1/8/17

LECCIONES DE VIDA

ELISABETH KÜBLER-ROSS Y DAVID KESSLER


QUINCUAGESIMOCTAVA ENTREGA


7 / LA LECCIÓN DEL TIEMPO (6)



EKR (3)               



Hemos llegado a depender del futuro. Algunas personas viven en él, otras sueñan con él y otras lo temen. Todos estos planteamientos nos separan del momento actual. Un hombre de unos cincuenta años que había tenido que dejar su trabajo a causa de una enfermedad, se despertó en una ocasión en plena noche presa del pánico. Abrió su agenda y sólo vio páginas y más páginas en blanco. Su propio futuro parecía literalmente vacío. Sabía que, debido a aquella enfermedad, tenía que desprenderse del pasado y también del futuro, pero hasta que no hojeó con frenesí su agenda de citas no se dio cuenta de lo que significaba despojarse del futuro. Tenía que renunciar a la estructura del tiempo en la que vivimos y nos perdemos. Gracias a esta renuncia, empezó a aprende quién era y cuál era su relación con el tiempo. Al principio tuvo que asumir que el concepto del tiempo, tal como él lo conocía, se estaba desmoronando. Por ejemplo, cuando sus amigos lo telefoneaban para preguntarle en qué momento del día podían visitarlo, él respondía que cualquier momento era bueno, que no importaba. Gracias a este hecho comprendió que su vida continuaría a pesar de que el tiempo y el modo que tenía de llenarlo anteriormente se hubieran venido abajo. Cuando profundizó en sus pensamientos se dio cuenta de que cuando su tiempo se acabara, él seguiría existiendo. “Cuanto más se desmoronaba el tiempo artificial, más me daba cuenta de que vivía y de que moriría en el tiempo -explicó-. Y empecé a sentir, desde lo más íntimo, que soy eterno y existiré después del tiempo. Continuaré existiendo. De hecho, en nuestro centro somos atemporales.”


La realidad del tiempo es que no podemos estar seguros del pasado. No sabemos con certeza si algo ocurrió de la forma que creemos. Y, desde luego, desconocemos el futuro. De hecho, ni siquiera sabemos con seguridad si el tiempo es lineal.


Creemos que el pasado ocurre antes y que el futuro se despliega ante nosotros pero con esta idea damos por hecho que el tiempo transcurre en una línea recta continua. Los científicos han especulado con la idea de que el tiempo no es lineal, de que no estamos atrapados en un patrón rígido de pasado, presente y futuro. Si el tiempo no fuera lineal, el pasado, el presente y el futuro podrían existir en el mismo instante.



¿Es esta posibilidad importante? ¿Cambiaríamos nuestras vidas si el tiempo no fuera lineal, si existiéramos de manera simultánea en el pasado, el presente y el futuro?

No hay comentarios: