CLARICE LISPECTOR
ES ALLÍ DONDE VOY
Más allá
de la oreja existe un sonido, en el extremo de la mirada un aspecto, en las
puntas de los dedos un objeto: es allí adonde voy. En la punta del lápiz el trazo. Donde expira un pensamiento
hay una idea, en el último suspiro de alegría otra alegría, en la punta de la
espada la magia: es allí adonde voy. En la punta del pie el salto. Parece la
historia de alguien que fue y no volvió: es allí adonde voy.
¿O no voy?
Voy, sí. Y vuelvo para ver cómo están las cosas. Si continúan mágicas.
¿Realidad? Yo os espero. Es allí adonde voy. En la punta de la palabra está la
palabra. Quiero usar la palabra “tertulia”, y no sé dónde ni cuándo. Al borde de
la tertulia está la familia. Al borde de la familia estoy yo. A la orilla de mí
estoy yo. Es hacia mí adonde voy. Y de mí salgo para ver. ¿Ver qué? Ver lo que
existe. Después de muerta es hacia la realidad adonde voy. Mientras tanto, lo
que hay es un sueño. Sueño fatídico. Pero después, después todo es real. Y el
alma libre busca un rincón para acomodarse. Soy un yo que anuncia. No sé sobre
qué estoy hablando. Estoy hablando de nada. Yo soy nada. Después de muerta me
agrandaré y me esparciré, y alguien dirá con amor mi nombre. Es hacia mi pobre
nombre adonde voy. Y de allá vuelvo para llamar al nombre del ser amado y de
los hijos. Ellos me responderán. Al fin tendré una respuesta. ¿Qué respuesta?
La del amor. Amor: yo os amo tanto. Yo amo el amor. El amor es rojo. Los celos
son verdes. Mis ojos son verdes. Pero son verdes tan oscuros que en las
fotografías salen negros. Mi secreto es tener los ojos verdes y que nadie lo
sepa. En el extremo de mí estoy yo. Yo, implorante, yo, la que necesita, la que
pide, la que llora, la que se lamenta. Pero la que canta. La que dice palabras.
¿Palabras al viento? ¿Qué importa, los vientos las traen de nuevo y yo las
poseo.
Yo a la
orilla del viento. La colina de los vientos aullantes me llama. Voy, bruja que
soy. Y me transmuto. Oh, perro, ¿dónde está tu alma? ¿Está cerca de tu cuerpo?
Yo estoy cerca de mi cuerpo. Y muero lentamente.
¿Qué estoy
diciendo? Estoy diciendo amor. Y cerca del amor estamos nosotros.
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