ENCUENTRO CON LA SOMBRA
(El poder del lado oscuro de la
naturaleza humana)
Carl
G. Jung / Joseph Campbe.
ll
/ Marie-Louise von Franz / Robert Bly / Ken Wilber / Nathaniel Branden / Sam
Keen / Larry Dossey / Rollo May
/ M. Scott Peck / James Hillman / John Bradshaw y otros.
Edición
a cargo de Connie Zweig y Jeremia Abrams.
CIENTOSEXAGESIMOSÉPTIMA
ENTREGA
NOVENA PARTE
EL TRABAJO CON LA SOMBRA: CÓMO
ILUMINAR LA OSCURIDAD
MEDIANTE LA TERAPIA, LOS RELATOS Y
LOS SUEÑOS
40: CÓMO APRENDER A RELACIONARNOS
CON EL MAL (1)
Liliane Frey-Rohn (1)
Decana
de la escuela de analistas de Zurich, Suiza, fue íntima colaboradora de Jung y
es autora de numerosos textos sobre el tema del mal. Entre otros, ha escrito los siguientes libros: Friedrich Nietzsche: A Psichologycal
Interpretation of His Life and Work y From
Freud to Jung: A Comparative Study of the Psychology of the Unconscious.
Cuando
un ser humano se enfrenta al mal es posible que se manifiesten sus virtudes más
elevadas. Pero, aunque sea posible transformar la maldad en bondad, no debemos
olvidar, no obstante, que se trata tan sólo de una posibilidad. El problema
fundamental de cualquier psicología del mal consiste en aprender a
relacionarnos con ese adversario -con este oponente numinoso y peligroso- que
se oculta en las profundidades de nuestro psiquismo sin que termine
destruyéndonos.
Podríamos,
por ejemplo, trazar un círculo alrededor del mal y afirmar que debe ser
sublimado o reprimido o, como sugería Nietzsche, podríamos aliarnos a él -a la
otra cara de la moral- y tratar de actualizar en nuestra experiencia la ciega
voluntad de vivir. Ambas tentativas, no obstante, apuntan hacia objetivos
claramente diferentes. El psicólogo que emplea el primer método pretende
neutralizar el mal reconciliando al individuo con la moral colectiva o poniendo
límites a sus propios deseos. En sus últimos escritos, Freud destacó el efecto
curativo de una “educación para la realidad” y del adiestramiento del
intelecto, (1) e intentó alcanzar ambos objetivos fortaleciendo al Logos ante
los poderes de la Ananké (el ominoso destino). Nietzsche, por su parte, a
diferencia de la actitud pesimista de Freud, asumió la postura representada por
el segundo de los métodos mencionados y defendió la afirmación dionisíaca del
mundo, el amor fati (2) y proclamó
las virtudes del superhombre y del infrahombre. Ambas posturas, sin embargo,
son unilaterales y terminan conduciendo a una disociación entre la bondad consciente
y la maldad inconsciente ya que, como intentaremos demostrar, tanto la “bondad
excesiva” -que fortalece la maldad interna- como “la falta de moral” terminan
provocando una disociación entre el bien y el mal.
Quisiera
resaltar a este respecto que William James llegó a la conclusión de que la salud
espiritual constituye un elemento fundamental para que la personalidad humana
alcance una totalidad armónica. (3) Pero la personalidad religiosa estable no
descansa en la perfección moral sino en la aceptación de nuestras actitudes
reprimidas. Para James, el secreto de la conquista del bien y el mal consiste
en la aceptación incondicional de los dictados de nuestro Yo inconsciente. (4)
En este sentido, si bien no desestimó el riesgo de quedar a merced de la voz
interna -ya que jamás podremos estar seguros de si se trata de una voz divina o
diabólica- mantuvo que el único camino de salvación consiste en la entrega del
individuo a la dimensión transpersonal e inconsciente.
No
obstante, como señala Jung, la relación con el mal constituye una empresa
individual que sólo podemos describir muy vagamente. La experiencia nos
demuestra de continuo que el individuo no tiene ninguna garantía de poder
superar este reto ni tampoco existe ningún criterio objetivo para saber lo que
es “correcto” en cada situación ya que la experiencia de la sombra arquetípica
nos enfrenta a lo absolutamente “desconocido” y, por consiguiente, nos expone a
peligros imprevisibles. Se trata de un acontecimiento similar al de
experimentar en todo su esplendor la misma imagen de Dios -la bondad y la
maldad absolutas- una experiencia que puede transformar por completo la
personalidad de un ser humano (tanto su ego como su sombra).
Notas
(1) Sigmund Freud, The
Future of an Illusion, trad.., W. D. Robson-Scott, International
Psycho-Analytical Library, vol. 15 (Londres: The Hogarth Press, Ltd., 1949), p.
86.
(2) Friedrich Nietzsche, The Case of Wagner, en Select
Aforism in Work, vol. VIII, p. 59.
(3)
William James, p. 176.
(4)
Ibid., p. 488, nota. “En la búsqueda religiosa de las personas (dos veces
nacidas) el mal no se evita sino que simplemente se suprime.”
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