CARLOS DRUMMOND DE
ANDRADE
POLÍTICA LITERARIA
(Notas y traducción de ©Joaquín Fabrellas.)
Poema que ocurrió
Ningún deseo en este domingo
Ningún problema en esta vida
El mundo se paró de repente
Los hombres se quedaron callados
En este domingo sin principio ni fin.
La mano que escribe este poema
No sabe lo que escribe
Y es posible que si lo supiese
Ni se diese cuenta.
–
Acto desacralizador de la poesía de Drummond de Andrade. El poeta es ese
otro que dicen que escribe por ti. Los días, el domingo en este caso, no tiene
ni principio ni fin. Se ha llegado a una ataraxia burguesa que desactiva la
vida y la convierte en un objeto más de los que residen en el salón.
El poeta escribe sin saber muy bien qué está haciendo, la mano se rebela
mientras el cuerpo guarda las apariencias externas.
–
En mitad del camino
En mitad del camino había una piedra
Había una piedra en mitad del camino
Había una piedra
En mitad del camino había una piedra.
Nunca olvidaré tal acontecimiento
En la cansada vida de mis retinas.
nunca olvidaré que en mitad del
camino
Había una piedra
Había una piedra en mitad del camino
En mitad del camino había una piedra.
–
Poema que nos recuerda al clásico Nel mezzo del camin de
mía vita de Dante.
Un acccidente que se convierte en un bucle estético que gira solo en torno al
lenguaje y a la sintaxis, juego poético como hiciera Salvador Elizondo en el Grafógrafo, el relato como único fin en
sí mismo, no hay más, todo es poesía rebelde en contra de lo establecido.
–
Política literaria
A Manuel Bandeira
El poeta municipal
Discute con el poeta regional
Quién es capaz de acabar con el poeta
estatal.
Mientras tanto el poeta estatal
Convierte en oro todo lo que toca.
–
Poesía
Pasé una hora entera pensando en un verso
Que la pena no me deja escribir.
Mientras tanto el verso reside aquí
Inquieto y vivo.
Está adentro
Y no quiere salir.
Sin embargo la poesía de este momento
Inunda toda mi vida.
–
Anécdota búlgara
Había una vez un zar naturalista
Que cazaba hombres.
Cuando alguien le dijo que también se
cazaban
Mariposas y golondrina.
Se quedo muy espantado
Y lo consideró una barbaridad.
–
Música
A Pedro Nava
Hay algo triste al fondo de la
habitación.
Me dijeron que era Chopin.
La mujer de brazos redondos
Que sin muslos
Martilleaba la dura dentadura
Bajo el brillo complaciente.
Pensé en todas las cuentas que había
que pagar,
Los pasos que tendríamos que dar,
Las dificultades…
Asimilé a Chopin dentro de mi
tristeza
Y en la dentadura amarilla y negra
Mis preocupaciones volaron como
mariposas.
–
Infancia
A Abgar Renault
A Abgar Renault
Mi padre montaba a caballo, iba al
campo.
Mi madre se quedaba sentada cosiendo.
Mi hermano pequeño dormía.
Yo me quedaba solo entre los mangos
Y leía Robinson Crusoe,
Excelente historia que no acaba nunca.
En el mediodía inmaculado
Una voz dulce llamaba cuando el café
estaba listo
En la plantación.
Café negro que ni la vieja negra
Café sabroso
Buen café.
Mi madre me cuidaba mientras cosía:
Shhhhh!! No despierte al niño.
Por la cuna pasó un mosquito.
Y suspiraba profundamente.
Lejos mi padre galopaba
En la extensión sin fin de la
hacienda.
Y yo sin saber que mi historia
Era más hermosa que la de Robinson
Crusoe.
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