ENRIQUE
AMORIM
LA
CARRETA
Prólogo
de Wilfredo Penco
Montevideo
2004
NOVENA ENTREGA
PRÓLOGO
(9)
El
campo de verdad
En
ese marco, Amorim creó o recreó un mundo donde no tenían lugar
“los gauchos de tablado” que habitaban “una literatura floreada” denunciada por
él sin compasión (61). En un importante artículo publicado en el período de
concepción de La Carreta, había convocado
a reaccionar “contra la falsa literatura criolla”. Sólo Benito Lynch y Horacio
Quiroga se salvaban de la quema. Lo demás era “paisaje, visto desde la
ventanilla de un tren, desde la rueda de un volante, o desde el rodeo (…)
Espectáculo puro…”. Por eso reivindicaba “escudriñar en el alma de esas pobres
bestias que trabajan de sol a sol, en un campo sin mujeres, sin fiestas y sin
una creencia salvadora” (62).
Sin
llegar a convertirse en manifiesto, el artículo tiene mucho de denuncia y
propone caminos a transitar. Las
Quitanderas y Tangarupá eran
ejemplos prácticos de coherencia. En la misma línea se ubicará La Carreta.
Como
Mose ha hecho notar, la crítica contemporánea a la novela, al reseñarla acusó
recibo del impacto que generaba esa inusitada visión narrativa del campo (63).
Se dijo que producía asco en el lector (64), se le tildó de ofensivo a las
personas de buen gusto (65), con más cuidado se le señaló que cargaba demasiado
las tintas (66) o que “la nota realista… cuando a llega a presentarse excesivamente
descarnada, puede perjudicar a una obra” (67).
Años
más tarde, otros autores siguieron haciendo observaciones en la misma línea:
Luis Alberto Sánchez -“ese naturalismo de primer agua, tosco y hasta
desagradable, que prima en La Carreta”
(68)-, E. Díez-Echarri y J. M. Roca Franquesa -“ un cuadro trazado según la
técnica naturalista, de lo más crudo (…) da náuseas” (69)-, John F. Garganigo y
Walter Rela -“es el artista que elige ver solamente la suciedad y la pobreza
que rodean a estos seres” (70)-.
Amorim
tomó nota pero no hizo caso de los reproches que llegaron a sus manos. De todos
modos le confirmaban que La Carreta había
roto “con la norma establecida de que el campo era pintoresco y limpio, sano y
feliz, y que sus gentes eran ingeniosas y aguantaban más que los restantes
seres de la tierra… porque tomaban mate.” (71) Eso es lo que se había propuesto
y la crítica -aun la contraria- le mostraba que lo había alcanzado.
Consustanciado
con la materia elaborada, no sólo puso al descubierto miserias humanas del
campo, también hizo notar, en ese mundo violento y degradado, sentimientos de
ternura y amor -que Ainsa indica (72)- y desplegó a lo largo de la novela,
mitos, símbolos, supersticiones y creencias populares -que Ana Rodríguez
Villamil ha estudiado con atención (73)-.
Novela
fragmentaria, La Carreta es
concebida, como se ha dicho, a partir de historias diversas y dispersas que se
van sumando y quedan interrelacionadas en su mayor parte por sutiles vínculos;
a veces sólo los apuntes autorreferenciales producen instantáneamente la
conexión. Novela, también, que en la edición definitiva, alcanza su versión más
depurada, consecuencia de un largo proceso de casi treinta años desde que un
cuento juvenil desbordó los límites de su estructura y puso en marcha a unas
mujeres ambulantes y a un viejo carretón sobre el ancho camino de un
apasionante mundo novelesco.
Notas
(61) Amorim, Enrique: “El
gaucho y el cowboy”, en El Hogar,
Buenos Aires, 4 de julio de 1941,
(62) Amorim. Enrique: “Nativistas
y criollos. A propósito de un artículo de Armando Cascella”, en Claridad, Buenos Aires, 26 de julio de
1930.
(63) Mose, K.E.A.: “Propuesta…”
ob. cit.
(64) En La Razón, Buenos Aires, 24 de noviembre
de 1932.
(65) “Las culpas de
Lawrence”, en Crisol, Buenos Aires,
3 de noviembre de 1932.
(66) En El País, Montevideo, 5 de diciembre de
1932.
(67) En La Prensa, Buenos Aires, 22 de enero de
1933.
(68) Sánchez, Luis
Alberto: Proceso y contenido de la
novela hispanoamericana, Gredos, Madrid, 1953.
(69) Diez-Echarri, E y
Roca Franquesa, J. M.: Historia general
de la literatura española e hispanoamericana, 2da Edición, Aguilar, Madrid,
1966.
(70) Garganigo, John y
Rela, Walter: Antología de la literatura
gauchesca y criollista, Delta, Montevideo, 1967.
(71) Amorim, Enrique: “Conferencia…”
ob. cit.
(72) Ainsa, Fernando: “La
temática de la prostitución itinerante en Amorim y su inserción en la ficción
hispanoamericana”, en La Carreta,
Edición Crítica, ob. cit.
(73) Rodríguez
Villamil, Ana: “Mitos…” ob. cit.
No hay comentarios:
Publicar un comentario