SAN
JUAN DE LA CRUZ
LLAMA
DE AMOR VIVA
OCTOGESIMONOVENA
ENTREGA
CANCIÓN TERCERA (10)
¡Oh lámparas de fuego,
en cuyos resplandores
las profundas cavernas
del sentido
que estaba oscuro y
ciego,
con extraños primores
calor y luz dan junto a
su Querido!
DECLARACIÓN
75 /
Diráseme: “Pues, luego síguese que, cuando el alma apetece a Dios, no le
apetece sobrenaturalmente, y así aquel apetito no será meritorio delante de
Dios. Respondo que verdad es que no es aquel apetito, cuando el alma apetece a
Dios, siempre sobrenatural, sino cuando Dios le infunde, muy poco o nada se
merece. Y así, cuando tú, de tuyo, quieres tener apetito de Dios, no es más que
apetito natural, ni será más hasta que Dios le quiera informar,
sonrenaturalmente diciendo. De donde, cuando tú, de tuyo, quieres apegar el
apetito a las cosas espirituales y te quieres asir al sabor de ellas, ejercítase
el apetito tuyo natural, y entonces cataratas pones en el ojo y no dejas de ser
animal; y así no podrás entender ni juzgar de lo espiritual, que es sobre todo
sentido y apetito natural. Y si tienes más dudas, no sé qué te diga, sino que
lo vuelvas a leer; quizá lo entenderás, que dicha está la sustancia de la
verdad y no se sufre aquí en este alargarse más.
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