¿CUÁL ES TU ÁRBOL?
LA HISTORIA DE LA MUJER QUE SUBIÓ A UN ÁRBOL PARA
EVITAR SU TALA Y NO BAJÓ EN DOS AÑOS
.
Cuando Colón pisó
América por primera vez, Luna (una secuoya de 60 metros de altura) tenía
ya 500 años. El 10 de diciembre de 1997 cuando su tronco sobrepasaba los 1000
anillos, el destino y una motosierra se cruzaron en su cepa. Julia
Butterfly Hill, una activista de 23 años, decidió interrumpir lo
inevitable y encaramándose al árbol impidió la inminente tala. Pasó 738 días
entre sus ramas y sin poner un solo pie en tierra obligó a la compañía
maderera, tras durísimas negociaciones, a indultar el árbol y a todos sus
hermanos cercanos.
“Nadie
tiene derecho a robar al futuro para conseguir beneficios rápidos en el
presente. Hay que saber cuándo tenemos suficiente…” Julia Butterfly Hill en su libro “El
legado de Luna”
Cuenta en su biografía
que cuando era ya una adolescente, en una de las asiduas caminatas por la
naturaleza con su familia, una mariposa aterrizó en su hombro y permaneció con
ella durante todo el trayecto…metáfora de la aventura de su vida sirvió también
para acompañar su nombre para el resto de sus días.
Pero fue con 22 años y
una experiencia traumática a modo de grave accidente de tráfico lo que
convirtió a Julia en la activista verde que conmocionó a un país entero.
El percance dejó graves secuelas cerebrales que requirieron un lento proceso y
terapia intensiva. La proporción y el valor del tiempo cambiaron para siempre
en Julia que dedicaba sus largas horas de rehabilitación a la
contemplación subversiva de los fastuosos bosques Californianos. La crisálida
dejó paso entonces a la mariposa.
“Me adentré en el bosque
y por primera vez experimenté lo que significa de verdad estar vivo. Entendí
que yo formaba parte de aquello. Poco después supe que la Pacific Lumber
Maxxam Corporation estaba talando esos bosques y mi confusión fue total. Contacté con la asociación Earth
First, que hacía sentadas en los árboles para impedir su tala. Así conocí a
“Luna”…”
La vida en el árbol fue muy dura
y cambió por completo a Julia. La idea era estar dos semanas hasta el
relevo de un compañero. Pero éste nunca se produjo. Un pequeño equipo le
suministraba con cuerdas y poleas los víveres necesarios para la travesía,
incluyendo unos pequeños paneles solares para cargar el móvil con el que
organizaba las entrevistas, captar adeptos para la causa o incluso hablar en
directo con el senado norteamericano. Su pequeño hogar, a 50 metros de altura,
consistía en una plataforma de 3 metros cuadrados cubierta por una lona
impermeable, un pequeño hornillo, un cubo con una bolsa hermética para hacer
sus necesidades y una esponja con la que recogía el agua de lluvia o nieve para
lavarse.
-“[…]
Sí, la Pacific Lumber comenzó entonces a talar árboles a mi alrededor.
Aparecieron helicópteros que me echaban chorros de agua. Quemaron los bosques
durante seis días, el humo destrozó mis ojos y mi garganta, y me llené de
ampollas. Luego montaron guardias día y noche para que no me pudieran
suministrar comida. Acabe amargada, chillando, dando golpes, al borde de la
locura. […] Para consolarme pensaba en las familias de Stanford que a causa de
la tala del bosque se inundaron y se quedaron sin casa… “ Julia Butterfly
Hill . Entrevista para ‘La vanguardia’
Pero lo peor estaba
por llegar. En el invierno de 1998 una impresionante tormenta de más de dos
semanas estuvo a punto de separar a Julia de Luna. Vientos
racheados acabaron con la lona y empujaron a Julia hacia el vacío.
Abrazada a la secuoya y próxima a la rendición, escuchó “la voz de la luna”
recordándole que “sólo las ramas que son rígidas se rompen”. Abandonó
entonces el apoyo estable para agarrar la inmadurez y flexibilidad de las
verdes ramas más jóvenes que fueron las que, a la postre, resistieron el envite
y con ello salvaron la vida de Julia.
Salvar esa tormenta
supuso un cambio de actitud. Julia se deshizo del arnés y de los zapatos
y se fundió con su entorno alcanzando su apogeo espiritual. No iba a volver a
vivir con miedo. Una importante dolencia de origen vírico en los riñones la
encaró de manera simbiótica, medicándose con extractos de plantas cercanas
suministradas por su equipo. Conocía cada insecto, cada rincón de Luna y
esto le permitió encarar con certeza y ventaja psicológica la negociación con
los deforestadotes que dejaron por entonces de llamarla “eco-terrorista”.
El tiempo fortaleció
la imagen activista de Julia y poco a poco fue ganándose el respeto y
los apoyos de muchas organizaciones ecologistas y de los medios. El desfile de
famosos que subieron al árbol a visitarla (Bonnie Raitt, Joan Báez o Woody
Harrelson) fue tan grande como el impacto mediático del desafío.
El 18 de diciembre de
1999 Julia descendió de Luna con las manos verdes del musgo y los
pies encallecidos, en medio de una gran ceremonia y entregando esta carta. Culminó con éxito las negociaciones con la
maderera quién se comprometió no sólo a respetar a Luna y todos los
árboles cercanos en un radio de 60 metros, sino a incluir una política
medioambiental en todos sus futuros trabajos.
Hoy en día Julia
sigue al frente de un importante grupo ecologista y activista. Ayudó a crear la
ONG “Circle of Life”, participando regularmente
en muchos de los “Tree-Sit” fecundados con su hazaña y desperdigados por
todos los rincones del planeta verde. Contó su experiencia en la copa de Luna
en el Libro “El legado de Luna” impreso en papel reciclado y
bajo el sello de tolerancia ecológica “SmartWood Certified“.
“…Permaneciendo
en la unidad, la solidaridad y el amor, sanaremos las heridas en la tierra y en
cada uno de nosotros. Podemos marcar la diferencia positiva a través de
nuestras acciones…” Julia Butterfly Hill “El legado de Luna”
En noviembre de 2001 un
desaprensivo buscador de reliquias (un infructuoso Mark Chapman de Luna) intentó cercenar a
Luna y asestó un tajo con motosierra de 35 centímetros de profundidad en su
cepa. Desde entonces unas gigantescas grapas consolidan el árbol.
(Las
referencias a Julia y su árbol Luna en la cultura norteamericana son
constantes. Los Simpson
rememoran el evento en uno de los capítulos de la serie “Lisa La ecologista” T12 C4. Los Red Hot Chili Peppers hacen referencia a la historia en su “Can’t Stop Live”. Y, a
principios del año próximo (2009), la directora Indo-canadiense Deepa Mehta
estrenará la película “Luna” inspirada en los acontecimientos y
protagonizada por Rachel Weisz.)
No hay comentarios:
Publicar un comentario