INVESTIGACIONES CIENTÍFICAS REVELAN QUE EL CORAZÓN HUMANO POSEE UNA
‘MENTE’ CUÁNTICA
(Mente Alternativa / 11-5-2017)
Al yuxtaponer la engañosa perspectiva
científica moderna del corazón como mera bomba de sangre, con la versión
histórica del corazón como símbolo del amor y centro de sabiduría innata y
carácter humano, es fácil darse cuenta que clichés como “te amo con todo mi
corazón” o “mi corazón reboza de alegría” son sabias referencias poéticas de
verdades ancestrales que el paradigma cuántico de la energía está desvelando y
ya ha comprobado biológica y científicamente. A grado tal que la relevancia del
corazón como el órgano más importante del cuerpo está siendo reivindicado
incluso por sobre el cerebro humano.
El corazón: órgano
de la verdad humana
Mucha gente piensa que el corazón es
sólo una bomba de sangre, pero nada está más alejado de la realidad. Para los
antiguos egipcios el corazón era un órgano de la verdad. El corazón es capaz de
decir la verdad sobre cómo nos sentimos o si lo que pensamos es cierto o
equívoco. Cuando mentimos, por ejemplo, nuestro corazón se acelera. De hecho,
el corazón humano tiene neuronas, similares a las del cerebro, y el corazón y
el cerebro están interconectados, creando un todo emocional simbiótico. El
cerebro humano no es la única fuente de emociones. El corazón y el cerebro
trabajan juntos en la producción de emociones.
El corazón humano está adquiriendo
cada vez mayor relevancia en el ámbito del conocimiento. El revolucionario
Instituto HeartMath, que trabaja desde los años 1980’s, realizó experimentos
sumamente relevantes hace dos o tres años. Fue así como el corazón empezó a tomar
relevancia como el órgano más importante del cuerpo humano, incluso superando
al cerebro.
De acuerdo a las investigaciones del
Instituto HeartMath, el campo electromagnético que proyecta el corazón humano hacia fuera
puede llegar hasta una distancia de cinco metros. El cerebro también tiene un
campo electromagnético, pero es mucho más pequeño. Esto es muy importante
porque la información y la energía se transmiten a través de esos campos
electromagnéticos toroidales. Esas es la forma que tiene el corazón de enviar
información primero al ADN humano y después a todos los sistemas del cuerpo
(endocrino, linfático, circulatorio, digestivo, etc.). El corazón también
transmite información al lóbulo frontal del cerebro, y lo más curioso es que
envía información con una anticipación de 4.5 segundos. El corazón puede
anticiparse a lo que va a pasar, antes que el cerebro. Y del corazón depende
toda la salud física y psicológica del ser humano.
La coherencia
cardiaca
Todo ser humano debería buscar lo que
el Instituto HeartMath llama “la coherencia cardiaca.” De ella depende que la
información que el corazón transmite a través de su campo electromagnético sea
una información coherente. La coherencia cardiaca se logra gracias a las
emociones coherentes (que no es necesariamente lo mismo que emociones negativas
o positivas). Cuando el corazón recibe emociones coherentes transmite
información coherente a través de su campo electromagnético. Al transmitir
información coherente, los sistemas del cuerpo funcionan de manera coherente;
si se transmite información incoherente, los sistemas del cuerpo se vuelven
incoherentes y el organismo puede enfermase tanto físicamente como mentalmente.
El ser humano no puede darse el lujo de tener emociones caóticas e
incoherentes.
“El
corazón debe experimentar emociones coherentes, pues sus campos
electromagnéticos afectan de manera directa el ADN y todas las células de todos
los sistemas fisiológicos. Por ello es necesario abandonar el ego y sus
negatividades o exaltaciones caóticas y vibrar con emociones coherentes
buscando la coherencia cardiaca (o resonancia) para poder comunicarnos de
manera eficiente.” (Carlos Delfino en Libre Conciencia)
El campo magnético del corazón está
acoplado a campos de información que no están limitados a las clásicas barreras
de tiempo y espacio. Estas evidencias vienen de rigurosos estudios
experimentales que investigan la hipótesis de que el cuerpo recibe y procesa
información acerca de eventos futuros antes que estos realmente sucedan. Los
resultados de dichos estudios proveen sorprendentes datos que muestran que
tanto el corazón como el cerebro reciben y responden a pre-estímulos de
información acerca de eventos futuros. Además, hay indicaciones de que el
corazón recibe información intuitiva antes que el cerebro y que el corazón
envía diferentes patrones y señales al cerebro, y así lo determina.
La coherencia
cardiaca y el universo interconectado
De todas las teorías científicas del
universo que emergieron del siglo XX, la más relevante —y útil al ser humano—
es la que dice que todo el universo
está interconectado y en coherencia. Coherencia implica orden,
estructura, armonía y alineación con y entre sistemas, ya sean átomos,
organismos vivos, grupos sociales, planetas o galaxias.
La mayoría de las personas saben lo
que es sentirse en estado de armonía o en un estado alterado. Cuando nuestro
corazón, mente y cuerpo se encuentran en un sentimiento de unidad, logramos
ingresar en un estado donde nos sentimos conectados no sólo con lo más profundo
de nosotros mismos sino con los demás, incluso con la Tierra. Llamamos a este
estado de conectividad interna y externa: coherencia.
Coherencia se refiere a la totalidad,
donde el todo es más que la suma de las partes individuales. Para que un
sistema funcione debe tener la propiedad de coherencia global, en este caso
nuestros sistemas físico, mental, emocional y social. Sin embargo, la
eficiencia de la energía y el grado de coordinación en las acciones de
cualquier sistema puede variar ampliamente, saliendo del estado de coherencia.
Esto es justamente lo que el premio
Nobel de química, Ilya Prigogine, llamó “sistemas alejados del equilibrio”
estableciendo las leyes particulares de los mismos. Los seres humanos vivimos
en uno de esos sistemas, también conocido como “la matrix” o “la cárcel del
alma.” La buena noticia es que se puede escapar de este sistema y también se
pueden lograr cosas tan maravillosas e inconcebibles para el paradigma
materialista-mecanicista, que eso sería un peligro para la élite global que
controla este sistema.
¿Por qué la
medicina occidental aún no reconoce el conocimiento de la emoción coherente del
corazón?
La medicina tradicional occidental no
acepta este conocimiento por encontrarse anclada al paradigma
mecanicista-materialista en que la ciencia tradicional se fundamenta. Esto lo
saben bien los biofísicos experimentales que trabajan en el nuevo paradigma
científico cuántico-holográfico, que es un paradigma que concluye
—de manera científica— que la materia no existe en sí, sino que es energía de
baja densidad. Para la ciencia cuántica, todo es energía, y debe abordarse como
tal. Y el hecho que todavía sigamos anclados en la inercia del viejo paradigma
mecanicista de la materia se debe a que las élites que
controlan el planeta lo siguen promoviendo como vehículo para impedir que el ser humano
pueda dar el salto cuántico que permita la ascención de la conciencia.
El nuevo paradigma
científico
Para el nuevo paradigma
cuántico-holográfico, también conocido como paradigma de la energía, el ADN humano no sólo
produce proteínas. Pjotr Garjajev, un científico ruso que estudió la la
totalidad del genoma humano, afirma que el ADN es un sistema cuántico
macroscópico que se regenera. De acuerdo a esto, el reconocido físico Sir Roger
Penrose y el médico Hameroff establecen que la conciencia no surge de la
complejidad neuronal, sino que la conciencia es todo lo que hay, y se asienta
en todas las células del cuerpo.
“Penrose
y Hameroff trabajaron juntos y descubrieron que en cada una de nuestras
células, y no solamente en las neuronas, sino también en el citoesqueleto que
son los microtúbulos de polímeros que están en cada una de nuestras células,
allí se asienta la conciencia de forma cuántica. Así que todas las células de
nuestro cuerpo piensan, y también las que están en el campo bioenergético. El
alma está en todo el cuerpo, está en el campo bioenergético, y a su vez el
campo bioenergético está entrelazado con el vacío cuántico, es decir, con la
conciencia absoluta. Ese es el paradigma que estamos tratando de difundir.”
(Carlos Delfino en Libre Conciencia).
Gracias a estos fundamentos de la
nueva ciencia cuántica de Penrose y Hameroff, el catedrático ruso
Dr. Konstantin Korotkov pudo desarrollar el método Korotkov VDG para ver la
conciencia. Para ello, inventó una cámara llamada “Cámara Kirlian” que es capaz de
fotografiar energía solamente, a la cual agregó un método de visualización por
descarga de gas (VDG). Es decir que descargando un gas y tomando la foto con
esa cámara logró fotografiar el alma (término religioso) o la conciencia
(término científico) humana al salir del cuerpo.
Emociones negativas
intensas son un riesgo para la salud
La relación entre el cerebro y el
corazón puede verificarse al observar cómo la perspectiva mental y emocional
determina la salud —especialmente la salud del corazón. La ira intensa, por
ejemplo, eleva cinco veces el riesgo de ataque al corazón, y tres veces el
riesgo de derrame cerebral.
El dolor intenso después de la
pérdida de un ser querido incrementa el riesgo de tener un ataque al corazón.
El día siguiente a la pérdida el riesgo es 21 veces mayor, y se mantiene seis
veces más alto que lo normal por algunas semanas (1).
Estudios también muestran que la
gente expuesta a experiencias traumáticas, por ejemplo, veteranos de guerra,
damnificados por desastres naturales o financieros, registran tasas más altas
de problemas cardiacos que la población general (2).
Una actitud
positiva puede reducir el riesgo ataque al corazón
Así como las
emociones negativas tienen el potencial de dañar el corazón, las emociones
positivas pueden sanarlo. En un estudio (3), de cerca de 1,500 personas con
alto riesgo de padecimiento de arteria coronaria, aquellos que reportaron ser
alegres, relajados, satisfechos con la vida, llenos de energía, redujeron en un
tercio eventos coronarios como ataques de corazón. Aquellos con el riesgo más
alto de eventos coronarios registraron una reducción de cerca del 50% de
riesgo.
Otros estudios han reportado que:
• El bienestar psicológico está
asociado con la reducción consistente de riesgo de padecimiento coronario del
corazón (4).
• La vitalidad emocional puede
proteger a hombres y mujeres de riesgo de padecimiento coronario del corazón
(5).
• Pacientes alegres con padecimientos
cardiacos viven más que los pacientes pesimistas con padecimientos cardiacos
(6).
• Personas muy optimistas tienen
riesgo menor de morir por cualquier causa, así como riesgo menor de morir por
un ataque al corazón en comparación con personas negativas (7).
Terapéutica de la
coherencia cardiaca
Las investigaciones del Instituto
HeartMath han demostrado que los cambios en el ritmo cardiaco, llamados también
variabilidad de ritmo cardiaco (VRC), reflejan el estado emocional del ser
humano. De acuerdo a esta lógica, todo ser humano debe alcanzar lo que se
conoce como la coherencia cardiaca:
Encontrar el propio patrón de ritmo
(la estructura en los cambios de pulsos en períodos de tiempo y no el pulso
cardiaco en un momento específico), sin racionalizarlo y tener una técnica para
volver la VRC a la normalidad. Esto se puede lograr mediante los ejercicios que
promueve el propio Instituto HeartMath, y también con terapia de sonido, con
música, cantos, solfeggios, sonidos ancestrales y la frecuencia 432 Hz.
Debemos buscar la
coherencia cardiaca para proteger la salud, ya que todo el ADN está en resonancia con
las ‘ondas de sonido’ del corazón. El corazón debe también experimentar
emociones coherentes para que el campo electromagnético toroidal pueda
entrelazarse con el Vacío Cuántico, y con la totalidad del universo, para
facilitar así el proceso del despertar de la conciencia y salir definitivamente
de la mátrix materialista-mecanicista en que vivimos.
Fuentes:
9. Wake-Up World.
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