17/7/17

“BICHOS DEL TEATRO” POR LA COMEDIA NACIONAL

Entrevista y traducción por Guadalupe Vendemia

(Dossier / 12-7-2017)


«Bichos del Teatro» será representada en las instalaciones del Teatro Solís hasta el día 30 de Julio. Dicha obra, escrita por la autora inglesa April de Angelis, forma parte de la conmemoración de los 70 años del teatro más emblemático de nuestro país y ha sido una prodigiosa elección.
«Playhouse creatures», como se denomina en su idioma original, fue publicada en el año 1993, pero desarrolla las andanzas profesionales e íntimas de un grupo de actrices inglesas, en el siglo XVII. Estas mujeres, extremadamente diversas, se ven condenadas a una peyorativa horizontalidad mediante la cual deben soportar los prejuicios que su profesión acarrea. Consecuentemente, el espectador evidenciará los conflictos en los que estas figuras femeninas se ven envueltas para ser capaces de desligarse de su destino y, por ende, independizarse. De este modo, «Bichos del Teatro» logra convertirse en un hito; le otorga a las artes escénicas una historia apta para ser universalmente reconocida.


La versión de la Comedia Nacional, cuya dirección se encuentra a cargo de Lucía Sommer, consta de cinco actrices que llevan a cabo su labor de manera espléndida; Andrea Davidovics, Sofía Rivero, Stefanie Neukirch, Natalia Chiarelli y Alejandra Wolff. Cada una de ellas se destaca enormemente, presentando un manejo de su cuerpo y su voz sin precedentes. Indudablemente, es un elenco que inspira la ovación del público, ya que logra generar un altísimo grado de verosimilitud que es capaz de alcanzar la renombrada catarsis artistotélica. Por su parte, la escenografía ha sido modesta pero de extrema funcionalidad; logra cederle el total protagonismo a sus actrices. Al mismo tiempo, en lo que atañe al vestuario, este ha sido capaz de esbozar a la perfección cada permutación de dichas figuras femeninas; ya sea en su vida privada o en su evolución como artistas.
Por ende, en lo que concierne a la selección de obras para esta celebración, sin duda alguna, la Comedia Nacional ha realizado una buena labor ya que «Bichos del Teatro» es, efectivamente, una de las mejores elecciones.



APRIL DE ANGELIS / ESCRITORA



¿Cuál es su opinión sobre la versión a cargo de la Comedia Nacional?


Me sorprendió y me emocionó el hecho de que el Teatro Solís representara mi obra. No supe de ello hasta que el British Council me invitó y me hizo muy feliz. Cuando escribí la obra, en 1993, no tenía expectativa alguna de que se volviera a representar, ni hablar de que esto sucediera en otro continente. Para una escritora, eso es muy especial.


¿Qué opina sobre la traducción del título? El original Playhouse creatures presenta un significado bastante polivalente, mientras que la versión en español lo vuelve más concreto. Resulta interesante, por un lado, se ha elegido la palabra “bichos” en lugar de “cristuras”, lo cual le otorga una connotación aun más negativa. Por otro lado, la palabra “playhouse” hace referencia a un teatro específico de la época y, al mismo tiempo, a una casa de juguete creada para el entretenimiento de los niños. ¿Puede esta idea del juguete infantil relacionarse con el estatus de las actrices del momento? Es decir, estas mujeres raramente eran tratadas con seriedad y su profesión careción de respeto alguno.


El término “Playhouse creatures” es utilizado en otra obra de la época de la Restauración; una mujer de sociedad lo usa para acusar a su esposo, quién elige pasar tiempo con esos “Playhouse creatures”. Supongo que es un término resonante ya que las actrices eran creaciones del teatro -tratadas de forma inhumana, objetivadas sexualmente- pero también iban creando nuevas identidades. Iban interpretando sus roles y, consecuentemente, encontrando nuevas libertades y, también, una distancia valiosa mediante la cual podían replantearse experiencias y ganar cierto control a través del ingenio y la ironía.
Otro aspecto interesante es como la Sra. Betterton representa una suerte de discípulo de la figura de Lady Macbeth; adora ese rol. ¿Es posible interpretarlo, al mismo tiempo, como una sátira? Este papel representa un sueño y deseo constante de la gran mayoría de las actrices. Sin duda alguna, representaría el epítome de un rol vigoroso y desafiante. Creo que tus preguntas son muy perceptivas. Opino que es un papel que todas las actrices quieren interpretar y, ¿por qué? Es un rol muy transgresor en cuanto a género. Pero también lo estoy satirizando, gentilmente, de a momentos.



LUCÍA SOMMER / DIRECTORA



¿De qué modo cree que la dirección de esta obra la ha enriquecido profesionalmente? ¿Cuál, por otro lado, opina que ha sido el mayor reto a la hora de llevarla a cabo?



Bueno, sí, creo que me enriqueció porque es un texto complejo. Era el texto más importante que yo iba a dirigir por primera vez y tenía la complejidad de empezar a descubrir lo que hay por debajo del cuento lineal de la obra; a donde ella le entraba el diente, en profundidad, sobre la temática de la mujer. Hay una historia, que es la lineal, que uno puede ver por encima; la historia de estas actrices, estas primeras actrices inglesas. Pero, en verdad, todo lo que hay detrás, sobre todo lo que ella está hablando de la mujer en la actualidad, también, eso creo que es una de las dificultades. La otra fue dirigir un elenco tan potente, que es una virtud pero, al mismo tiempo, es una dificultad, a la hora de que Andrea [Davidovics] o Alejandra [Wolff] tienen mucha más trayectoria que yo. Entonces, también es un desafío, ¿no? ¿Qué nuevo puede uno aportarle a esas actrices con tanto trabajo, con tanto rodaje atrás? Me enriqueció impresionante. El reto fue todo el proyecto en sí;  siempre, cuando trabajas con actrices tan generosas, creo que te enriquece lo que descubrís con ellas sobre el trabajo. O sea, en el trabajo, sobre la escena, todo es descubrimiento. Entonces, las actrices o los actores enriquecen al director, porque lo potencian y descubren un montón de mundos que vos, en tu casa solito, no los vas a descubrir. Son más cabezas creando cosas, más cuerpos en acción que abren un universo que uno desconoce.



Louise Von Bergen en su libro Ibsen y Strindberg en Montevideo. Teatro en contexto expresa lo siguiente: “La investigadora de traducción de teatro Susan Bassnett señala que mucho de lo que se escribe sobre la traducción trata de la pérdida; la traducción de prosa y poesía tiene menos valor que el original -es second best. Pero cuando se trata del texto teatral, agrega Bassnett, es al revés. El texto dramático parece incompleto hasta ser puesto en escena.” (L. Von Bergen, 2008, pág. 24). ¿Qué opina de esta idea y cómo cree que se relaciona con “Bichos del Teatro”?



Bueno, tiene que ver con lo que te decía anteriormente; es cierto, obviamente. Nosotros partimos de una obra escrita que era muy generosa porque está escrita por una mujer de teatro, que fue actriz, no desarrolló su carrera pero, o sea, que es un bicho del teatro. Entonces, ella conoce la dimensión de trabajo del actor. Lo que sí es cierto, comparto la posición de Susan, es que se potencia. Cada director, con cada grupo de actores, le dan una dimensión que siempre va a ser distinta y siempre va a estar viva. Es como si el texto fuera plano y al ponerlo en escena se transformara en dimensional; tiene todas estas otras dimensiones que no existían. Todo esto lo va aportando cada actor y cada director y va a ser siempre distinto; eso es lo interesante. Sí, tal cual, comparto.



En su representación ha sucedido un fenómeno que se ha vuelto recurrente en muchas representaciones del país. En lo que concierne al acento utilizado por las actrices, se ha decidido neutralizarlo. De todas formas, llama la atención el uso constante de frase típicas uruguayas tales como “hasta las manos”, entre otras. ¿A qué se debe esta elección? ¿Hasta qué punto lo considera un beneficio para la obra y no un riesgo?




No es una elección; o sea, es una elección de la traducción porque en el inglés está. La traductora de la obra es Stefanie Neukirch, una de las actrices, que además ha tenido la surte de formarse en Estados Unidos y en Inglaterra y conoce muy bien el idioma. April de Angelis hace una elección clara de dejar deslizar frases, terminología que es actual, para trascender en el tiempo. Si bien está hablando de 1600, ella está hablando del 2017; de la situación de la mujer hoy. Nosotras la primera vez que la leímos dijimos; “Qué extraño esto; «No pareces una flauta ni ahí»”. Al principio nos chocó y después, con el estudio en profundidad de la obra, nos empezamos a dar cuenta de que eran más bien como pinceladas de contemporaneidad que ella opta por darle a estos personajes, para empezar a ayudar al entendimiento de que la situación de la mujer permanece igual.

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