ENTREPÁGINAS
por Juan de Marsilio
VIEJO Y NUEVO POETA
No
es juvenil poeta mi amigo Juvenal Torres, que nació en Salto en el ’39, que
como muchos pajueranos se vino a estudiar a Montevideo, que reside en Mercedes
desde el ’69, que se ha dedicado a la contabilidad y que cumpliendo como mejor
supo sus deberes familiares, laborales y cívicos llegó a la edad jubilatoria.
Que se hizo viejo, bah. Que se hizo viejo en una cultura que va poco a poco
dejando de asociar la sabiduría a la vejez –acaso porque a golpes de ciencia y
tecnología médicas le terminamos ofrendando nuestra senectud artificial a la
arteriosclerosis y el Mal de Alzheimer, por lo que minga de sabiduría– sin
nunca haber logrado unir de veras el júbilo a los años últimos esos, que
deberían ser dorados. Que en 2005 ingresó al taller “Obrabierta”, dirigido por
el Prof. Daniel Quijano. Que desde 2010, en ediciones de autor ha venido
publicando a razón de un libro por año (no doy el listado de los títulos porque
figuran en la contratapa de este último libro* que espero que Ud. consiga y
lea), una obra meditada, rigurosa en lo formal y valiente en la contemplación
del misterio que a todos aguarda, es decir, de esa muerte que obliga a
preguntarse por el sentido de la vida.
El
comentario del libro requiere algunas aclaraciones previas. Por las citas y
alusiones, se nota que antes de empezar hacer taller Juvenal ha sido un lector
amplio, profundo y pensante. Esta actitud reflexiva se aplica, nutriendo al
autor viejo, que produce esta obra poética que es, con plena conciencia,
inicial y final a la vez, por razones biológicas, a todas las cosas del vivir
cotidiano, no sólo a las lecturas. Uno sospecha, además, que debe haber habido
un algo o un mucho de escribir y romper papeles en la vida oculta y previa, en
la larga gestación, por así decirlo, de este poeta que nace viejo y joven –en
el sentido de fresco y potente– a la vez.
En
lo formal, aparecen en este libro algunos rasgos que caracterizan a toda la
obra de este autor. El uso de metros clásicos –básicamente el heptasílabo y el
endecasílabo– con escasa rima, mayoritariamente asonante, que le da a los
textos una musicalidad como asordinada. Las composiciones son breves, y Torres
brilla en lo hiperbreve, esa zona de lo poético a medio camino entre el
aforismo y el epigrama, y a medio camino también entre el ingenio chispeante y
la sabiduría profunda, aunque sin caer en lo sentencioso y machacón. Va un
ejemplo de este libro, que además muestra una característica del hablante
lírico que construye Torres, una lúcida modestia que le impide ponerse pomposo
y tomarse demasiado en serio: “Si logras bien decirlas / hasta parecen máximas /
tus pobres baratijas.”
Podría
decirse de Juvenal Torres que es un poeta si no filosófico, por lo menos
razonante y que, a fuerza de razonar sobre el misterio metafísico desde un
agnosticismo bien uruguayo, es un poeta que no sale nunca de dudas. Nota para
lectores creyentes: Torres es un agnóstico de lo más respetuoso para con el
ajeno creer, en estos tiempos tan intolerantes.
El hablante lírico de estos textos, consciente de su vejez, con la certeza de muerte inminente que ella implica –que se parece a la conciencia de mortalidad que tiene cualquier adulto lúcido, pero no es lo mismo– ama la vida y la posibilidad, siempre en riesgo de fracaso, de construirle sentido tramo a tramo, incluso en el final que se sabe quedará inacabado (puede apreciarse todo esto ya desde el título y en los acápites de cada sección). Por eso es que en estos textos pueden conjugarse estoicismo que soporta y epicureísmo que a la vez goza y labora, o por decirlo de otro modo, desencanto sin aspavientos trágicos y cierta módica esperanza.
Y
terca, por debajo, la conciencia de que la vida, en el sentido más material y
sólido del término, estaba antes seguirá después de uno, valiéndose de los
despojos para crear nueva vida: “Fabrica el manzanero / con bosta y hojas
muertas / bajo el sol y la lluvia / su fruta dulce y buena”. Que no es escasa
fe, si bien se mira.
*
PROLONGACIONES [LO POSIBLE, LO BALDÍO], de Juvenal Torres. Ed. De autor,
Mercedes, 2017. 88 págs. Como es libro difícil, si no imposible de hallar en
librerías, me tomo el atrevimiento de proporcional el e–mail del autor: seju1725@gmail.com
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