17/10/18



FRANCISCO ESPÍNOLA

DON JUAN, EL ZORRO


ARTURO SERGIO VISCA: PRÓLOGO (3)


HISTORIA DE UNA NOVELA EXCEPCIONAL



CUARTA ENTREGA



3
DIEZ CAPÍTULOS Y TRES APÉNDICES (2)




V. Muerte y velorio del Peludo. De este capítulo se conservan los originales manuscritos a que se ha hecho referencia en las líneas dedicadas al capítulo I, La mala acción del Peludo. Pero la versión más avanzada, aunque con toda seguridad no final, es la que figura en Escritura, constituyendo el sexto y último capitulillo del fragmento allí publicado. El impreso conservado presenta numerosas correcciones manuscritas que, desde luego, han pasado a esta edición. No se conservan copias mecanografiadas ni ningún otro manuscrito fuera de los citados. La ubicación de este capítulo en el total de la novela reconoce las mismas razones de coherencia narrativa que validan la ubicación del anterior.


VI. En la casa del Zorrino. Este capítulo, tal como queda indicado en el inciso b) del parágrafo 2, y al igual del titulado La partida del Sargento Cimarrón, fue rescatado al ubicarse y ordenar las páginas que lo componen y que se hallaban dispersas entre una maraña de papeles de muy diversa índole. No quedó copia mecanografiada. Los originales manuscritos hallados corresponden unos, a la versión manuscrita primaria, y otros, a la secundaria. Pero tanto los unos como los otros son de muy difícil lectura. Por momentos, totalmente ilegibles. El capítulo pudo ser recompuesto mediante el estudio comparativo de ambas versiones, porque pasajes ilegibles en una pudieron ser descifrados en la otra. Es indudable que este capítulo, lo mismo que el titulado La partida del Sargento Cimarrón, estaba destinado a ser reelaborado a fondo. Su ubicación en el total de la novela suscitó algunas dudas. Es evidente que debe ocupar un lugar posterior al capítulo IV, La partida del Sargento Cimarrón, porque hacia el final de ese capítulo, el Zorrino le dice a don Juan: “-Bueno, ahora vamos derecho a casa. Y allí resolveremos lo que va a ser de tu vida (…)”; tampoco cabe duda que antecede inmediatamente al capítulo VII. La pulpería, porque al final de los folios de la versión manuscrita secundaria, figura, con letra del autor, la siguiente anotación: “Sigue en la pulpería de La flor de un día”. Hasta aquí no hay dudas acerca de su ubicación. Las mismas se plantean en relación con el capítulo V, la muerte y velorio del Peludo. ¿En la casa del Zorrino debía anteceder o seguir a Muerte y velorio del Peludo? Ambas ubicaciones eran admisibles. Se prefirió la segunda, entre otros motivos, para no separar demasiado la muerte de la agonía del Peludo.


VII. La pulpería. La ubicación de este capítulo no admite dudas. De acuerdo con anotación manuscrita recién citada; “sigue en la pulpería La flor de un día”, este capítulo debe ir inmediatamente después de En la casa del Zorrino. De la pulpería se conservan originales manuscritos (borradores, versión primaria y secundaria, ambas con abundantes correcciones manuscritas). La versión definitiva es la de CEDAL. Esta edición la reproduce con las correcciones manuscritas del autor que figuran en el impreso.


VIII. El sitio de la Mulita. Este extenso capítulo se mantuvo hasta ahora casi totalmente inédito: sólo fue dado a conocer el breve fragmento del mismo publicado en Asir. De los originales manuscritos sólo han quedado unos pocos folios. Se conservan, afortunadamente, los originales mecanografiados, en sus dos versiones, aunque incompleta la primaria. Ambas tienen numerosas correcciones manuscritas. Obviamente, para esta edición se utilizó la versión manuscrita secundaria. La ubicación de este capítulo y la de los dos siguientes no plantea dudas, porque los originales mecanografiados de los tres, en una y otra versión, constituyen dos series de folios con numeración correlativa (del 1 al 134 la versión mecanografiada secundaria).


IX. Los tres viejos. Sólo se conservan tres folios de los originales manuscritos. También un original mecanografiado con numerosas correcciones manuscritas. La versión definitiva de este capítulo es la constituida por su publicación en Puente, ya que el impreso respectivo tiene numerosísimas correcciones. La versión de Puente es la que sirvió para esta edición, pero después de efectuado un cuidadoso cotejo entre las correcciones manuscritas que figuran en el original mecanografiado y las que presenta el impreso.


X. Muerte de los Sargentos y de la Mulita. Se conservan manuscritos originales (una sola versión) y mecanografiados (versiones primaria y secundaria) con abundantes correcciones. La versión definitiva es la de CEDAL, que sólo presenta unas pocas correcciones manuscritas. Tras su cotejo con los originales mecanografiados secundarios, se utilizó CEDAL para esta edición.


Apéndice I: La tormenta y Apéndice II: Noche en el monte. Estos capítulos han permanecido hasta ahora inéditos. Se publican como apéndices porque no es posible darles una ubicación válida dentro del conjunto de unos diez capítulos que los anteceden. Sólo es seguro que pertenecen a la parte final de la novela. De ambos se conservan originales manuscritos (borradores y versiones primarias y secundarias). Todas las copias mecanografiadas tienen numerosísimas correcciones manuscritas. Esta edición recoge la versión mecanografiada secundaria pero después de efectuado un cuidadoso cotejo de sus correcciones con las que figuran en la versión mecanografiada primaria.


Apéndice III. Comentarios del autor sobre Don Juan, el Zorro. Recoge el material mencionado en el inciso e) del parágrafo 2.


La atenta lectura de los diez capítulos en que han quedado ordenados los materiales válidos para la recomposición de Don Juan, el Zorro, hará evidente al lector que los capítulos I y V, La mala acción del Peludo y Muerte y velorio del Peludo, respectivamente, y asimismo, la primera parte del capítulo VI, En la casa del Zorrino, difieren de los otros siete tanto por su concepción narrativa como por su realización estética. También podrá comprobar el lector atento que la novela, tal como ha quedado compuesta, presenta algunas contradicciones en sus aspectos anecdóticos. Así, por ejemplo, en los recién mencionados capítulos I y IV, Don Juan tiene trato personal con la Mulita, contradiciendo lo que dice el mismo Don Juan en la exclamación siguiente, que figura hacia el final del capítulo VII: “-Pobre Mulita! ¡Qué va a ser de ella, tan sola!... ¡Y yo sin haberla podido conocer personalmente todavía!”. Esas diferencias en la concepción narrativa y de la realización de algunos capítulos con respecto a otros, así como las incongruencias anecdóticas perceptibles en la novela, se explican fácilmente cuando se conoce el proceso -largo proceso- de gestación de la novela.

No hay comentarios: