SAN
JUAN DE LA CRUZ
CÁNTICO
ESPIRITUAL
PRIMERA ENTREGA
(Primera redacción
según el Ms. De Sanlúcar de Barrameda)
Declaración
de las canciones que tratan de el ejercicio de amor entre el alma y el esposo
Cristo. En la cual se tocan y declaran algunos puntos y efectos de oración: a
petición de la madre Ana de Jesús, priora de las Descalzas en Sant Joseph. De
Granada año de 1584.
PRÓLOGO (1)
1 / Por cuanto estas
canciones, Religiosa Madre, parecen ser escritas con algún error de amor de
Dios, cuya sabiduría y amor es tan inmenso, que, como se dice en el Libro de la
Sabiduría, toca desde un fin hasta otro fin (Sap. 8,1), y el alma que de él es
informada y movida, en alguna manera esa misma abundancia e ímpetu lleva en su
decir, no pienso yo ahora declarar toda la anchura y copia que el espíritu
fecundo de el amor en ellas lleva; antes sería ignorancia pensar que los dichos
de amor en inteligencia mística (cuales son los de las presentes Canciones),
con alguna manera de palabras se puedan bien explicar; porque el Espíritu del
Señor que “ayuda nuestras flaquezas”, como dice San Pablo (Rom. 8,26), morando
en nosotros “pide por nosotros con gemidos inefables lo que nosotros no podemos
bien entender ni comprender para lo manifestar. Porque ¿quién podrá escribir lo
que a las almas amorosas donde él mora hace entender? y ¿quién podrá manifestar
con palabras lo que las hace sentir? y ¿quién, finalmente, lo que las hace
desear? Cierto, nadie lo puede. Que esta es la causa por qué con figuras,
comparaciones y semejanzas, antes rebosan algo de lo que sienten y de la
abundancia del espíritu vierten secretos misterios, que con razones lo
declaran. Las cuales semejanzas, no leídas con la sencillez de el espíritu de
amor, el inteligencia que ellas llevan, antes parecen dislates que dichos
puestos en razón, según es de ver en los divinos Cantares de Salomón y en otros
libros de la Escritura divina, donde, no pudiendo el Espíritu Santo dar a
entender la abundancia de su sentido por términos vulgares y usados, habla
misterios en extrañas figuras y semejanzas. De donde se sigue que los santos
doctores, aunque mucho dicen y más digan, nunca pueden aclarar de declararlo
por palabras se pudo ello decir; y así, lo que de ello se declara,
ordinariamente es lo menos que contiene en sí.
2 / Por haberse, pues,
estas canciones compuesto en amor de abundante inteligencia mística, no se
podrán declarar al justo, ni mi intento será tal, sino sólo dar alguna luz en
general (pues V. R. así lo ha querido). Y esto tengo por mejor, porque los
dichos de amor es mejor dejarlos en su anchura para que cada uno de ellos se
aproveche según su modo y caudal de espíritu, que abreviarlos a un sentido a
que no se acomode todo paladar. Y así, aunque en alguna manera se declaran, no
hay para qué atarse a la declaración; porque
la sabiduría mística -la cual es por amor, de que las presentes Canciones
tratan- no ha menester distintamente entenderse para hacer efecto de amor y
afición en el alma, porque es a modo de la fe, en la cual amamos a Dios sin
entenderle.
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