Leonardo DiCaprio
“HACER CINE ES COMO CONTROLAR UN CAOS”
por Fabian W. Wainthal
Llegar hasta el piso 14 del Hotel Four Seasons en Beverly Hills es como
vivir una verdadera película de Hollywood, donde gigantes guardaespaldas llevan
audífonos y micrófonos del estilo que solo el servicio secreto suele tener para
cuidar al presidente. Pero así es como 20th Century Fox cuida una superestrella
como Leonardo DiCaprio. Y después de llegar hasta la última habitación del
largo pasillo, después de pasar por la custodia de otro guardaespaldas ubicado
en la puerta de la suite 1401, finalmente tuvimos la exclusivísima entrevista,
con Leo DiCaprio, a solas.
¿Se da cuenta de lo que significa Leonardo DiCaprio para otras personas…
el poder que realmente tiene?
¿El poder?
Y... hay gente que lo ama y sigue sus películas en todos los rincones
del mundo ¿Realmente no se da cuenta de ese
poder?
Para mí, ir a una prèmiere es una experiencia muy rara
donde al mostrar una de mis películas también puedo ver las grandes cantidades
de fans mostrando su apoyo. Y es estupendo. Para un artista que trabaja tan
duro en lo que hace, se siente muy bien el reconocimiento de la gente.
¿Y cuando va a filmar a otros países, como cuando fue a Argentina para
filmar las últimas escenas de The
Revenant, es posible disfrutar los nuevos lugares, como una persona normal?
No, lo cierto es que cuando viajo a
estos lugares, me concentro demasiado en el trabajo y apenas tengo un par de
horas para explorar el territorio. Pero a veces consigo muy buenas experiencias
gracias al cine, porque puedo conocer la cultura y mucho más. Aunque esta vez
no fue así, desafortunadamente.
¿Aprendió algo de español al menos, durante el viaje?
No, no, para nada.
¿Ni siquiera aprendió español con un director mexicano, como Alejandro
González Iñárritu?
El español que habla a diario
Alejandro causa bastante gracia. Yo apenas entendí algunas palabras de lo que
decía y ni siquiera me acuerdo de las frases, pero sí. Lo mejor es que
Alejandro es un artista real, un verdadero director de cine independiente.
Estaba filmando una película épica, a gran escala. Y cuando tenía la
oportunidad de disfrutar algo de tiempo libre con el resto de los actores y
explorar la naturaleza, lo veíamos como un adolescente con su cámara nueva. Fue
increíble.
González ganó un Oscar, el año pasado con la película Birdman y todos dicen que esta vez es tu
turno. ¿Es posible que habiendo sido nominado cuatro veces, usted nunca haya
ganado un Óscar? ¿Cree que finalmente lo consiga?
Supongo que es una de esas cosas que
pasan en el cine, donde hago lo mejor que puedo para conseguir la mejor obra de
arte. Pero no tengo el menor control de lo que pueda pasar después.
Por las dudas, yo le traje de regalo un Oscar de chocolate, para que
vaya tomándole el gusto...
(Risas) ¡Gracias! (Recibe el Oscar…
de chocolate, con las dos manos y después de amagar a levantarlo como un
trofeo, lo guarda en el bolsillo derecho).
¿Qué significaría el Oscar para alguien como Leonardo DiCaprio?
Por supuesto, si la película llegara
a ganar algún premio o consigue buenas críticas, para mí sería realmente
estupendo porque esta es la clase de cine que ya no se hace tan seguido y me
gustaría ver muchas más parecidas en Hollywood. Solo puedo desear que pase lo
mejor.
¿Qué significó entonces la primera nominación al Oscar con What's Eating Gilbert Grape, 20 años atrás?
Fue algo que me sorprendió mucho. Y
me acuerdo que yo estaba petrificado por la idea de tener que subir y hablar
frente a todos, cuando me contaron la cantidad de gente que veía la ceremonia
del Oscar. Yo rogaba que no tuviera que subir a recibirlo. Eso es lo que me
acuerdo.
Así como Al Pacino tuvo que esperar nada menos que siete nominaciones
para recibir el Óscar con Scent of a Woman, Leonardo DiCaprio parece tener la
misma maldición que tuvo su gran amigo, el director Martin Scorsese, porque él
tampoco recibió el Oscar hasta que obtuvo la séptima nominación con la película
The Departed, donde Di Caprio
justamente fue el protagonista. Casualmente, apenas había pasado un año del
primer Oscar de Al Pacino, cuando Scorsese recibió su cuarta nominación por The Age of Innocence y, DiCaprio recibió la primera nominación al Óscar con
apenas 19 años, por la película What´s
Eating Gilbert Grape, que protagonizó con Johnny Depp (otra estrella sin
corona).
Después vino el éxito de Titanic,
que consiguió 14 nominaciones y 11 estatuillas, pero solo Kate Winslet estuvo
nominada y él apenas se conformó con la popularidad mundial, sin ningún
reconocimiento de la Academia de Hollywood. Gangs of New York y la
dirección de Scorsese también pudo haber sido una buena oportunidad, pero Di
Caprio no figuró entre las 10 nominaciones de la película (que al final,
tampoco se llevó ninguna estatuilla). Ni siquiera lo nominaron con Tom Hanks o
Steven Spielberg cuando juntos filmaron Catch
Me if You Can (ahí solo fue reconocido Christopher Walken en la categoría
de Mejor Actor de Reparto). Y la segunda nominación recién llegó en el 2005 con
la película The Aviator, pero el Oscar
se lo quedó Jamie Foxx por Ray. Con
la siguiente película, The Departed,
que coronó a Martin Scorsese como Mejor Director, el Oscar volvió a ignorar a
Di Caprio, aunque esa misma noche sí estuvo nominado por la película del
tráfico de diamantes africanos Blood
Diamond, aunque el trofeo se lo llevó otra historia africana con la
historia del dictador Idi Amin en manos de Forest Whitaker y The Last King of Scotland. Tampoco lo
nominaron por Revolutionary Road, ni Inception o J.Edgar y ni siquiera con The
Great Gatsby. Y para cuando fue nominado por cuarta vez, con The Wolf of Wall Street (en la misma
noche tuvo dos nominaciones, porque figuraba como productor en la categorìa
Mejor Película), el Oscar se lo entregaron a Matthew McConaughey por Dallas Buyers Club. Con la película The Revenant, Leonardo DiCaprio
recibiría su quinta nominación al Oscar como actor (sexta nominación, si se
cuenta la que recibió como productor de The
Wolf of Wall Street). Una nueva oportunidad y apenas una esperanza de no
tener que esperar tanto como Pacino o Scorsese, con la gloria de un Oscar que
ha dejado demasiadas cicatrices en la carrera profesional de Leonardo DiCaprio.
¿Así como su personaje en la película The Revenant demuestra su heroísmo con sus cicatrices, podemos
decir que sus películas y las nominaciones al Oscar son las cicatrices de su
carrera profesional como actor?
(Risas) Si son buenas cicatrices,
seguro.
¿Cuál de todas sus películas le gustaría mostrarle por primera vez a sus
hijos, en el futuro?
Bueno, supongo que mis hijos tendrían
que llegar a una edad muy particular para poder ver la mayoría de mis películas
porque muchas de ellas tratan circunstancias extremas y cierta violencia. Pero
la primera película que probablemente me gustaría que vean mis hijos sería (What's Eating) Gilbert Grape y This Boy's Life porque era una película
sobre la niñez y fue un momento muy especial para mí.
La película The Revenant
muestra una frase de su personaje, que dice que el viento no puede quebrar un
árbol con buenas raíces ¿Las nominaciones al Oscar en ese sentido son también
las buenas raíces para la carrera de un actor?
Sí... una de las cosas que
descubrimos con el rodaje de esta película son frases así, el tema de la
venganza, la perseverancia de un hombre y la habilidad de adaptarse y seguir
insistiendo hasta en las peores circunstancias. Esa es la historia de Hugh
Glass, mi personaje en esta nueva película.
Con la dirección de Alejandro Gonzalez Iñarritu, The Revenant es bastante diferente a las clásicas películas del
Lejano Oeste de Hollywood. Y Leonardo DiCaprio es el mejor en explicarlo: "La película
está basada en una verdadera historia de Hugh Class, como el líder de un grupo
que mientras busca pieles, es perseguido por la tribu de indios Arikara", comenta, "y en medio del viaje, es
atacado por un oso que lo deja casi muerto y aislado del grupo". Es ahí, donde la película también cambia por
completo, porque el mismo grupo que él lideraba lo deja atrás con la mala compañía
del personaje que tan bien interpreta Tom Hardy, mostrando cómo DiCaprio hace
lo imposible para sobrevivir con la única obsesión de buscar venganza.
¿Cómo describiría la historia de su personaje, con sus propias palabras?
Hugh Glass no es el cazador de pieles
más tradicional. Viene de una guerra que realmente lo afectó en diferentes
formas, porque fue testigo de la matanza de la población indígena en
Norteamérica y la crueldad del gobierno norteamericano. Por eso se aleja del
resto del mundo y se aferra tanto a la naturaleza. También se enamora de una
mujer indígena y tiene un hijo que es mitad indio y mitad blanco. Y el desafío
que enfrenta como padre de un hijo que tiene que vivir en ese período es lo que
también marca el tono de la película.
Aunque la película está basada en la vida real de Hugh Glass, ¿es
realmente cierto que buscó venganza en la vida real, por la muerte de su hijo?
En realidad fue un elemento que
agregamos al guión, porque le generaba otra dimensión emocional con el público.
En la película colocamos a su hijo en una situación donde termina perdiéndolo y
siente que el fantasma de su hijo lo sigue por todos lados.
¿A nivel personal, se considera la clase de persona que buscar venganza
como en la película?
Yo no soy muy vengativo. No podría
decir lo que soy.
¿Y es cierto que antes de empezar con el rodaje tuvo que pasar por un
fuerte entrenamiento, con el resto de los actores?
Es verdad, tuve que aprender a
sobrevivir porque había muchos detalles parecidos en el guión. Y trabajamos con
especialistas que nos enseñaron a usar los mosquetes que usamos en la película,
porque se tarda un minuto en cargar el arma. Y la piel de oso que casi me mata
en la película también se convierte en un elemento de supervivencia, como
abrigo.
¿Qué más aprendió?
Aprendí a encender el fuego usando
elementos naturales, aprendí cómo comer y sobrevivir en temperaturas muy frías.
Necesitaba aprender todo eso. Y los diarios que escribieron los cazadores de
pieles también nos dieron una idea de las condiciones difíciles en que ellos
vivían. Estos hombres eran increíbles. Era una época diferente. A mí me encanta
la naturaleza, trabajar con el medio ambiente, pero jamás podría decir que
estoy a su nivel. Nunca podría hacer lo que hacían estos hombres.
¿El rodaje fue tan difícil y doloroso como se ve en la pantalla?
Sí...y todos creo que sabíamos en lo
que estábamos metiéndonos, al momento de hacer una película así. Nos
presionamos hasta el máximo extremo, tratando de revivir los pasos de estos
hombres. Es una historia legendaria norteamericana de supervivencia y
perseverancia de un hombre que vivió para contarlo. Y lo bueno es que pudimos
filmar en los mismos escenarios, para ser lo más realistas que podíamos. Pero
muchas de las escenas fueron muy difíciles de hacer.
La escena de la lucha con el oso es de la que más habla la gente…
Esa escena creo que es una de las
experiencias más increíbles que va a tener el público en el cine. Fue muy
difícil filmarla, pero el producto final es realmente asombroso, porque
Alejandro (Gonzalez Iñarritu) consiguió poner al público en medio de la escena.
Se puede ver si una mosca está volando en medio del ataque y prácticamente se
siente respirar al oso. Te deja sin aliento. Lo que conseguimos, realmente, va
más allá de todo lo que yo vi en la historia del cine.
¿Las peores experiencias en medio de un rodaje ayudan en el proceso
creativo del actor?
Supongo que sí. Yo solía tener mucha
más adrenalina cuando era joven. Pero hay que entender que hacer cine es como controlar
un caos. Hay mucha gente que se preocupa por mi seguridad. Por eso es que nunca
me lastimé filmando esta película, ni siquiera una vez. Tuve muchas gripes y
resfríos por estar en temperaturas por debajo de cero grados y tuve que meterme
en agua congelada, pero siempre había un grupo de gente que me ayudaba. Mucho
de lo que se ve increíblemente difícil de hacer, fue increíblemente difícil de
hacer, pero también lo ensayamos al máximo, con las mayores precauciones
posibles.
¿Podemos decir que la película también es bastante política, cuando toca
los polémicos temas del comercio de pieles de animales y el medio ambiente?
Los elementos existen. Personalmente,
me encanta encontrar una película que trata sobre el medio ambiente y que es
tan literal con algo que todavía sucede en el mundo actual. Las compañías
petroleras van a Papua y Nueva Guinea o el Amazonas y Canadá y echan a los
indígenas de sus tierras o envenenan sus tierras y cortan sus árboles.
¿Este rodaje cambió su vida o su forma de pensar en ese sentido?
Creo que sí, pero más que nada por
todo lo que pasamos, por todo lo que hablamos sobre la relación del hombre con
la naturaleza, la relación del hombre con otros hombres, el hombre enfrentando
el mundo natural y otros animales, todas las experiencias que tuvimos también
forman parte del arte del cine. Fue una experiencia mágica.
¿Y cuáles son sus peores miedos, en la vida real?
Supongo que tengo los mismos miedos
que cualquier otra persona. Y después de haber pasado por las circunstancias
más extremas, igual que Hugh Glass en esta película, quiero seguir viviendo.
Quiero dejar todo lo malo atrás y encontrar solo lo positivo, al final.
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