4/2/19



IRMA HOESLI

MOZART: LAS CARTAS DE UN GENIO DE LA MÚSICA

Título del original en alemán: WOLGFANG AMADEOS MOZART
Traducción de Inge S. DE LUQUE


CUADRAGESIMOPRIMERA ENTREGA


LAS CARTAS DE MOZART COMO ESPEJO DE SU POSICIÓN FRENTE AL MUNDO (2)


REALISMO (14)


AUTOPRESERVACIÓN (1)


No sé escribir en forma poética: no soy poeta. No sé ordenar las figuras de tal manera que den luz y sombra: no soy pintor. Ni siquiera sé expresar mis pensamientos por medio de insinuaciones o mímica: no soy bailarín. Pero sí puedo hacerlo por medio de notas: soy músico. (1)


La incontenible fuerza del espíritu creador de Mozart se hace tanto más palpable en sus cartas, cuando se defiende de peligros provenientes del ambiente. Considera su deber crear música y la realiza logrando la tan rara coincidencia de lo deseado y lo obligatorio.


Siendo un niño aun escribe a su padre desde Munich que desea escribir una ópera italiana, pero que antes desea “conocer la opinión del más entendido de los Hogkapellmeister, el señor Von Mozart. (2) El lector querrá ver un dejo irónico aunque involuntario. Demasiado pronto Mozart ha de actuar en forma autónoma; más fuerte que el deseo paterno es su fuerza creadora que lo impele a realizar. Ya entonces le explica a su padre que se siente más a gusto en Italia escribiendo óperas que en Alemania dando conciertos:


…pues tengo que componer, lo cual es mi única alegría y mi pasión… porque no necesito más que oír hablar de la ópera, estar en un teatro, oír voces, para ponerme fuera de mí. (3)


No le gusta enseñar, aunque suele tomar alumnos por pura generosidad, sin remuneración, cuando “tienen talento, alegría y gusto por aprender”, aunque admite:


…soy compositor, he nacido para ser Kapellmeister. * No puedo ni debo enterrar mi talento para la composición, el que el bondadoso Dios me ha dado en tan rica medida (puedo decirlo sin vanidad, pues lo siento más que nunca), y ello ocurriría si tuviese muchos alumnos, pues es un oficio muy cansador. (4)


Estando en París sigue convencido de ello y lo expresa en forma parecida:


…dar lecciones aquí no es broma, hay que dedicarles bastantes esfuerzos. Y si no se toman muchos (alumnos) no se hace mucho dinero.
No debe usted pensar que es holgazanería -no-, sino que es completamente contra mi talento, contra mi manera de vivir, usted sabe, que como quien dice, estoy metido en la música, que ando con ella todo el día… (5)


Después de haber asegurado nuevamente a su padre que el ambiente de París es completamente contrario a su talento y a su ciencia se le escapa un pedido de auxilio:


…Dios me ayude a no arruinar mi talento en ello. (6)


Cuando, finalmente, puede dar rienda suelta a su fiebre creadora, gracias a un encargo de música, apenas si puede aplacarla. Lo asalta un torrente de ideas musicales que la pluma no tiene tiempo de transcribir. “Ya está todo compuesto, aunque aun no está escrito.” (7) Con ansia incontenible se sienta al escritorio y compone incansablemente.


El espíritu de Mozart no desconoce sus extraordinarias dotes, sino que las comprende. Esto demuestra una clara autovaloración.


A los 21 años, en Augsburgo, le dice al joven Langenmantel:


…yo puedo obtener todas las medallas (que usted puede obtener), antes que usted sea lo que soy yo. (8)



Notas



(1) A su padre, Mannheim, 8-II-1777, I, 283.
(2) A su padre, Munich, 11-X-17777, I, 237
(3) A su padre, Munich, 11-X-1777, I, v237-8.
(4) A su padre, Mannheim, 7-II-1778, I, 391.
* Kapellmeister, músico de la corte. (N. del T.)
(5) A su padre, París, 31-VII-1778, I, 504.
(6) A su padre, París, 18-VII-1778, I, 496.
(7) A su padre, Munich, 30-XII-1780, II, 55.
(8) A su padre, Augsburgoi, 17-X-1777, I, 251

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