MOZART: LAS CARTAS DE UN GENIO DE LA
MÚSICA
Título
del original en alemán: WOLGFANG AMADEOS MOZART
Traducción
de Inge S. DE LUQUE
TRIGESIMOCTAVA
ENTREGA
LAS CARTAS DE MOZART COMO ESPEJO DE
SU POSICIÓN FRENTE AL MUNDO (2)
REALISMO (11)
Mozart se siente atraído
por esa cambiante relación en la que lo interior no armoniza con lo exterior,
tal como ocurre en la propia naturaleza. Por lo demás, ambas cosas son humanas:
lo bueno y lo malo. Si bien evita algunas personas dudosas sabe apreciar
siempre al inteligente mucho más que al tonto, pero no interviene activamente
en los acontecimientos para enderezarlos tal como ocurriría con un idealista.
Deja que el mundo sea mundo y no se engaña tratando de no ver ciertas cosas.
Muchas veces evidencia una objetividad desconcertante:
…he
visto en la plaza del Domo a 4 tipos ahorcados. Aquí ahorcan igual que Lyón. (1)
No hay sombra de
indignación. Sin impresionarse se limita a reflejar los hechos.
Prácticamente le explica
a su hermana qué es lo que le conviene y piensa la manera cómo podría
arreglarse el problema:
Te
escribo con toda sinceridad, créeme querida hermana, te lo digo seriamente, la
mejor cura para ti y también para tus frecuentes indisposiciones sería un
hombre, y justamente porque tiene tanta influencia sobre tu salud, te deseo de
todo corazón que puedas casarte pronto… ahora escucha mi pensamiento. (2)
Mozart prefiere llamar
las cosas por su nombre. Lo que en su tiempo no se osaba decir, o se revestía
de disimulos, lo expresa él sin rodeos. Cuando su hermana se casa explota con
fresca naturalidad y absoluta falta de sentimentalismo:
¡Voto
al diablo! ¡es tiempo que te escriba si quiero que mi carta te alcance todavía
en estado de vestal!, unos días más y… adiós. (3)
Fríamente describe
algunas virtudes y defecto de su futura esposa:
…no
es fea, pero tampoco hermosa. Toda su belleza radica en dos pequeños ojos
negros y en una buena figura. No tiene gracia, pero sí suficiente sano
entendimiento como para cumplir sus deberes de mujer y madre… (4)
Con toda sobriedad comprueba:
En
Viena y en todas las comarcas de la corona empieza la actividad dentro de 6
semanas. Esto es bien sensato, pues al muerto o a los muertos no les trae el
exagerado luto tantas ventajas como desventajas a mucha gente… (5)
Mozart siempre está en la
realidad de los acontecimientos y no corre el peligro de los idealistas, que
sólo muy laboriosamente consiguen ver claro.
Por lo tanto sus
pretensiones no son nunca tan exageradas que deba desesperar. Sin amargura y
con tranquila resignación dice:
La
mayor dicha no es sin mengua… (6)
También lo que aguarda de
su arte es absolutamente terrenal; no busca los honores ni la gloria, pero
desearía hacer dinero para él y su familia.
Beethoven, el ético,
tiene metas ideales; escribe sus obras, en cierto modo. Para el mejoramiento de
la humanidad, muchas veces digna de desprecio:
El
abajo firmante no se dedicó tanto a ganar el sustento, sino más bien sirvió a
los intereses del arte, al ennoblecimiento del gusto y a la elevación de su
genio hacia ideales superiores y hacia la perfección, constituyéndolos en guía
de su vida, por lo que muchas veces sacrificó a la musa, ganancias y ventajas. (7)
La virtud es lo único que
para él merece ser digno:
Recomendad
a vuestros hijos que sean virtuosos, sólo la virtud puede traer la felicidad,
no el dinero. (8)
Mozart, en cambio, trata
de actuar lo más inteligentemente en lo que se refiera a ganancias, de acuerdo
con el consejo de su padre, pues solamente el mejoramiento económico le
posibilita dar rienda suelta a su espíritu creador. No necesita dinero por el
dinero mismo, pero sí en tanto representa condiciones de vida que no
interfieran en el despliegue de su talento.
…no
conozco nada tan necesario, fuera de mi salud, que el dinero. (9)
…si
el emperador me quiere, que me pague, pues sólo el honor de estar con el
emperador no me alcanza. Si el emperador me da 1000 florines y un conde me
ofrece 20000, pues le hago un cumplido al emperador y me voy con el conde,
téngalo por seguro. (10)
Notas
(1) A su madre y hermana,
Milán, 30-XI-1771, I, 133.
(2) A su hermana, Viena,
19-IX-1781, II, 122.
(3) A su hermana, Viena,
18-VIII-1784, II, 235.
(4) A su padre, Viena,
15-VII-1781, II, 143.
(5) A su padre, Viena,
13-VII-1780, II, 37.
(6) A su padre, Viena,
5-VII, 1783, 209.
(7) Beethoven a la
dirección de teatros de Viena, 7-XII-1896, pág. 44.
(8) Beethoven a los
hermanos, 8-X-1812, pág 31.
(9) A su padre, Viena,
6-V-1781, II, 84.
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