M. M. BAJTIN
ESTÉTICA DE LA CREACIÓN VERBAL
(siglo XXI editores / 1982)
Traducción de Tatiana Bubnova
CENTESIMOSEXTA ENTREGA
LA NOVELA DE EDUCACIÓN Y
SU IMPORTANCIA EN LA HISTORIA DEL REALISMO (2)
HACIA UNA TIPOLOGÍA
HISTÓRICA DE LA NOVELA
2 /1) Novela de
pruebas. La novela de este segundo tipo se constituye como una serie de
pruebas por las que pasan los protagonistas: pruebas de fidelidad, valor,
valentía, virtud, nobleza, santidad, etc. Esta es la variedad del género
novelístico más difundida en la literatura europea. Incluye a la mayor parte de
toda la producción novelística. El mundo de esta novela es arena de lucha y de
pruebas que sufre el héroe: los acontecimientos, las aventuras vienen a ser
piedra de toque para el último. El héroe siempre se representa como un ente
concluido e invariable. Todas sus cualidades se presentan desde el principio, y
a lo largo de la novela únicamente se comprueban.
La novela de pruebas
también surge en la antigüedad clásica, en sus variedades principales. La
primera está representada por la novela bizantina (Etiópica,de
Heliodoro, Leucipa y Clitofonte de Aquiles Tacio, etc.). La segunda
abarca los géneros hagiográficos de los primeros siglos del cristianismo (sobre
todo se trata de las vidas de mártires).
La primera variedad, que
es novela bizantina, se constituye sobre una puesta a prueba de la fidelidad y
constancia de unos protagonistas idealizados. Casi todas las aventuras se organizan
como atentados a la inocencia, pureza y mutua lealtad de los héroes. Los
caracteres estáticos e inmutables y la idealidad abstracta de ellos excluyen
toda transformación o desarrollo, toda aplicación de lo sucedido, visto o vivido
como de una experiencia vital que cambie y forme a los héroes.
En este tipo de novela, a
diferencia de la novela de vagabundeo, se ofrece una imagen desarrollada y
compleja del hombre, lo cual tuvo una enorme influencia en la historia ulterior
de la novela. Esta imagen es básicamente unitaria, pero su unidad es específica,
estática y sustancial. La novela bizantina, que surgió a partir de la segunda
sofística, y que admitió la casuística de la retórica, creó básicamente una
concepción retórico-jurídica del hombre. Ya en este tipo de novela la imagen
del hombre se impregnó de aquellas categorías judiciales y retóricas y de
nociones de culpabilidad / inocencia, juicio / absolución, incriminación, delito,
virtud, mérito, etc., que durante tanto tiempo predominarían en la novela,
determinarían el planteamiento de la figura del héroe como acusado o cliente y
que convertirían la novela en una especie de juicio sobre el protagonista. En
la novela bizantina estas categorías tienen aun un carácter formal, pero ya
desde entonces crean una específica unidad del hombre como sujeto del
juicio, de la defensa o de la acusación, como portador de crímenes o de
méritos. Las categorías jurídicas, judiciales y retóricas a menudo se transfieren,
en la novela bizantina, hacia el mundo mismo, transformando los acontecimientos
en casos, cosas en pruebas, etc. Todas estas situaciones se ponen en evidencia
en el análisis del material concreto de la novela bizantina.
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