CON SETEVEN SPIELBERG Y TOM HANKS
“NO SOPORTAMOS VER NUESTRAS
PELÍCULAS”
Por Juan Luis Caviaro
(4 / 10 / 2015)
Hoy es un buen día
para los aficionados al cine: 'El puente de los espías' ('Bridge of Spies') ha llegado a la
cartelera. Ya os he comentado anteriormente que pude ver la (estupenda) película antes del estreno gracias a un evento
organizado por 20th Century Fox en Londres. Tras la proyección asistí a un
encuentro informal con las dos estrellas de esta producción: Steven
Spielberg y Tom Hanks.
¿Alguna vez habéis
soñado con conocer a alguien que admiras, y todo se desarrolla como si fuera la
persona más simpática del mundo? Fue así con ambos. Entraron en la sala
saludando amistosamente, Spielberg pidió una Coca-cola, Hanks una
manzana, se pusieron cómodos en un sofá y empezaron a charlar como si
estuvieran en su casa. Tras una breve presentación por nuestro lado, comenzó la
ronda de preguntas y respuestas, siempre con un tono distendido, cercano, como
si nadie estuviera allí por trabajo.
Creo que lo
notaréis leyendo el artículo. Por supuesto, hablamos del film que nos reunió
(sin spoilers) pero
también de su forma de trabajar y de su cine, hay varias anécdotas muy
divertidas, algún que otro consejo para aspirantes a directores y una
curiosa confesión: no soportan ver sus películas. Espero que lo disfrutéis:
Sobre 'El puente de los espías'
Hay mucho diálogo potente en la película, y varios monólogos, ¿se
permiten las improvisaciones en el set o sólo vale lo que está escrito en el
guion?
Steven Spielberg: Es mucho mejor hacer una película con un guion en
el que confías, que salir ahí con un guion que sabes que debes arreglar sobre
la marcha. No hay nada que descontrole más una producción que escribir mientras
ruedas. He hecho algunas así, sé lo caro que es. No queríamos ni empezar el casting
de la película sin tener confianza en el guion. Matt Charman escribió el primer
borrador, Joel y Ethan Coen los siguientes, tuvimos un buen guión. Una vez que
terminamos ese proceso hicimos un montón de reescritura. En el día a día
incluimos cosas que nos inspiraban y quisimos que estuvieran en la película.
Tom estuvo leyendo las memorias del verdadero Donovan y añadió pequeños
detalles divertidos que se nos habían escapado durante nuestra investigación,
para dotar de más autenticidad al personaje. Los Coen añadieron humor.
¿Cómo se produjo la incorporación de los hermanos Coen? No es el tipo de
género al que nos tienen acostumbrados.
Spielberg: Al parecer leyeron la noticia de que yo iba a dirigir una película
de espías y su agencia nos llamó: "Joel y Ethan siempre han fantaseado con
participar en una película de espías, ¿podrían meter mano en el guion?".
Les conocí después de 'Sangre fácil' ['Blood Simple'], cuando estaban
empezando, pero no mantengo una relación estrecha con ellos. Nos vimos otra vez
por 'Valor de ley' ['True Grit']. Entraron en mi despacho y me dijeron:
"Tienes un libro del que queremos hacer una película". Yo les dije:
"Genial, aquí está el libro". Firmamos el acuerdo. Me invitaron a
visitar unas localizaciones y les dije: "No hace falta, ya veré las
tomas". Nunca hablé con ellos. Me enseñaron la película y les dije:
"Genial". Y ahí terminó todo [risas].
Tom Hanks: ¡A eso es a lo que yo llamo producir! [risas]
Spielberg: Fue mi producción más divertida [risas]. Pero sólo puedes
hacerlo cuando se trata de gente como Joel y Ethan Coen. Y es verdad lo que
dicen, uno termina las frases del otro. Respetaron mucho el guión, el trabajo
de Charman, su investigación. Hace poco estuvimos en un evento con público
respondiendo preguntas tras la proyección, había cientos de personas, y el
moderador preguntó: ¿cuántos de vosotros conocíais la historia de Donovan? Y
sólo una decena de manos se alzaron. Nos inspiró a todos poder abordar algo
así, donde podemos aprender algo.
Precisamente eso iba a preguntar, no es una historia muy conocida,
¿cuáles fueron vuestras fuentes principales?
Hanks: Donovan escribió bastante sobre su carrera. Escribió un enorme
libro sobre su defensa de Rudolf Abel. Del cual sólo leí partes. Y escribió
sobre sus seis días en Berlín y los espías. De ahí saqué bastantes cosas. Por
ejemplo, el resfriado. Le dije a Spielberg que pilló un resfriado salvaje en
Berlín y me respondió: ¡Eso es genial! Podemos hacer que se vayan pasando el
resfriado. El retrato general viene de la dirección y el guion, creo que mi
trabajo es rellenar con los todos los posibles pequeños elementos humanos que
no requieren la necesidad de ser escritos. Lo único en ese sentido fue que
Donovan estuvo retenido en la frontera alemana, durante cuatro o cinco horas.
Estuvo solo en una oficina durante todo ese tiempo. Y vio unos planfetos
escritos en francés, inglés, español, italiano... sobre la gloriosa vida de los
trabajadores en el paraíso de la Alemania comunista [risas]. Y por eso
tengo la copia en inglés delante de mi cara en la película. Se trata de eso,
añadir pequeños y rápidos elementos, fue una conversación divertida con el
departamento artístico. Rellenas momentos como ése. Pero todo vino del propio
Donovan.
Es interesante ver la construcción del muro de Berlín. ¿Por qué decidisteis
incluirlo?
Spielberg: El muro era parte de la película. Su destrucción. Porque es parte de
la historia. Es parte de los hechos reales cuando Donovan llega allí, después
de que la CIA le pida dejar el sector privado y usar sus habilidades diplomáticas
para ayudar en la negociación, y nuestro gobierno permanecería entre las
sombras, en este intercambio con los soviéticos. El muro iba a estar ahí. Así
que evaluamos esa oportunidad porque la mayoría de las películas simplemente
muestran cómo cae el muro o que ha existido, así que teníamos la oportunidad de
recrear su creación. Y ese pánico de última hora, de saltar por la ventana,
antes de que la ciudad quedara dividida en dos.
'El puente de los espías' es muy tensa, sientes el peligro, pero apenas
hay muertes. ¿Por qué apostó por este enfoque?
Spielberg: Es lo que me atrajo del proyecto. Casi no hay disparos. Todas las
balas están en las palabras. Toda la acción está en las conversaciones. Todo el
suspense está en los esfuerzos diplomáticos, en no dejar a nadie detrás. Todo
esto me interesó. Además, una de mis películas favoritas es 'El tercer hombre'.
No va de disparar a nadie. La intriga está en las sombras, en no ver lo que te
espera en la siguiente esquina. Esto fue muy importante para todos, desde el
primer guión. Y los hermanos Coen dejaron puntos muertos en la historia para
que el espectador no sepa qué va a pasar a continuación. Hicieron pequeños
arreglos en la estructura para hacer todo más misterioso. Para mí... no sé,
creo como director ya eliminé de mi sistema toda necesidad posible de tiroteo
con 'Salvar al soldado Ryan' [risas]. Dios mío, cuánta gente moría en
esa película... Soy muy feliz de poder encontrar historias que me atrapan. Y
los mejores relatos están en nuestra Historia. Las mejores historias están los
capítulos que nuestros padres tuvieron que vivir, los capítulos que estamos
viviendo... Tienes que sacar lo que merece la pena y verlo con perspectiva. Eso
es lo más importante.
Sobre sus colaboraciones, las buenas películas, Indy, Eastwood...
¿Cómo es vuestra relación en el set?
Spielberg: Pues como ahora [risas]. Es informal. No nos ponemos tensos
entre nosotros. Quizá haya algún día duro, físicamente, para ambos, pero nos lo
ponemos fácil el uno al otro, y a menudo, muy a menudo, estamos de acuerdo en
todo. El mejor ejemplo es cuando estábamos rodando 'Salvar al soldado Ryan'.
Estaba preocupado por la cantidad de diálogos que había en el desembarco de la
playa, era un problema desde un punto de vista logístico. Una noche, al segundo
o tercer día de rodaje, comencé a tachar diálogos. A la mañana siguiente fui al
set y me dirigí directamente a Tom, que acababa de salir del vestuario, ya
caracterizado como el Capitán Miller, y le dije: "Tenemos que hablar. Hace
viento, tenemos que recortar lo que dices". Se llevó la mano a la mochila
y sacó el guión, que por cierto siempre llevaba encima, en la cartera, si os
fijáis en la película veréis el guión entre sus pertenencias [risas].
Sacó las páginas del día, me las enseñó y había tachado las mismas frases que
yo. Exactamente las mismas.
Hanks: Y le pregunté "¿qué vamos a hacer en lugar de decir todos estos
diálogos?" y me respondió: "Bueno, di lo que quieras, pero vais a
tener que ir hacia delante entre explosiones" [risas]. Como actor, llegas
completamente preparado para cualquier dirección que puedas imaginar, no es
sólo saberte los diálogos, es sobre la intención que hay detrás de todo. Estar
listo para cualquier circunstancia que pueda ocurrir, para cosas que no pasan
hasta que empezamos a rodar la escena, y ver si las incorporamos o no. Porque,
ya sabes, hay gente que llega al set con las gafas de sol puestas en plan... [cruza
las piernas, simula que tiene un guión entre manos, pasando las páginas
nerviosamente y mirando a todas direcciones] ¿Qué hacemos hoy? ¿Qué vamos a
hacer? ¿Vamos por la escena 16? ¿Hacemos la escena 16? ¿Qué hacemos?... Y
piensas: oh, mierda. Pasa a menudo, os sorprendería, tienes que estar listo
para lo que sea.
¿Cómo detectas una buena historia? ¿Una buena película?
Spielberg: No me corresponde a mí decir si he hecho una buena película, os
corresponde a vosotros. Simplemente amo contar historias. Todo tipo de
historias diferentes que no tienen relación con mi vida, me gusta implicarme en
historias totalmente extrañas a mí, hasta que me meto en su ADN y entonces las
entiendo mejor para contarlas con autenticidad. No hay una razón para dedicarme
a esto. Hay muchas cosas que podría hacer en mi vida, en lugar de esto.
Desafortunadamente, no se me ocurre ninguna [risas]. Hasta que no
averigüe si soy mejor haciendo otra cosa, seguiré contando historias. Dependerá
del público aceptarlas o rechazarlas. Lo único raro de todo esto es encontrarse
con el público. Y si el público no conecta en absoluto, siempre puedes decir:
bueno, a mí me gusta.
Tom Hanks: Debe ser algo que te fascine. Tan simple como eso. Hay muchas razones
para hacer una película. Besar una chica... [risas] Pero si es no es
algo que te fascina, es una pérdida de tiempo, ¿qué sentido tiene? Debe ser
algo sobre el comportamiento humano, que reconoces, y debe tener un tema que te
honre. Ya sabes, algo como, ¿por qué pasan cosas malas a gente buena? Y en
algún punto debes reconocer si es real o no. Me gusta ir al cine y siempre me
pregunto: ¿qué haría yo en las mismas circunstancias? Esas son las mejores
películas que puedes hacer. Las otras, ya sabes... A fin de cuentas sabes que
James Bond no va a morir. Quieres poder reconocer algunos aspectos de ti mismo
en la pantalla, y no eres James Bond.
Después de tanto tiempo haciendo películas, me pregunto si acudís al set
sin inseguridades, sin dudas.
Hanks: [mirando a Spielberg] ¿No sería genial?
Spielberg: Me encantaría hacer una película sin tener dudas sobre nada. Creo
que eso es lo que nos une a todos. Nunca has terminado de pintar. Nunca dejas
de añadir algo en alguna parte y siempre deseas tener un par de semanas más.
Por eso no puedo ver mis películas. Hay muy pocas que puedo ver. Quizá seis.
¿Cuáles?
Hanks: No le preguntes eso [risas].
Spielberg: Siempre veo algo que no tuve tiempo de hacer. O el tiempo y la
madurez me permiten ver cosas diferentes, estar más informado, saber más que
antes... A todos nos pasa lo mismo. Y aquí mi consejo: sentirte bien sabiendo
que has terminado de contar la historia perfecta, es lo que te va a hacer
seguir contándolas, una y otra vez. Cuando en mi interior sepa que lo he hecho
realmente bien, y esté satisfecho, entonces podré tomarme vacaciones el resto
de mi vida [risas]. Nunca estoy satisfecho. Y esa es una buena
sensación.
¿Y Tom, está satisfecho?
Hanks: ¡Nunca! Cuando emiten algo mío en HBO acudo rápidamente al mando a
distancia. No soporto verme. Porque nunca cambia. Nunca desaparecen sus
errores, los arrepentimientos... Desde la primera proyección, piensas "¿De
verdad me veo así? ¿De verdad sueno así? ¿En qué estaba pensando cuando hice
eso?" [risas]. No sacas nada de examinarte una y otra vez. Estás
contento de poder hacer películas, pero tu trabajo está conservado en ámbar y
no hay nada que puedas hacer. Salvo quitarlas y ver cualquier otra cosa. Hay
una cosa que me hace desconfiar siempre de los directores, cuando vuelven de
ver las tomas diarias; les preguntas cómo han salido y te sueltan: "LAS
TOMAS FUERON FAN-TÁS-TI-CAS" [risas]. Cuando un director me dice
eso, sé que la película va a ser un desastre [risas]. Cuando preguntas y
el director dice "No sé, estaban bien, vamos a esperar a
montarlas...", eso es lo que quieres oír. Porque cuando están tan seguros
de todo, de que son ¡GENIOS!... Huye. Huye, porque va a ser un desastre.
Steven, hemos oído muchos rumores sobre 'Indiana Jones 5', ¿la veremos
realmente algún día contigo y Harrison Ford?
Spielberg: Eso espero. Sí, me encantaría.
Hanks está rodando 'Sully', su primera colaboración con Clint Eastwood (de
ahí el pelo blanco y el bigote). ¿Qué diferencia destacarías respecto a
trabajar con Spielberg?
Hanks: Hay una cosa. Los dos están muy calmados, porque han hecho esto
millones de veces. En las películas de Steven, cuando vas a rodar, todo el
mundo, ya sea de peluquería o de efectos visuales, tienen que estar callados.
¡RODANDO! ¡ESTAMOS RODANDO! ¡TODO EL MUNDO! ¡ESTAMOS RODANDO! ¡LA CÁMARA ESTÁ
RODANDO! Eso por todas partes. Todo el mundo sabe que se está rodando. Cuando
oyes eso todos somos como caballos de carrera. A Clint Eastwood no le gusta
esto. Sólo ves a un puñado de personas haciendo esto: [alza un dedo y hace
movimientos circulares]. No hay ruidos, no hay locura, no hay gritos. Sólo
esto [repite el movimiento] y entonces Clint dice así: [susurrando]
"Ok, adelante".
Spielberg: Le he producido varias películas. Le conocí en el 73, yo había visto
'Escalofrío en la noche' ['Play Misty for Me'], y él estaba empezando a
dirigir. Somos amigos desde entonces. Mi compañía ha producido cuatro o cinco
películas suyas, y he estado en sus sets. Cuando está contento con una toma,
después de tres o cuatro intentos, no dice "corten, a positivar",
dice: "Ya está bien por esta noche". Y se va. [risas]"
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