JOSEPH
CAMPBELL
EL
HÉROE DE LAS MIL CARAS
Psicoanálisis
del mito
(Traducción
de Luisa Josefina Hernández)
CUADRAGESIMOCTAVA
ENTREGA
PRIMERA PARTE / LA AVENTURA DEL HÉROE
CAPÍTULO II / LA INICIACIÓN
2 / EL ENCUENTRO CON LA DIOSA (5)
¿Así es el poder real?
Así es la vida misma. La diosa guardiana de la fuerza inagotable, ya sea
descubierta por Fergus, o por Acteón, o por el príncipe de la Isla Solitaria,
requiere que el héroe esté dotado con aquello que los trovadores y los juglares
llamaban un “corazón gentil”. No por el deseo animal de un Acteón, ni por el
desdeñoso rechazo de un Fergus, puede ser la diosa comprendida y servida debidamente,
sólo con gentileza: awaré (simpatía
gentil) se llama en la poesía romántica cortesana del Japón de los siglos
décimo a duodécimo.
En
corazón gentil Amor anida,
Cual
ave en primavera
Del
verde bosque anida en la espesura:
Ni
el amor hubo vida
Antes
que un corazón gentil la hubiera,
Ni
un alma generosa
Pudo
antes que al Amor formar Natura:
Tan
luego como fue el astro del día.
Tan
luego fue su luz esplendorosa,
Y
antes que fuera el Sol, ser no podía:
Y
prende Amor en gentileza luego, Así naturalmente
Como
en las llamas el calor del fuego. (36)
El encuentro con la diosa
(encarnada en cada mujer) es la prueba final de talento del héroe para ganar el
don de amor (claridad: amor fati),
que es la vida en sí misma, que se disfruta como estuche de la eternidad.
Y cuando el aventurero, desde
este punto de vista, no es un joven sino una doncella, ella es quien, por medio
de sus cualidades, su belleza o su deseo, está destinada convertirse en el
consorte de un ser inmortal. Entonces el marido celeste desciende a ella y la
conduce a su lecho, ya sea que ella lo quiera o no. Si ella lo rechaza, se
ciega para siempre; si lo busca, su deseo encuentra paz.
La muchacha araphao que
siguió el puerco espín por el árbol que crecía a medida que avanzaban, mereció
un sitio junto al pueblo del cielo, donde se convirtió en la esposa de un mancebo
celeste. Fue él quien bajo la forma del puerco espín la sedujo para llevarla a
su hogar sobrenatural.
La hija del rey del cuento
para niños, al día siguiente de la aventura de la fuente, oyó que llamaban a la
puerta de su castillo: la rana había llegado para obligarla a cumplir su pacto.
Y a pesar de su repugnancia, la rana fue a sentarse a la silla de su mesa,
compartió el alimento de su platito y de su tacita de oro y hasta insistió en
ir a dormir con ella en su camita de seda. Enfurecida, ella la levantó del
suelo y la estrelló contra la pared. Cuando cayó, desapareció la rana y en su
lugar apareció el hijo de un rey, con bellos y bondadosos ojos. Luego nos
enteramos de que se casaron y fueron conducidos en un hermoso coche al imperio
del joven, donde fueron rey y reina.
Y de nuevo cuando Psique
hubo llevado a cabo todos los difíciles trabajos, Júpiter mismo le concedió el
elixir de la inmortalidad; de manera que para siempre estuvo unida a Cupido, su
amado, en el paraíso de la forma perfecta.
La iglesia Ortodoza Griega
y la Católica Romana celebran el mismo misterio en la fiesta de la Asunción:
“La Virgen María ha sido
elevada al tálamo celestial, donde el Rey de reyes está sentado en un trono
estrellado.”
“¿Adónde vuelas, oh
Virgen prudentísima? Tu subida es semejante a la aurora que desparrama sus
resplandores. Hija de Sión, toda eres bella y dulce, hermosa como la luna, pura
como el sol.” (37)
Notas
(36) Guido Guinicelli di
Magnano (1230-1275?), Balada Sobre el
poder y gentileza del Amor, Traducción de Tomás Forteza incluida en la Antología de poetas líricos italianos de
J. L. Estelrich (Palma de Mallorca, 1889), p. 6.
(37) Vísperas de la
fiesta de la Asunción de la Sma. Virgen María (15 de agosto); Misal romano.
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