LAO
TSÉ
TAO
TE CHING
Edición
por Vladimir Antonov
Traducido
al español por Anton Teplyy
VIGESIMOPRIMERA ENTREGA
66
/ Los
grandes ríos son tan poderosos porque fluyen hacia abajo, hacia los mares,
recogiendo en sí el agua que baja de sus alrededores.
La persona sabia que
desea ayudar al pueblo también debe ponerse en una posición más baja que las
demás. En este caso, a pesar de ser superior al pueblo, ella no será una carga
para la gente y las personas no le harán daño. Las personas le seguirán
alegremente y no le darán la espalda.
La persona sabia no
compite con nadie; por lo tanto, es invencible.
Y ella misma,
constantemente, progresa más y más, pero las personas no la envidian.
La persona sabia no
lucha contra nadie; por lo tanto, nadie en el mundo entero puede obligarla a
actuar en contra de su voluntad.
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