28/8/17

ENCUENTRO CON LA SOMBRA

(El poder del lado oscuro de la naturaleza humana)

Carl G. Jung / Joseph Campbell.

ll / Marie-Louise von Franz / Robert Bly / Ken Wilber / Nathaniel Branden / Sam Keen / Larry Dossey / Rollo May / M. Scott Peck / James Hillman / John Bradshaw y otros.

Edición a cargo de Connie Zweig y Jeremia Abrams.                                                    


CIENTOSEPTUAGESIMOSEXTA ENTREGA


DÉCIMA PARTE


RECUPERAR NUESTRO LADO OSCURO MEDIANTE LA INTUICIÓN, EL ARTE Y EL RITUAL


41: ASUMIR LA RESPONSABILIDAD DE NUESTRA PROPIA SOMBRA


Ken Wilber (3)



Si el primer paso en el proceso de “curación” de las proyecciones de la sombra es el de asumir la responsabilidad de dichas proyecciones, el segundo consiste en invertir el sentido de la proyección y hacer amablemente a los demás lo que hasta entonces nos habíamos estado haciendo despiadamente a nosotros mismos. Si lo hacemos así, la afirmación previa de que “el mundo me rechaza” se transforma en “¡en este momento rechazo todo el condenado mundo!”; “mis padres quieren que estudie” se convierte en “quiero estudiar”; “mi pobre madre  me necesita” deviene “necesito estar cerca de ella”; “tengo miedo de quedarme solo” se traduce como “malditas las ganas que tengo hoy de ver a nadie” y “la gente siempre me critica” pasa a ser “no paro de criticar a todo el mundo”.


En breve volveremos a estos dos pasos esenciales, la responsabilidad y la inversión pero, por el momento, baste con señalar que, en todos los casos de proyección de la sombra, estamos distorsionando “neuróticamente” nuestra autoimagen para hacerla aceptable. De esta manera, todas aquellas facetas de nuestra autoimagen, de nuestro ego, que no coinciden con lo que superficialmente creemos que nos interesa, todos aquellos aspectos incompatibles con las bandas filosóficas, todo aquellos rasgos que hemos alienado en momentos de stress, impasse o doble vínculo, constituyen ahora aspectos enajenados de nuestro propio potencial. Como resultado de todo ello, nuestra identidad va reduciéndose progresivamente hasta llegar a ser tan sólo una pequeña fracción de nuestro ego, la distorsionada y empobrecida persona y, al mismo tiempo, nos condenamos eternamente a sentirnos acosados de continuo por nuestra propia sombra, a la que ahora negamos la menor atención consciente. No obstante, la sombra siempre tiene algo que decir y pugna por abrirse paso hacia la conciencia en forma de ansiedad, culpa, miedo y depresión. La sombra deviene síntoma y se aferra a nosotros como un vampiro a su presa,



Metafóricamente hablando, podríamos decir que hemos escindido la concordia discors del psiquismo en numerosa polaridades, contrarios y opuestos (a los que nos referimos grupalmente como dualismo cuaternario) y terminamos dividiendo al psiquismo en la persona y la sombra. De esta manera, la sombra se convierte precisamente en lo opuesto de la persona que consciente y deliberadamente creemos ser.

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