AUTÓGRAFOS OLVIDADOS DE CÉSAR VALLEJO
TÁMESIS
/ PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL PERÚ / 2003
EDICIÓN FACSIMILAR DE 52 MANUSCRITOS AL CUIDADO DE
JUAN FLÓ Y STEPHEN M. HART CON ESTUDIO PRELIMINAR DE JUAN FLÓ Y NOTAS DE
STEPHEN M. HART
CUADRAGESIMOPRIMERA ENTREGA
STEPHEN M. HART / ALGUNOS APUNTES
SOBRE LOS AUTÓGRAFOS DE POEMAS HUMANOS Y
ESPAÑA, APARTA DE MÍ ESTE CÁLIZ (2)
Poemas humanos (19)
‘El
alma que sufrió de ser cuerpo’ (8 de noviembre, 1937) (24-25)
En
este poema, según Higgins ha demostrado, ‘el poeta asume el papel de conciencia
del hombre. En este papel adopta la persona de un médico que hace un
diagnóstico de una humanidad enferma, una humanidad en estado de crisis.’ (102)
Tanto el autógrafo como la versión dactilográfica contienen muy pocos cambios,
lo que sugiere que el poema surgió de un tirón. Toda la dinámica del poema
surge del conflicto planteado entre la hipótesis divina sobre el origen de la
humanidad (es decir, que Dios creo al hombre) y la hipótesis materialista y
científica (el hombre fue creado a través de un largo proceso de evolución).
(103) Este contraste entre las dos ideologías es aun más patente en el primer
borrador del poema. El segundo verso del autógrafo original, por ejemplo, se
refería al sufrimiento producido por un astro (lo que implica la hipótesis
divina): ‘Tú sufres de una glándula endocrínica, se ve / / O de un astro’ (V1
rev., vv. 1-2). El tercer verso también contiene algunos cambios sustanciales.
En un principio se iniciaba así: ‘sufres de mí, de mi sagacidad sin mancha y
pérfida’ (V1, rev., v. 3). Luego, al transcribirse, el verso se transformó en: ‘sufres
de mí, de mi sagacidad escueta, tácita’ (V2, v. 3; Silva-Santisteban, III,
256). En algún caso la sustitución se debe a una lógica evidente. El v. 9, por
ejemplo, del borrador original decía: ‘Tú sabes lo que te duele, jubiloso’ (V1,
v. 9), y el adjetivo ‘jubiloso’, extraño dado el contexto, luego se tachó. La
primera versión del poema prueba que se trata de un conflicto entre la
divinidad y la animalidad porque, en la última sección de la primera estrofa,
una referencia a ‘Dios’ se sustituyó por ‘atrocísimo microbio’ (V1, rev., v.
21). La expresión ‘alguacil que me miras’ se añadió a mano, de manera que
cambió completamente el sentido del poema. La consulta del autógrafo demuestra
que Vallejo quería enfatizar el pesimismo del poema, es decir, la animalidad
del hombre, a medida que lo revisaba. Es interesante notar, sin embargo, que la
referencia al sexo que se encontraba en la primera versión del poema, ‘(…) e
interrogas a tu ombligo como, / y a tu sexo, hasta cuando sufrirlo’ (V1, vv. 27-28),
se conservó hasta el primer borrador de la versión dactilográfica (‘y a tu
sexo, con ímpetu: ¿hasta cuándo?’; V2, v. 29; Silva-Santisteban, III, 256),
pero luego desapareció para dejar nada más que una alusión al ‘hombligo’ (V3,
v. 27; Silva-Santisteban, III, 257). Así que Vallejo conserva las referencias a
la animalidad pero no las alusiones a la sexualidad: ¿se nota aquí cierta
modestia de parte del poeta? (104) Este detalle es aun más relevante si se
considera que Vallejo en un principio no quería referirse directamente al
aborto que Georgette había tenido. (105) El primer borrador del poema dice: ‘estés
contigo o con tu botón o con-/migo preso’ (V1,
vv. 32-33), pero luego cambio de idea, tachó el ‘botón’ y escribió ‘aborto’
(V1, rev., v. 32), sustitución que se conservó hasta la última versión del
poema (V3, v. 31). El título original del poema parece empezar con el vocablo ‘Aniversario’
(aunque es difícil estar seguro, puesto que las palabras están fuertemente
tarjadas), posteriormente se sustituyó por ‘El alma que sufrió de ser cuerpo’,
aunque en una etapa transicional decía: ‘El alma que no pudo ser su cuerpo’.
Este
poema es notable por otra razón. Contiene una corrección a mano importantísima
(‘en el año treinta y siete, V2, v. 31, se sustituyó por ‘en el año treinta y
ocho; V3, v. 29; Silva-Santisteban, III, 258-59), lo que prueba que la revisión
última de las versiones tipográficas se hizo en los primeros meses del año 1938
(Vallejo murió el 15 de abril de ese año). Conviene subrayarse que este poema -uno
de los mejores de los poemas póstumos de Vallejo, quizás debido a los pocos
cambios a los que se sometió- conserva un tono coloquial y expresivo a lo largo
del poema.
Notas
(102)
César Vallejo en su poesía, 148-149.
(103)
El conflicto entre estas dos ideologías es un tea que surge frecuentemente en
la periodística de Vallejo. En un artículo, ‘Últimas novedades científicas de
París’ (16 de octubre de 1925), por ejemplo, Vallejo publica una entrevista
(posiblemente inventada) entre él y un profesor de la Sorbona, Charles Henry.
Una observación hecha por el científico, por ejemplo, tiene un estilo
típicamente ‘vallejiano’, y dice así: ‘¿Qué es el hombre? Los químicos y los
biólogos no nos dicen gran cosa sobre el particular. Pero, créame usted que hay
una pequeña cosa que a ellos se les escapa y que no se puede pesar ni poner una
etiqueta. Esta alguna cosa que usted podría llamar alma, si lo quiere, puede,
no obstante, ser medida y aun registrada, negro sobre blanco, por medio de un
gráfico visible (…); Artículos y Crónicas
(1918-1939), 80-82 (81).
(104)
Juan Francisco Rivera Feijoo afirma que la obra de Vallejo expresa
frecuentemente un rechazo al placer sexual, e inventa un mandato vallejiano, ‘no
disfrutes de sexo’. Según señala: ‘En relación al placer sexual sintió como mórbido
disfrutarlo’; César Vallejo: mito,
religión y destino (Lima, Amaru, 1984), 60.
(105)
En su biografía de los días parisinos de Vallejo, Juan Domingo Córdoba Vargas describe
una visita que Vallejo hizo a una clínica para que Gergette pudiera tener un
aborto. Córdoba Vargas cita las palabras de Vallejo: ‘Voy donde una comadrona
que me han dicho se dedica a la práctica de abortos, para una intervención a
Georgette que ha quedado embarazada’; véase César
Vallejo del Perú Profundo y Sacrificado (Lima, Jaime Campodónico, 1995),
227.
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