JULIO CORTÁZAR (1914 – 1984)
CARTA A FRANCISCO PORRÚA
SOBRE UN ENCUENTRO CON BORGES
“LES RAJÓ UNA CHARLA SOBRE SHAKESPEARE
QUE LOS DEJÓ MIRANDO ESTRELLAS VERDES”
París,
30 de noviembre de 1964
Mí querido Paco:
Me alegro mucho de todo lo que me contás de Alejandra (Pizarnik), y sobre todo de que le publiquen el libro.
Tu
reacción con respecto a la petisa me parece perfecta, yo también encuentro muy
natural que un autor de libros procure que un editor se los publique y si ella
te fue a ver con esa intención, la conozco lo bastante bien para saber que,
además te fue a ver porque sabe por mí quién sos ,y porque tiene una gran
admiración por vos y por Esteban de modo que por una vez, lo útil se une a lo
agradable , si me permitís ésta audaz forma de expresarme (…)
Che, espero humildemente que no sea un acto fallido, pero en la nómina me comí a Borges.
Oh,
no creo que sea un acto fallido, porque no te podés imaginar cómo se me llena
el corazón de azúcar y de agua florida y de campanitas, cuando al cruzar el
hall de la UNESCO con Aurora para ir a tomarnos un café, a la hora en que está
terminantemente prohibido y por lo tanto es muchísimo más sabroso, lo vimos a
Borges con Maria Elena Vázquez, muy sentaditos en un sillón, probablemente esperando a Caillois.
Cuando
me di cuenta, cuando reaccioné, ya nos estábamos abrazando, con un afecto que
me dejó sin habla.
Mira,
fue algo maravilloso. Borges me apretó fuerte, ahí nomás me dijo: “Ah!
Cortázar, a lo mejor, ¿no?, usted se acuerda, ¿no?, que yo le publiqué cosas
suyas, en aquella revista, ¿no?, ¿cómo se llamaba la revista?, che… ¿cómo se
llamaba?”
Yo
casi no podía hablar, porque el grado de idiotez a que llego en momentos así es
casi sobrenatural. Pero me emocionó tanto que se acordara con un orgullo de
chico de esa labor de pionero que había hecho conmigo.
Entonces
le recordé a mi vez todo lo que eso había significado para mí, sobre todo
porque él me había publicado sin conocerme personalmente, lo que le daba
muchísimo más valor a la cosa. Y entonces Borges dijo: “Ah, sí, claro…y usted a
lo mejor se acuerda, ¿no?, que mi hermana Norah le hizo unos dibujos muy
preciosos, ¿no?”, en fin che yo estaba hecho un pañuelo. Después lo escuchamos
a Borges en su conferencia sobre literatura fantástica, dicha en un francés
excelente, y a los días vino a la UNESCO y les rajó una charla sobre
Shakespeare que los dejó mirando estrellas verdes.
La chica Vázquez me arrancó la lectura de dos cuentos para una emisión de radio
municipal y se fueron a España. Por supuesto los periodistas se ingeniaron como
siempre en hacerle decir a Borges cuatro pavadas sobre política, pero que poco
importa, en todo caso que POCO ME IMPORTA. (…)
Julio
No hay comentarios:
Publicar un comentario