M. M. BAJTIN
ESTÉTICA DE LA CREACIÓN VERBAL
(siglo XXI editores / 1982)
Traducción de Tatiana Bubnova
NONAGESIMOSÉPTIMA ENTREGA
EL PROBLEMA DEL AUTOR (9)
4
/ 1 Tradición y estilo. Llamamos
estilo a la unidad de procedimientos de estructuración y
conclusión del héroe y su mundo y de los recursos de elaboración y adaptación
(superación inmanente) del material determinados por los primeros. ¿En qué
relación están el estilo y el autor como individualidad? ¿Qué relación existe
entre el estilo y el autor como individualidad? ¿Qué relación existe entre el
estilo y el contenido (el mundo concluso de los otros)? ¿Cuál es el significado
de la tradición en el contexto de valores del autor contemplador?
Una unidad segura del
estilo (un estilo notable y definido) sólo es posible cuando existe la unidad
de la tensión ético-cognoscitiva de la vida, una tarea indiscutible que la
rija; esta es la primera condición; la segunda es una extraposición indiscutible
y segura (al fin y al cabo, como lo veremos, se trata de una confianza
religiosa al hecho de que la vida no esté en abandono, de que sea intensa y de
que tenga un movimiento propio, pero no dentro de un vacío valorativo), que es
el lugar sólido e indiscutible del arte en el mundo de la cultura. Una
extraposición fortuita no puede dar la seguridad en sí mismo; el estilo no
puede ser casual. Estas dos condiciones se relacionan íntimamente y se
determinan recíprocamente. Un estilo grande abarca todos los dominios del arte
o no existe, porque se trata precisamente del estilo de la misma visión del
universo y ya después del estilo de elaboración del material. Está claro que el
estilo exceptúa la novedad en la creación del contenido al apoyarse en la
unidad estable del contexto ético-cognoscitivo de la vida. (Así, el clasicismo,
que no aspira a crear nuevos valores ético-cognoscitivos, pone todas sus
fuerzas en los momentos de la conclusión estética y en la profundización
inmanente de la orientación tradicional de la vida. La novedad del contenido en
el romanticismo, su actualidad en el realismo.) La intensidad y la novedad de
la creación del contenido es, en la mayoría de los casos, la señal de la crisis
de la actividad estética. La crisis del autor implica la revisión del mismo
lugar del arte: en la totalidad de la cultura, en el acontecimiento del ser;
todo lugar tradicional aparece como injustificado; un artista es algo
determinado: no se puede llegar a ser artista; no se debe superar a otros
en el arte, sino el arte mismo; la no aceptación de las áreas de la cultura en
su determinismo. El romanticismo y su idea de la creación integral y del hombre
integral. La aspiración a actuar y a crear directamente en el acontecimiento
único del ser como su único participante; el no saber conformarse con el papel
de trabajador, definir su lugar en el acontecer a través de los otros, de
colocarse en fila con ellos.
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