BETO DE LEÓN
“CORAZON CONCERTS DE EEUU / URUGUAY INVITA A VITANOVA PRODUCCIONES DE URUGUAY A TRANSITAR UN PUENTE SIN
FRONTERAS, ENVUELTOS EN EL PONCHO DE LA MUSICA”
por Mónica Telles
El productor musical uruguayo Beto de León (Uruguay, 1952) está radicado
en Santa Barbara, California, desde 2002. Ya a partir de 1992 había proyectado
y producido grabaciones discográficas en nuestro medio, y presentado músicos
uruguayos en la SXSW Music Conference en Austin, Texas, desempeñándose luego
como su representante para América del Sur. Durante esa década también
promociona y obtiene un contrato de licencia exclusiva con AFG Sigma Records
para fabricar, promover y distribuir dentro de EEUU, dos CD’s de producción
propia.
En 2007 funda Corazon Concerts y produce el Corazon Concerts Music Festival, y
comienza a representar a varios artistas estadounidenses reconocidos
mundialmente.
Durante esta visita de trabajo
nos concedió esta nota exclusiva para elMontevideano / Laboratorio de Artes.
Empezaste a desempeñarte como
productor en un Uruguay musicalmente árido, entre 1992 y 2002. ¿Pensás que ya
desde el arranque lograste ensamblar en tus trabajos la firme postura estética
que te marcó a fuego en los 60? Vale decir: la prospección de un arte popular con raíces y a la vez universalista
y no una simple música adaptada
al marketing pasatiempista? ¿Cómo
fructificó el primer enganche con los Estados Unidos que concretaste al
presentar músicos uruguayos en la SXSW Internacional Music Conference realizada
en Austin, Texas?
El carácter árido del medio incentivó el desafío y puso en
funcionamiento mi espíritu en un grado, que para mí, siempre estuvo al nivel de
necesidad vital, ya que crear y expresar es lo que me hace estar vivo,
existente.
Y sí, de arranque fue así. Sin embargo la estética de la música de los
60 no fue la única música que me marcó. Tuve la suerte de haber experimentado
mucha música desde que nací (tal vez desde antes), incluyendo música clásica en
todos sus estilos y también música folclórica de diferentes regiones del
planeta.
El primer enganche con EEUU fue fructífero en términos de
enriquecimiento en aprendizaje y experiencia. Lo que a su vez, combinado con mi
espíritu de búsqueda, me permitió seguir abriendo caminos.
Tu radicación definitiva en Santa
Barbara, a partir del 2002, te permitió conectarte -según consta en tu blog-
con algunas de las figuras que habían sido tus “referentes” en la adolescencia:
Eric Burdon, por ejemplo, para nombrar un caso muy significativo. Pero es
recién en 2007 que fundás Corazon
Concerts y realizás tu propio festival. ¿Cómo se fue desarrollando ese
proceso de integración que actualmente te permite soñar con establecer un
“puente” continuo de producciones donde se podrán integrar músicos uruguayos y
extranjeros de solidez profesional,
lo que desde tu óptica equivale a vocación
por repartir belleza?
Sólo estando dispuesto a avanzar en el camino por más curvas que se
presenten sin saber lo que te espera al otro lado de cada una de ellas, sólo
así, es que la vida te puede sorprender con lo inesperado y eso puede ser
justamente algo que has anhelado. Así es que literalmente al estar expuesto en
la calle y conociendo personas y por el boca a boca fue que tuve la suerte de
conocer y seguir en contacto con muchos artistas de los que por años estuve
promoviendo su música desde otras perspectivas, como por ejemplo a través de mi
disquería uruguaya, Kamikaze y
programas radiales como “Por la música, la vida”.
Al cabo de un tiempo sentí que estaba en condiciones de producir el
primer festival de Corazon Concerts
invitando a varios artistas de diversas partes de EEUU. Siempre manifesté mi
interés en crear ese puente y de la misma forma recibí interés por parte de
dichos artistas. En el trascurso de todo este tiempo, se han elaborado diversos
planes, los cuales están en distintas etapas de desarrollo, para lograr el
objetivo. Y por supuesto que, visto desde mi óptica, la llamada solidez profesional equivale a ser capaz de repartir belleza. Y eso sólo se logra si la
música cumple la función de comunicar amor en todo el sentido de la palabra.
En estos días se está gestando
-en un trabajo compartido por Corazon
Concerts y Vitanova Producciones- parte de lo que será el segundo CD del
dúo de solistas que integran Hugo Giovanetti Viola y Federico Miralles, con
vistas a ser lanzado simultáneamente el año próximo en Uruguay y Estados
Unidos. Vos, concretamente, propusiste incluir una transcreación castellana del
célebre anónimo norteamericano Nature boy,
además de Cucurrucucú paloma y dos de
los grandes clásicos de Atahualpa Yupanqui: La
flecha y La pura verdad. ¿Podés
fundamentar esta elección que para mucha gente resultará más bien
desconcertante?
Si, así es. Corazon Concerts y
Vitanova Producciones en este momento
están abocados a realizar una serie de grabaciones para el segundo CD del dúo
que integran dos artistas con cualidades muy importantes en cuanto a
experiencia, talento musical y sensibilidad interpretativa. Ellos son Hugo
Giovanetti Viola y Federico Miralles.
Fueron las cualidades de estos artistas y las características de los
temas que mencionaste lo que me llevó a proponerlos, precisamente. Los cuatro cumplen
con lo que nos inspira, ya que se expresan como actos de amor trascendente.
Parte de los objetivos de Corazon
Concerts es esparcir a los cuatro
vientos semillas musicales que puedan germinar en diferentes suelos. Así fue
como empezó este viaje y así continua, desde Uruguay hacia el mundo. Por lo
tanto se espera poder presentar el próximo CD en Uruguay, EEUU, España y la mismísima
Vía Láctea.
En síntesis: ¿cuál sería la
misión específica que debe cumplir la música a nivel popular en tiempos donde
por momentos parece predominar alarmantemente el cacareo de una liquidez apocalíptica que lo único que
logra es estupidizar a las mentes esclavas del consumismo salvaje? ¿Tenés fe en
el rescate del tesoro cósmico que llevamos todos adentro desde que nacemos?
Lamentablemente en estos tiempos y en otros también, por lo menos en la
cultura occidental, la decadencia creativa e interpretativa llega a todos los
rincones del “mercado”, y a tal punto que oficialmente ya la música se
categoriza como “entretenimiento”.
Y eso es lo contrario de lo que propusieron tantas otras culturas (las
indígenas, por ejemplo), donde la música siempre cumplió un rol específico como
vía de comunicación espiritual, medicinal, etc.
Pero sí, claro que sí, tengo mucha fe y la certeza de poder rescatar
nuestros tesoros cósmicos, que yo creo que nos habitan incluso desde antes de
nacer: desde que somos energía, luz, música, y todo lo inherente a la maravillosa
experiencia de la vida, de la existencia.
La música de por sí cumple con su misión, tanto la Música de las Esferas
como la Música de la Naturaleza misma, y si eso se detuviera el hombre perdería
todo sentido de existencia, ya que está aquí para interpretarla y comprender el
macro y micro cosmos en el que el existe. No es la música, sino que es el
hombre el que debe cumplir con la misión específica de desarrollarla para que
represente al universo mismo.
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