23/2/16

LA INTIFADA PALESTINA Y SU POESÍA

Poemas palestinos de resistencia


Taufiq Zayyad
Mahmud Darwish
Fadua Tuqán
Samih Al-Qasim
Salim Yubrán


Prólogo, selección y notas de Alejandro Hamed Franco

Primera edición WEB: elMontevideano Laboratorio de Artes, 2016 / Primera edición: Arandurâ Editorial, 2002.


TERCERA ENTREGA


PRESENTACIÓN (3)



A lo largo del siglo XIX la mayor parte de la población palestina contaba sólo con educación escolar elemental, recibida fundamentalmente en escuelas religiosas. La institución islámica dedicada a la enseñanza era el Kutab, palabra cuya raíz significa escribir. Coexisten en la época escuelas oficiales otomanas con las de las distintas misiones religiosas cristianas.


Los centros de enseñanza superior se hallaban entonces en Estambul, Beirut y El Cairo. Hacia finales del siglo, sólo el 10 % de la población infantil estaba escolarizada. En las escuelas otomanas se enseñaba en turco, mientras que en las misiones se enseñaba en francés e inglés, y muy tímidamente se introducía el árabe.


La producción literaria palestina se insertaba dentro del vasto movimiento renacentista a la NAHDA, que tiene como objetivo principal recuperar las características artísticas y nacionales que identificaban a la literatura, el pensamiento y las ciencias árabes en el período clásico que comienza en el 661 con la dinastía omeya en Damasco, y se consolida con los abbasies en Bagdad a partir del 750, prolongándose hasta el siglo XII, sin olvidar el extraordinario desarrollo que conoció en Andalucía, con un gran énfasis por el conocimiento histórico. La aparición de la prensa y la difusión de principios sociales reformistas en todos los sectores de la sociedad palestina sobresalen ampliamente.


La primera publicación palestina de carácter periodístico fue Al Quds al Sharif (Jerusalem Santa) aparecida en 1876, impresa en turco y árabe, que se editaba mensualmente.


A fines de siglo, comienza la emigración palestina a tierras americanas y a Egipto. Se destaca plenamente una figura femenina, Mayy Ziyad (1886-1942), oriunda de Nazaret. Es el símbolo de la nueva cultura que iba abriéndose a la mujer. Organizó en Egipto un salón literario que fue célebre en su tiempo. Por su parte, Nayib Azuri contribuyó en dar a conocer el pensamiento nacionalista árabe fuera de su país. Formaba parte en Francia de la Liga de la Patria Árabe publicando en 1904 el libro “El despertar de la Nación Árabe” y entre 1907-1908 el periódico “La Independencia Árabe”.


Los intelectuales palestinos se lanzan con brío y entusiasmo a recuperar su espacio. Se multiplican las imprentas en la medida en que lo hacen los periódicos. En ese mismo año 1908 se crean quince periódicos: Al Karmel, fundado por Nayib Nassar en 1909, y Filastín, fundado por Isa al Isa, son los órganos que más amplio destaque brindan a la cultura.


En lo que atañe a la educación, comienzan a multiplicarse las escuelas oficiales, difundiéndose el uso de la lengua árabe. Aparecen también centros de estudios superiores como la Kulliyyat al Salahiyya, que dio un gran impulso a la lengua árabe. Muy pronto surgen también instituciones de enseñanza no confesionales como Al Madrasa al Dusturiyya (La escuela constitucional) fundada por Jalil al Sakanini en 1909.


La aplicación del Mandato británico sobre Palestina favoreció el desarrollo de la enseñanza de las misiones extranjeras y de grupos confesionales minoritarios, mientras que ejerció un severo control sobre el sistema educacional musulmán que era el mayoritario, limitando la forma de enseñanza y de la cultura nacionalista.


Es en ese contexto que hay que entender el hecho de que no existiera una universidad oficial árabe palestina, autorizándose sin embargo la creación de la universidad hebrea a mediados de los años 20. La población por esa fecha era de 757.182 palestinos, de los cuales 590.000 eran musulmanes, 73.014 cristianos, 83.000 judíos y 9.474 ciudadanos de otras religiones..


Numerosos palestinos tuvieron que trasladarse en consecuencia a Beirut, Trípoli (Líbano) y El Cairo a proseguir sus estudios superiores sin ningún apoyo estatal. Las clases sociales más desfavorecidas ya no pudieron acceder a ese nivel. Sin embargo, y pese a todas las trabas y dificultades, a finales de la época del 40, la tasa de escolarización entre los niños mayores de siete años era del 30 % en las áreas rurales y de alrededor del 45 % en los centros urbanos, porcentaje sólo superado por Líbano en el Mundo Árabe de la época.


La etapa de la ocupación colonial británica que comienza en 1918 es de resistencia soterrada, de dolor, de frustración, de la llaga del recuerdo. No es un proceso pasivo, sino de altísima tensión, de vivencias escondidas que buscaban romper las barreras de contención. Era la etapa de preparación.


Los escritores palestinos debían expresar el dolor de su pueblo, pero al mismo tiempo, estaban obligados a iluminar senderos para el futuro, retomando quizás la antigua tradición profética palestina. Muchos de ellos son figuras emblemáticas, tales como Abdel Rahim Mahmud, Mahmud Ibrahim Tuqan, Abu Salma, Fadua Tuqan, Mahmud Darwish, Samih Qasim, Emil Habibi, Gassan Kanafani.



Con excepción de estos dos últimos, todos son poetas. Habibi y Kanafani son narradores, que escriben cuentos cortos y posteriormente relato novelado, coincidiendo con los poetas en el emocionado y estremecedor sentimiento realístico de lo palestino. Parte de la obra de Kanafani, nacido en 1936 en Acre, y asesinado por un comando israelí en 1972, se inserta con el trabajo de los ensayistas, con los críticos e historiadores, que nos dan a conocer en forma cabal la evolución de la cultura palestina bajo la ocupación y la falta de libertad de expresión a la que son sometidos en forma implacable.

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