ALICIA PREZA
“DESPUÉS QUE ALGO INVISIBLE TE
ATRAPA NO HAY ESCAPE”
Alicia Preza asistió al taller literario
de la profesora Alicia Langenhin y posteriormente al taller del profesor Lauro
Marauda.
Desde 2005 organiza y coordina junto a Andrea Estevan el ciclo literario La pluma azul desde al año 2005, y recibe una mención en el 2do concurso de
Poesía Pablo Neruda (2009).
En 2010 su poemario El ojo de la lluvia (Editorial Yaugurú)
recibe el Primer Premio compartido en el concurso de Poesía Joven organizado
por la Casa de los Escritores del Uruguay. En 2011 participa en “5x5”, homenaje
a cinco escritoras uruguayas organizado por el Centro Cultural de España y es
seleccionada y antologada junto a otros nueve poetas jóvenes en el concurso Poesía Urgente / Poesía
Emergente.
Es egresada de los talleres de
arte escénico del Teatro Circular de Montevideo y ha incursionado en la
dramaturgia con la obra Voces en el
espejo, realizando también un taller de actuación y dirección de cine a
cargo de Beatriz Flores Silva.
El próximo 18 de mayo
participará en el recital inaugural del ciclo de poesía y música Rumor de hipnótico concierto (que
organizan mensualmente Pocitos Libros, Vitanova Producciones y
elmontevideanolaboratoriodeartes.blogspot.com) junto a Hugo Giovanetti Viola, Federico Miralles y Marcos Barcellos.
Tengo entendido que ya desde muy
chica, para hablarlo en Raymond Radiguet, “la poesía de las cosas empezó a
apoderarse de vos”. ¿Qué fue lo que más te marcó artísticamente en tu infancia?
Me llega una imagen de aquellos tiempos: Mi madre tocando el órgano, la
estufa a kerosene con su sombrero incendiado, postales que el invierno dejaba a
la intemperie y se veían a través del ventanal. Niña Alicia en silencio,
sumergida en ese mundo. Mi madre es un ser poético, mas allá de su quehacer
artístico en la música, la presencia de algo sagrado la selló, estaba en la
casa, en todas partes, después que algo invisible te atrapa no hay escape.
Yo también quise mirar detrás del velo, mi madre sabía que no había
retorno, ella no hizo nada concreto, sólo formaba parte de ese misterio, la
niña vio y empezó a hurgar. De eso no se olvida.
Tu poesía denota un alto nivel de
autoexigencia, pero da la impresión de que más que el pulido de la frase y la
redondez estructural del poema, te importa fundamentalmente -esta vez para
hablarlo en Felisberto Hernández- que la “planta” inconsciente crezca sin
demasiado hostigamiento de la racionalidad. ¿Es muy obsesionante?
Es muy cierto, convivo con la crítica interior que suele ser lapidaria,
la escucho porque tiene razón. En el momento exacto de la escritura trato de
apartarla para dejar que aparezca la otra, la que no puede ver el mundo desde
la racionalidad. Después vuelve la crítica a hundir sus manos en la masa. Es un
ir y venir, una necesita de la otra, aunque a veces haya discrepancias. La
obsesión es la búsqueda, el alimento intangible.
¿Cómo conviven en Alicia Preza la
actividad poética con las incursiones teatrales y cinematográficas?
Como dijo el gran dramaturgo argentino Mauricio Kartun: “Un creador es
siempre un poeta aunque no escriba jamás una palabra”.
Y ahora a partir de su frase celebro el hallazgo y describo mi visión:
En ese trayecto interminable lo poético está en toda manifestación artística
que logre transformar, mover las piezas de lo no visible. Me considero
espectadora en primera instancia, quien necesita del arte para vivir. Después
viene la que intenta crear, en ese plano me atrevo a probar, no sólo desde el
poema, las imágenes me llevan de golpe a otros sitios, a incursionar en otros
códigos donde pueda ver lo que imagino, me dejo llevar por eso, me refiero a la
dramaturgia y dirección de actores, en donde comencé a incursionar en pequeños
proyectos y acabo de empezar otro. Respecto a mi incursión incipiente en lo
cinematográfico, tuve la suerte de asistir al taller de actuación y dirección
de actores de Beatriz Flores Silva, conocí a una maestra, de esas que saben
transmitir, desde una sólida e inteligente mirada, desde el arduo trabajo, la
crítica y la búsqueda de lo genuino, dejando toda estructura infértil a un
lado. Me impactó en serio.
Con un pequeño grupo de alumnos que conocí en su taller, estamos en
proceso de creación de un cortometraje. La idea es no quedarse, siempre buscar
aprender más de los otros y de uno mismo, de algún acierto y muchos errores, no
hay techo en este viaje.
¿En qué vertiente y con cuáles
autores de la literatura uruguaya te alinearías?
Como ya los nombré en reiteradas oportunidades y tengo a otros autores
que me atraparon al escucharlos y aún los tengo pendientes por leer, sería
injusto dejar nombres afuera porque considero que aquel que logra modificar
algo en mí, se torna guía ineludible en ese viaje. Me empapo de ellos, no sólo
de su obra, a algunos tengo la suerte de haberlos conocido y algunos forman
parte de mi vida, ellos saben el lugar que ocupan, no sólo escriben libros,
viven en permanente comunión con lo poético. La vertiente es ésa y por ella
vivo.
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