De proxi Midades.

Son las doce y diez del mediodía y hacemos un alto para almorzar.
Mientras juntaba mis cacharpas, fui al comedor como de campaña un poco más tarde, así que las mesas, tres largas, cobijaban a las casi treinta personas que estábamos trabajando.

Cuando me entregan mi bandeja veo que la única silla disponible era frente a ella.

Pregunté si me podía sentar, si estaba libre y ella me hacía indicaciones con la mano que me sentara, porque tenía un trozo de tortilla en su boca. Los demás guardaban silencio o siguieron sus conversaciones como dando a entender que la cosas era entre dos.

Todos hablaban cosas que no presté atención, porque ella me miraba y hacía morisqueta a escondidas de la persona que tenía al lado.

Al rato me estaba mostrando sus fotos sacadas con el celular, le dije que buenas que están y me sacó una foto.
Le dije ahora te tengo que sacar yo? Y me contesta que si.
Cuando miro alrededor, ya no quedaba nadie almorzando, así que le tomo el celular y le intento sacar un primer plano y ella me dice que no, tan cerca no.
Entonces vamos al parque que te saco una con el bosque detrás.

Mientras caminábamos, ella me hacía poses y yo me reía.
Cuando le comienzo a sacar las fotos, me doy cuenta que lo estoy haciendo con el celular de ella.
Le digo no, con esto no.
Y con que me querés sacar?.
Tuve varias respuestas inteligentes, estúpidas y obvias, pero le dije…mmhh nose, con otra cosa. Te parece?
Si, me parece bien y me agarra el celular de la mano, y me pide perdón jugando por tocarme y se ríe.
Cuando volvemos, yo iba montado en su sonrisa, y me pregunta si voy a ir a la obra que actúa para esa noche.
Le dije que no, y no preguntó más nada. Pero supe inmediatamente, que había despertado a la loba y que no iba a parar, hasta hacerme creer que era yo quien la casaría. Estaría yo entrando dentro del laberinto del fauno?.
Ella me gusta, pero más allá de la luminosidad aparente de todo, estoy viendo un reflejo de viejas cosas que no me gusta. No se que es.
Sigo y se que su miel me adobará por unas semanas más.

Tigre y de Escorpio, linda dualidad. Por ahora no. Tigre y escorpio.
La puedo ver más allá de lo que ella supone, y solo está en mí guardar la distancia, y a pesar de la tentación de su piel, de su seducción, de su perfume, creo que tengo bastante claro las cosas.
Bahh, en un sano equilibrio, pero como todos sabemos, los equilibrios fluctúan entre la tranquilidad del descanso, hasta el abismo del salto al vacío.
Cuando nos despedimos la veo de lejos. La veo cautivante, me resulta Divinamente seductora. Una ráfaga, una sinopsis de los “toques” con ella, me invade.
De repente, me asalta el recuerdo de Waffa.

Me da como temor, porque sé que cuando pienso en alguien, se produce conexión. Ella está muerta. La mató la leucemia.
Siento su vacío, me da tristeza, pero busco su recuerdo en mi corazón, le rindo culto a lo lindo que fue y lo guardo nuevamente. Lo pongo en su lugar iluminado, que alimenta.
Sigo y se, que mañana la voy a ver a ella. Me digo que no, pero sin embargo me gusta saber que la veré en este páramo ralo de espíritus entristecidos.
Sigo. Me siento bien. Hoy es un gran día. Mañana, supongo que también.
Pongo piloto automático, porque quiero llegar a casa. Quiero estar allí, para trabajar más tranquilo. Eso es lo que quiero.

(to be continued)

NICE DAY