SANDINO NÚÑEZ
HUMANIDAD 2.0: EL
CAPITALISMO ALCANZA SU CONCEPTO
QUINTA ENTREGA
II (1)
Lo que sigue será,
por fuerza, especulativo y provisorio. ¿Qué es la transformación social en
un mundo que, dentro del propio itinerario del capital, parece ya haber
alcanzado el viejo ideal de la vulgata marxista, esto es, un
mundo que parece haberse desembarazado de las relaciones de producción para
liberar una máquina global y abstracta de fuerzas productivas y relaciones
técnicas en el movimiento neutro de la economía, es decir, en el
“movimiento objetivo” del propio capital? ¿Cómo actuar en un mundo que ya no
es capitalista sino que es el capital mismo
(el capital neutro, pleno e inocente, sin el “ismo”: pura circulación sin la
positividad de la determinación histórica, y sin la negatividad de un sujeto
capitalista que imaginábamos como un fantasma o una voluntad o una psicología
detrás de la máquina de la producción y del consumo)?
En primer lugar,
salirnos del eje de las viejas oposiciones político-ideológicas parece ser
estrictamente necesario. Progresistas y conservadores, liberales y dogmáticos,
y sobre todo, izquierdas y derechas, parecen ser ya completamente incapaces de
recortar algún aspecto relevante del movimiento de este mundo que nos
constituye, nos determina y nos domina. Parecen profundamente ingenuas, y,
llegado el caso, casi ridículas —cuando se hacen en nombre de una legítima
inquietud política— las preocupaciones izquierdistas por el futuro de la
izquierda, o las alarmas por el avance de las derechas, o el reproche por el
abandono o la claudicación por parte de las izquierdas seculares de sus
antiguos ideales de igualdad y distribución justa de la riqueza, etcétera.
Derechas e izquierdas no parecen ser ya sino dispositivos perfectamente capaces
de alternarse sin violencia en la gran máquina económico-tecnológica del
gobierno como simple administración o gerencia de la vida y el cuerpo del
capital, que coincide con la vida y el cuerpo de los individuos y de la masa.
Ya ha quedado atrás, si es que tuvo lugar alguna vez, aquel tiempo en el que
los Aparatos Ideológicos del Estado “interpelaban-constituían
a los individuos en sujetos” (Althusser): el agujero abierto por el sujeto se
ha ido cerrando en la positividad de los cuerpos y los dispositivos, en la
inmanencia del funcionamiento, los sistemas y los juegos, en el continuo
vida-economía. Cada vida un operador de lo Vivo Superior: el capital.
Cuando para socialdemócratas y medios liberales suenan las sirenas de la
catástrofe luego del Brexit, luego del triunfo de Trump, luego de la avanzada
de la derecha recalcitrante y regresista en Europa, luego del fin de la “era
del progresismo” en América Latina, etc., hay que considerar que quizás esos
movimientos no son sino espasmos defensivos y reaccionarios del capitalismo ante
la estampida desterritorializada del propio capital. E incluso
—seamos paranoicos por un segundo— son una contraestrategia extorsiva del
propio capital global: se ofrecen como una muestra de lo que será el “destino
populista” del mundo en caso de que no se refuercen los consensos democráticos
y tolerantes sobre el axioma de la liberación tecnológica de todas las fuerzas,
del comercio absoluto y la circulación ilimitada de cuerpos, dineros y
mercancías. Ahora debe ser claro que el fin del consenso democrático es el fin
del mundo, ya que no hay “afuera” de ese consenso, no hay mundo:
hay una especie de penumbra patológica infantil de orgullos nacionalistas, de
sueños geopolíticos expansionistas de hegemonía y control, de provocaciones y
beligerancia nuclear, de agresividad brutal y contaminante de industria y
combustibles fósiles, de líderes autoritarios payasescos y destructivos, de
totalitarismo y corrupción. Llamemos a ese consenso Humanidad 2.0,
tomando la expresión de tantos éxitos de boletería (como el libro de Steve
Fuller). Aclaremos, como si hiciera falta, que Humanidad 2.0 no
es, acá, una profecía entusiasta o apocalíptica, no es una promesa o una
amenaza de lo por venir: es el acuerdo fáctico acerca del propio Capital como
mecanismo tecnológico-natural automático. Humanidad 2.0 es un
capitalismo que ya ha alcanzado su concepto y se ha disuelto
microscópica y globalmente en lo real, desplazando a las formas primitivas del
capitalismo ideológico, doctrinario o político.
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