ENCUENTRO
CON LA SOMBRA
(El poder del lado oscuro de la
naturaleza humana)
Carl
G. Jung / Joseph Campbell.
ll
/ Marie-Louise von Franz / Robert Bly / Ken Wilber / Nathaniel Branden / Sam
Keen / Larry Dossey / Rollo May
/ M. Scott Peck / James Hillman / John Bradshaw y otros.
Edición
a cargo de Connie Zweig y Jeremia Abrams.
CIENTOCTAGÉSIMOPRIMERA
ENTREGA
DÉCIMA PARTE
RECUPERAR NUESTRO LADO OSCURO
MEDIANTE LA INTUICIÓN, EL ARTE Y EL RITUAL
42: EL PROCESO DE DIGESTIÓN DE LA
SOMBRA
Robert Bly (1)
Conocido
ensyista, traductor y poeta que ha recibido el Premio Nacional de Poesía por su
libro The Light Around the Body. Entre sus numerosas obras cabe destacar: Loving a Woman in Two Worlds, News of the
Universe: poems of Twofold Conciousness; A Little Book on the Human Shadow y
Iron John: A Book About of Men. Afincado
en Minnesota, Bly suele escribir sobre mitología masculina y dirige seminarios
para hombres a lo largo y ancho de todo EEUU.
Pero
¿qué pasos hay que seguir en la práctica para recuperar una proyección, es
decir, para llegar a asimilar nuestra sombra?
Para
ello resulta muy interesante tratar de romper nuestros hábitos, agudizar
nuestra sensibilidad olfativa, gustativa, táctil y auditiva en la vida
cotidiana, visitar tribus primitivas, hacer música, modelar con barro, tocar el
tambor, permanecer aislados durante un mes o considerarnos a nosotros mismos
como criminales.
Una
mujer, por ejemplo, podría intentar desempeñar temporalmente el papel de
patriarca y ver si le agrada. Un hombre, por su parte, podría tratar de actuar
como una bruja en ciertos momentos del día -contando cuentos de hadas o riendo
como una bruja, por ejemplo- para ver lo que siente.
Cuando
un hombre siente que una mujer le ha seducido podría dirigirse hacia ella,
saludarla cordialmente y decirle: “Quiero que me devuelvas lo que es mío.
Dámelo”. Ella, entonces, quizás sonría y puede que se lo devuelva o puede que
no. Si lo hace el hombre podría pedirle perdón, girarse hacia la izquierda,
mirar a la pared y hacer como que se lo come. Una mujer, por su parte, podría
pedirle a su madre que le devolviera a su bruja -porque las madres suelen
seducir a sus hijas para conservar su poder sobre ellas. También podría
dirigirse hacia su padre y decirle, por ejemplo: “Tú tienes a mi gigante.
Quiero que me lo devuelvas” o dirigirse a su ex-marido (o a su marido) o a un
viejo profesor diciéndoles: “Tienes a mi patriarca negativo. Quiero que me lo
devuelvas”. Este tipo de juegos resulta muy beneficioso aunque la persona que
supuestamente posee el gigante o el enano haya muerto.
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