado ocupada en
otros trabajos para darme cuenta "prima facie". Hay quienes no
aceptan ni entienden la diversidad. Entonces surgen reacciones que no llegás a
comprender, producidas por demasiados “egos” y te tapás la cabeza para poder
seguir porque no entendés nada. Parece que muchos de los que toman decisiones y
nuestros propios pares (me refiero a los del arte), no asimilaron las
enseñanzas varelianas y mirá que en el interior es casi lo mismo escuela
pública o colegio privado.
Por mi modalidad, he estado desde
siempre trabajando y trabajando sin detenerme en esos análisis y teniendo en
cuenta que “no vendo el rico patrimonio”. Y sí, me ha resultado difícil
realizar lo que he hecho: en ese sentido estoy a campo abierto luchando a brazo
partido, totalmente fuera de todo “establishment” y fuera de la muralla como
los que se iban al Éxodo pero también con su misma determinación.
Además siempre aparece alguien que ayuda.
En este caso surgió la oportunidad de editar Las Voces de Extramuros a través de una asociación de escritores
sin fines de lucro como es AEDI, cuyas ediciones están a cargo del Profesor
Nelson Guerra, que ha delegado la presentación pública en su Secretaria
General. Vaya mi agradecimiento tanto hacia ellos como a la prologuista, la
Profesora Myrtha Bonilla Monegal -que ha captado con precisión la esencia del
mensaje que quise dar- y a elMontevideano Laboratorio de Artes por su interés
difusorio.
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