ENCUENTRO
CON LA SOMBRA
(El
poder del lado oscuro de la naturaleza humana)
Carl
G. Jung / Joseph Campbell / Marie-Louise von Franz / Robert Bly / Ken Wilber /
Nathaiel Branden / Sam Keen / Larry Dossey / Rollo May / M. Scott Peck / James
Hillman / John Bradshaw y otros
Edición
a cargo de Connie Zweig y Jeremiah Abrams
SEGUNDA ENTREGA
PRÓLOGO
/ Connie Zweig (2)
La búsqueda de sentido
que había orientado mi vida hacia la investigación, la psicoterapia y la
meditación se convirtió en una amenaza. Mi autosuficiencia emocional y mi
celosa independencia de los hombres dio paso a una dolorosa vulnerabilidad y
súbitamente me transformé en una de esas
mujeres que viven obsesionadas por las relaciones íntimas.
Mi vida pareció
desbaratarse de repente. Todo lo que hasta entonces había sido una realidad
incuestionable se vino abajo como un tigre de papel arrastrado por el viento.
Sentí que estaba convirtiéndome en lo que nunca había sido y todo lo que tanto
me había esforzado en construir perdió su sentido. La madeja de la historia de
mi vida comenzó a desenredarse y todo aquello que hasta ese momento había
descuidado y menospreciado brotó de mi interior como si se tratara de otra vida
-aunque también mía-mi imagen especular, mi invisible gemelo.
Entonces pude
comprender por qué hay gente que enloquece; porque hay personas que se lanzan a
vivir apasionadamente aventuras amorosas a pesar de disfrutar de una relación
matrimonial estable; por qué hay quienes gozando de una sólida seguridad
económica se dedican a robar, atesorar o malgastar el dinero; entonces
comprendí, en fin, por qué Goethe dijo que jamás había escuchado hablar de un
crimen que él no fuera también capaz de cometer. Me sentía capaz de cualquier
cosa.
En esa época recordé
haber leído en algún lugar la historia de aquel juez que, poco antes de
condenar a muerte a un asesino, reconoce en los ojos del condenado sus propios
impulsos criminales.
De este modo, los
aspectos más lóbregos y criminales de mi ser se hicieron patentes pero, en
lugar de condenarlos a muerte y relegarlos de nuevo a las profundidades del
reino de la oscuridad, decidí intentar afrontarlos y reorganizar mi vida. Así,
después de haber atravesado un período de profunda desesperación, estoy
comenzando a sentirme más completa, experimento una expansión de mi naturaleza
y mi relación con los demás es mucho más profunda que antes.
Cuando hace unos veinte
años me hallaba en la cúspide de la soberbia espiritual mi madre me dijo, en
cierta ocasión, que admiraba mi amor por la humanidad pero que dudaba un tanto
de mi afecto por los seres humanos individuales. La aceptación gradual de los
impulsos más oscuros de mi ser ha favorecido el desarrollo auténtico de mi
compasión. Hace un tiempo desdeñaba a las personas normales, llenas de deseos y
contradicciones; hoy, en cambio, me parecen algo extraordinario.
Para que mi vida
externa no quedara destrozada y no tuviera que desechar el creativo estilo de
vida que tanto me gusta busqué una forma simbólica de favorecer el
alumbramiento de mi sombra. Para ello, durante la elaboración de este libro
viajé a Bali, donde la lucha entre el bien y el mal constituye el tema central
de cualquier danza y de cualquier espectáculo de sombras chinescas. Existe
incluso un ritual de iniciación en el que, a los diecisiete años, los balineses
liman sus colmillos para exorcizar los demonios de la ira, los celos, el
orgullo y la avaricia después del cual el individuo se siente purificado y
renovado. Lamentablemente, sin embargo, hace mucho tiempo que nuestra cultura
ha dejado de prestar atención a ese tipo de ceremonias de iniciación.
De este modo, la
elaboración de este libro ha terminado convirtiéndose para mí en una forma de
cartografiar el camino del descenso y de llevar la luz a la oscuridad.
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