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POEMAS DE JORGE CASTRO VEGA
Jorge Castro Vega (Uruguay, 1963) es poeta, crítico literario y teatral. Abogado de profesión,
ingresó al Poder Judicial en 1998 y actualmente se desempeña como juez en
Montevideo. Ha publicado Primera línea (1982),
Poesía de sitio (1985), Poesía involuntaria (1987), Poesía certificada (1989), Poesía arbitraria, antología personal (1989),
Con motivo de Ana (1991), Un poco de sol (1993) y Cosas que pasan (1997). Sus textos han
sido incluidos en diversas muestras y antologías; entre ellas, Antología plural de la poesía uruguaya del
siglo XX (W. Benavides, R. Courtoisie y S. Lago; Seix Barral, 1995), Poésie uruguayenne du XXe siècle (M.
Renard, Éditions Patiño, 1998), y Poesía
uruguaya, antología esencial (R. Courtoisie, Visor, 2010). Para el próximo
año, se anuncia la publicación de un nuevo libro: El mismo, río.
ADDENDA
No a la respiración del
pez sobre la arena.
Más bien -como el lanzacuchillos
que acepta ser su
propio blanco- buscar
el mínimo común
múltiplo
entre lo absurdo, la
lógica formal
y cualquier suerte.
UNA
COPA POR HAMLET
Retirar tu empuñadura,
mano
ensangrentada con
sangre de enemigo
a primera vista no
significa nada.
Incluso podría
entenderse como algo inevitable
fruto de aplazadas
partidas de ajedrez
o de una inflexión de
voz mal interpretada
por desperfectos de
teléfono público.
Descartada a priori la
legítima defensa
hundirte hasta el fondo
los ojos del adversario
y después limpiar su
mirada húmeda en el pasto
hasta podría
considerarse un acto de piedad.
Cualquiera de estos
casos
constituye una buena
emulación de esperanza
-esa hermana pobre del
perdón.
ESTRATEGIA
Domesticar la
desesperación.
Acostumbrarse a ella
como un ciego de
nacimiento
se acostumbra a su
ceguera.
Le haré el amor hasta
lograr desesperarla.
Entonces, tiraré el
bastón
y cruzaré la calle
-sin mirar-
con la luz roja.
ANTE
LOS PROBLEMAS BOTÁNICOS DE COLERIDGE
Si un hombre atravesara
el Paraíso
en un sueño y le dieran
una flor
como prueba de que
había estado allí
y si al despertar
encontrara esa flor en
su mano
¿entonces qué?
Se levanta, se viste
y sale a la calle en
busca
de la muchacha más
hermosa de cinco hermanas
la muchacha que baile,
cante, haga
objetos de arcilla y le
dé una pena tremenda
cuando la gente esté
herida
en el espíritu o en la
carne.
Para ahorrar tiempo,
puede
esperarla en un bar.
No importa cuál, pero
la muchacha
se sentará a su lado.
Tiene 20 años
y le dará unos días de
amor.
Tras una breve
ausencia, sabrá
que ella se ha cortado
el cuello con una flor.
Si algún dato no
concuerda
habrá estropeado una
hermosísima historia
habrá roto una red
infinita
de imperceptibles y
artesanales conexiones.
Entonces, será mejor
que vuelva a su sueño y
se esconda en él
porque saldré a
buscarlo
y no creo en el
infierno.
THE
REST IS SILENCE
Después de tanta
partitura
tanto signo, tantas
señales
ocultas en la arena
ya no es posible
pronunciar palabra.
Nadie encontrará la
isla
donde el viejo inventa
su historia del tesoro:
la clave muda
es una botella
Stradivarius.
HEXAGRAMA
49
I
Rezaban al dios del
lugar
y cambiaban de lugar
constantemente.
Vieron dioses que
desaparecieron
como desaparece un puño
al abrir una mano.
II
Hemos perdido
las cosmogonías y los
barcos.
Esta no es una iglesia
con altas camas de
hospital.
El gallo duerme.
Ahora todo está por
inventarse
de nuevo.
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