JOSÉ LUIS MACHADO
(DOCENTE ADJUNTO DEL TALLER DE LIVERPOOL F. C.)
LA TORNILLERÍA / UN GUIÓN
COSAS QUE PASAN EN EL
BARRIO (7)
2014-08-07
3 personajes:
Propietario del negocio. 45-50
Hija. 13-17
Clienta.35-40
Fade in.
(Nos encontramos
en una tornillería. Hay una selección de tornillos que se muestran alrededor de
la habitación. El propietario detrás de un mostrador de ventas. Su hija está
sentada en una silla frente a una mesa.)
Propietario:
¡Vamos hija,
tienes que clasificar todos esos tornillos! Hay que hacer el balance. Después la D.G .I nos persigue y yo no
quiero entrar en esa rosca.
(Hija ordena
sistemáticamente tornillos en distintas cajas. La puerta de la tienda se abre,
suena un timbre como los de los de detectores de movimiento. Entra una clienta)
Propietario:
¡Buenas tardes
señora! ¿Cómo anda? ¿En qué puedo ayudarla?
Clienta:
Eh… muy bien,
gracias. Mi marido me ha pedido que consiga un tornillo grande que perdió, vi
su sitio Web y me parece que este es el sitio indicado.
Propietario:
Sí, por supuesto,
señora. Usted ha venido al lugar correcto, nos especializamos en
tornillos de todos los tamaños, formas y metales. Con cabeza y sin cabeza. Es
más, yo soy un gran coleccionista de tornillos. Entre nosotros… (Propietario
baja la voz y se acerca a la clienta) dentro de muy poco estaré en el Guiness.
Clienta:
¡Genial!
(Ansiosa y excitada) ¿Cree que podría mostrarme los mejores que tiene? Me
gustan más bien gruesos y largos.
Propietario:
¡Cómo no,
señora! ¡Shelly! Ve a buscar los tornillos de la parte posterior, los
especiales. ¡Por favor!
Hija:
¿Cuáles?
(haciendo una seña con las manos)
Propietario:
(irritado)
¡Los de la caja
fuerte!
(La hija levanta
la vista, deja un tornillo de lado y corre a través del negocio, hasta la parte
trasera de la tienda)
Clienta:
Y, ¿cómo va la
venta con esto de la crisis?
Propietario:
Muy bien,
gracias señora, qué amable al preguntar. Hemos logrado establecernos como
los mayores proveedores de tornillos de Montevideo y sus alrededores.
Además vio que los uruguayos somos muy descuidados. ¡Perdemos cada cosa!
Clienta:
Mire que bien.
Y… cuénteme ¿Cómo empezó? ¿Cómo se le ocurrió la idea de vender sólo tornillos?
Propietario:
Bueno señora, mi
última ex esposa y yo estábamos de viaje por los EE.UU. Y mientras estábamos
allí vimos lo grande que eran las ferreterías y el surtido de tornillos que
tenían. Sabíamos que no podíamos competir allí ya que el mercado estaba muy
saturado, por lo que decidimos traer la idea de vuelta a Montevideo.
Clienta:
Mi esposo
siempre ha querido ir a los EE.UU. Pero le tiene fobia a los aviones. Y a los
pasajeros de los aviones y hasta las que venden los pasajes de avión.
(Hija regresa
con una caja repleta de tornillos de todo tipo y color y se la da a su padre)
Hija: (con
desgano)
Aquí está, papá.
(La clienta los
inspecciona)
Clienta:
(tomando un tornillo largo y grueso)
Me gusta
bastante este último aquí. Creo que es igual al que perdió.
Propietario:
¡Muy buena
elección, es de acero inoxidable! Es un excelente tornillo, lo lubrica un poco
antes de meterlo y puede conseguir un agarre fantástico en él. Y con nuestra
garantía de por vida se puede enroscar y desenroscar el tornillo tantas veces
como quiera.
Clienta:
Gracias. Creo
que me lo quedo. Es más, deme dos por las dudas. Y un destornillador para
apretarlo bien.
Propietario:
Ah, lo siento pero
no vendemos destornilladores ni tuercas. Va contra la política de la empresa.
Clienta:
Qué lástima.
Pero no importa: uso un cuchillo, de esos de manteca ¿Vio? Los que tienen la
punta roma.
Propietario: Ve
ahí nunca fui, pero seguro esos italianos deben de hacer muy buenos tornillos.
Clienta:
Si, puede ser.
Nunca lo había pensado. ¿Cuánto es?
Propietario:
Son 2000 pesos.
¿Contado o tarjeta?
Clienta:
Contado, por
favor.
(Intercambio de
dinero y el propietario pone los tornillos en una bolsa)
Clienta: ¡Muchas
gracias señor!
Propietario:
De nada. Espero
que a su esposo le sirva y usted disfrute en ponérselo.
Clienta:
Estoy segura de
que lo hará. (Pausa) Me pregunto señor, usted no ha pensado en vender el nombre
de la empresa ¿verdad?
Propietario
(intrigado)
Um… No. ¿Por qué
lo pregunta?
Clienta: Es que
mi esposo… (Se acerca como en secreto) él está buscando un nombre para su blog.
Hay una gran demanda de nombres de dominios como el suyo.
Propietario:
¿Qué? ¿A quién le interesaría www.almundolefalta+queuntornillo.com?
Yo realmente no veo qué interés podría tener. ¿De qué trabaja?
Clienta:
Es psicólogo.
Trabaja con políticos, futbolistas, docentes, escritores y otros
desequilibrados.
Propietario:
Ah… ya veo por
donde viene la punta.
Hija:
Papá, creo que
tiene que ver con el dicho y su profesión.
Propietario:
¡Usted señorita
no se meta en las conversaciones de los adultos! Y vuelva a poner los
tornillos donde van (La chica quiere decir algo y no la deja) ni una palabra
más. (Hija tira frenéticamente tornillos dentro de unas cajas, las da vuelta y
vuelve a empezar, mientras que el propietario mira de nuevo a la clienta)
Lo siento,
señora, pero yo no tiendo a asociarme con el tipo de gente que cree que todo el
mundo está un poco cuerdo.
Clienta.
No hay problema
en absoluto señor. No vaya a perder la chaveta. Muchas gracias y adiós.
(Clienta se va)
Propietario:
¿Viste, hija?
Hay cada cuerdo suelto. Tenés asegurado el trabajo de por vida.
Hija:
(Hacia él) Sí,
papá. (Para ella entre dientes)
Como los
tornillos. (Sigue ensimismada ordenando tornillos)
Fade out
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