HUGO
GIOVANETTI VIOLA
PURO
VERSO
primera edición: 1989 /
segunda edición aumentada: 1999 / tercera edición aumentada (WEB): 2015
DUODÉCIMA ENTREGA
CINCO:
DE CUERPO Y ALMA / HOMENAJE A MI PERRA (1)
(Los
siguientes textos fueron creados como un correlato dialéctico de 40 desnudos
expuestos por Horacio Herrera en
2008. Esta es su segunda edición WEB).
1
Después
que cumplí los cuarenta años mi alma se quedó sin brazos.
Mi padre
había muerto con ojos santos y no pude llorarlo.
Mi madre
viajó a encontrarse con una voz que la llamaba desde el cementerio y tampoco la
lloré.
Lo que
precisa un triste es aprender a estrellar su dolor.
2
Mi alma se
levantó a recorrer su tristeza hasta el final.
Mi madre
había sido una esclava de su madre pero mi padre decidió ser un hijo de Dios.
Yo tenía
que ofrecerle a mi mujer y a mis hijos y a mi pueblo y a la humanidad un
corazón sin cielorraso.
Es lo
único que importa.
3
Yo sabía
que la fe nos hace respirar el oro de cada hueso.
Y mi alma
se sentó a contemplar la invencibilidad del vitral que empezamos a construir en
las cavernas.
Mi padre
había pintado unas maravillosas iglesias vacías un año antes de viajar al
Padre.
Pero yo
todavía no tenía fe en mi fe.
4
Un día mi
hijo volvió de la escuela con una perrita que le regalaron por el camino y no
la dejamos quedarse en el apartamento.
Los
chiquilines le consiguieron cielorrasos de garage durante una semana.
Pero al
final tuvieron que dejarla a la intemperie y mi hijo lloró igual que Dios.
Entonces
le ofrecimos un cielo familiar a la perrita y le pusimos Lola.
5
A Lola le
fosforecía el alma como a una bailarina.
Y cruzaba
delicadamente las patas en la cucha que le hicimos al lado de la heladera.
Los perros
no nacieron para vivir sin tierra y nos dio muchísimo trabajo humanizarle los
aguaceros.
Pero ella
terminaría por ser muchísimo más humana que nosotros.
6
En esos
tiempos empecé a sentir la obligación de ser feliz.
Mi alma se
emborrachaba leyendo a San Juan de la Cruz y trataba de hacer llover leche
sobre cualquier corazón.
Mis libros
se leían cada vez menos.
La
indecencia de un místico es peor vista que la de un violador.
7
El ánima
de un hombre tiene esplendor de mujer.
En París
me enamoré para siempre de Nuestra Señora y supe que si no me transformaba en
su Hijo con mayúscula nunca iba a ser un revolucionario.
Pero
cuesta horrores que nos crezca una costilla celeste.
Tuve que
rezar mucho.
8
La gran
pena del mundo ya no es la esclavitud de los hombres sino la humillación de las
mujeres.
Ellas
bailan a oscuras.
Y muchas
veces se tapan el llanto con una sábana.
Sienten
que odian a Dios.
9
Yo tenía
que pelear por la Purificación.
Hasta que
cada hombre no se sienta tan importante como un pueblo entero ellas no
terminarán de ser ellas.
Porque
cada mujer vive soñando con ser atravesada por el mástil de la esperanza.
Miren la
patria triste.
10
Lola
siempre fue una loba encapuchada por un aura de miel.
Atacaba a
casi todo el mundo como si la humildísima humedad que nos regalaba no pudiera
tener muchos dueños.
Todo ángel
es terrible.
Eso lo
escribió un enamorado que murió por culpa de una rosa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario