ENCUENTRO
CON LA SOMBRA
(El poder del lado oscuro de la
naturaleza humana)
Carl
G. Jung / Joseph Campbell.
ll
/ Marie-Louise von Franz / Robert Bly / Ken Wilber / Nathaniel Branden / Sam
Keen / Larry Dossey / Rollo May
/ M. Scott Peck / James Hillman / John Bradshaw y otros.
Edición
a cargo de Connie Zweig y Jeremia Abrams.
CIENTOSEPTUAGESIMOSEGUNDA
ENTREGA
DÉCIMA PARTE
RECUPERAR NUESTRO LADO OSCURO
MEDIANTE LA INTUICIÓN, EL ARTE Y EL RITUAL
INTRODUCCIÓN (2)
En
una carta escrita en 1937, Jung decía que trabajar con la sombra “no es más que
una actitud. Uno debe comenzar y tomando seriamente en cuenta la existencia de
la sombra, luego debe percatarse de sus cualidades y sus intenciones y, por
último, debe afrontar la inevitable y laboriosa tarea de negociar con ella”.
Hay
cierta situaciones -como la traición de un ser querido, la mentira de un amigo
íntimo, el desencanto de alguien a quien admirábamos o la agresión de un
extraño, por ejemplo- que nos ayudan a dar el primer paso, es decir, a
reconocer que la oscuridad subyace en el fondo del corazón de cada ser humano.
Lo cierto es que, en cualquiera de los casos, el descubrimiento de la sombra
nos despoja de nuestra inocencia.
Si
pudiéramos utilizar estas situaciones como un espejo para ver nuestro interior
nos quedaríamos mudos de asombro al descubrir el abismo que existe entre
quienes somos y quienes creemos ser. En tal caso no tendríamos más remedio que
admitir la profunda verdad de que el amante y el adúltero, el santo y el
pecador, conviven en el interior de cada uno de nosotros.
Si
comprendemos este punto en profundidad dejaremos de actuar como aquella persona
que habiendo perdido la llave de su casa en la oscuridad se obstina, no
obstante, en buscarla junto a la farola porque allí hay más luz. El camino que
conduce a la plenitud nos obliga a tomar conciencia, de manera lenta pero
implacable, de que la llave se encuentra en la oscuridad y de que no tenemos,
por tanto, más remedio que aceptar las cosas que más nos desagradan de nosotros
mismos y de los demás.
Al
igual que ocurre en el cuento de La Bella
y la Bestia, cuando aceptamos nuestras facetas más crueles profundizamos,
al mismo tiempo, en nuestros aspectos más positivos. A esto se refería el poeta
Rainer María Rilke cuando afirmaba que temía que si sus diablos le abandonaban
sus ángeles también se escaparían.
Sólo
después de haber dado el primer paso (aceptar la existencia de la sombra)
podemos iniciar el segundo (descubrir sus cualidades) observando atentamente
nuestras reacciones antes los demás y reconociendo que lo que parece negativo
no son los demás -o nuestros enemigos- sino un impulso
procedente de nuestro interior. De este modo podemos aprender a re-apropiarnos
de nuestras proyecciones y recuperar la energía y el poder que, según Robert
Bly, constituyen una parte fundamental de nuestro patrimonio.
En
el capítulo 41 de nuestro libro -procedente de El espectro de la Conciencia- el filósofo transpersonal Ken Wilber
se ocupa de estudiar la proyección de nuestras cualidades negativas sobre los
demás. De este modo, el núcleo fundamental de “Asumir la Responsabilidad de
Nuestra propia Sombra” nos ayuda a reconocer que “la sombra no es un asunto que
tenga lugar entre uno mismo y los demás sino algo que ocurre dentro de cada uno
de nosotros.
En
el capítulo 42, procedente de A Little Book
on the Human Shadow, el poeta Robert Bly sugiere que para poder “asimilar
la sombra” no basta con identificarla sino que también debemos poner en marcha
toda nuestra creatividad y pedir que los demás nos ayuden a recuperar nuestros
rasgos enajenados.
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